En
el primer periodo, los txuri urdin estuvieron bien situados en el terreno de juego y
apenas tuvieron problemas para mantener su portería a cero ante un espeso At.
Madrid que no disparó entre los tres palos en los primeros cuarenta y cinco
minutos. A
la Real le costó un poco estirarse, pero en los últimos instantes de la primera
parte, acosó al equipo colchonero. En un potente disparo Illarramendi estuvo a
punto de lograr el 0-1 en el minuto 42, pero el balón se fue lamiendo el poste
de la portería de Courtois.
Antes
del descanso, hubo tiempo para una jugada polémica con un posible penalti por mano a
favor de la Real que no vio el árbitro Iglesias Villanueva. Las
buenas sensaciones tuvieron su continuación en los primeros momentos de la
segunda parte. La Real estaba muy segura atrás y fue a por el partido sin
miedo.
Zurutuza
hizo un pase de maestro a Agirretxe, pero el de Usurbil no supo definir y lanzó
fuera cuando todos cantábamos ya el gol. Y cuando
parecía que la Real estaba cerca de adelantarse, llegaría el 1-0 en el primer
disparo a puerta del At. Madrid. Un zambombazo de Gabi se coló en la portería de
Bravo en el minuto 54.
El
1-0 dejó tocada a la Real que pasó unos minutos de agobio hasta que llegó la
expulsión de Gabi en el minuto 73.
Con
un jugador más, los donostiarras encerraron al At. Madrid en su área, sacando toda la artillería pesada ( ¡!!!Vela, Ifrán, y Llorente jugando al mismo
tiempo!!!!). Centros,
faltas y corners se sucedían constantemente, pero aunque la Real rondaba el gol,
no había manera de batir a Courtois. Afortunadamente,
la Real encontró su recompensa a su gran trabajo y en el minuto 91, en el que llegó el
gol de un avispado Carlos Vela que se aprovechó de un barullo en el área atlética (una
vez más el mejicano vuelve a ser el más listo de la clase). La
Real conseguía empatar en el Calderón, arruinaba las ilusiones de Champions de
su rival más odiado y terminaba con la cabeza muy alta por haber dado una gran
imagen en el campo de un equipo que va a disputar la final de la Europa League.
Sin
embargo, me queda clavada una espina que me dejó un poso triste:
Nunca
comprenderé los motivos por los cuales, Carlos Vela ha sido suplente tantas
jornadas a lo largo de esta liga. Un
jugador cuyo nivel futbolístico supera con creces la media de esta plantilla
sigue condenado a tener que empezar en el banquillo tantos
partidos. ¿Necesitamos
velar a Vela y dejarle sólo para los momentos decisivos de cada partido? ¿Por
qué no ha jugado desde el principio? ¿A qué se debe Montanier?
¿Era
la hora de experimentos a pesar de que una victoria nos hubiera situado en una
situación de privilegio para soñar?.
Y me
da pena decirlo, pero ya no cabe ninguna combinación imaginativa que nos lleve
a la Europa League 2012-2013. Este ha sido el fin definitivo de las ilusiones de jugar en Europa la temporada que viene. Después
de haber visto al At. Madrid me da aún más rabia que no hayamos aprovechado la
coyuntura para traernos los tres puntos a Donostia. El
At. Madrid ha llegado al final de liga con la lengua fuera, y de haber ganado
hoy nos hubiéramos puesto a tres puntos de los colchoneros, y sus difíciles
encuentros ante Málaga y Villarreal los hubieran disputado antes y después de su
final europea.
Sé
que ya nadie hablaba de Europa en el entorno de la Real, pero tardes como la de ayer nos demuestran que hemos perdido una oportunidad de oro que igual no tenemos la
temporada que viene. A
pesar de ello, me alegro con moderación de este digno empate que supone elevar
a 7 los encuentros que consecutivamente lleva la Real sin conocer la derrota (2
victorias y 5 empates), y homenajear a Aitor Zabaleta que desde el cielo
estará orgulloso de la imagen que su equipo del alma ha dado en un estadio en
cuyos aledaños, unos desgraciados sesgaron su joven vida.
Va
por ti Aitor.

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