"Una andereño me ha contado que su hijo lleva dos días exaltado desde que se enteró de la noticia… Que el entrenador de la Real haya sido su profesor, cuando siempre parece que hay que buscar fuera, provoca que esté súper ilusionado. ¡Ya me está diciendo para hacerse socio la próxima temporada!". Son palabras de Samuel Ruiz, el director del instituto Zumaiako Herri Eskola. Este centro situado en el corazón de la localidad costera guipuzcoana ha visto revolucionado y agitado su tradicionalmente tenso mes de los exámenes. El motivo es la designación de Jagoba Arrasate como primer técnico del conjunto txuri-urdin.
Mientras entrenaba a los equipos juveniles de la Real, el de Berriatua ejerció dos años de profesor de matemáticas en la Herri Eskola, en la que dejó un grato recuerdo tanto en sus compañeros como, sobre todo, en los alumnos. La sensación que genera en los primeros es más bien de orgullo, mientras que en los segundos la cuestión va más allá e incluso raya la euforia.
Este periódico reunió ayer al mediodía en la biblioteca del colegio a varios voluntarios de distintas clases que fueron alumnos de Arrasate, que ahora tienen trece y catorce años. Sus nombres son Hodei, Ekain, Unai, Brahian, Julen, Alegna, Eneko, Iker, Jule, Danel, Beñat y Martin. Entre risas y bromas, todos coinciden en que es una gran persona y un buen profesor de matemáticas: "Es muy bueno y muy majo, aunque también tenía sus puntos de mala leche, pero siempre con razón. Era un profesor con mucha paciencia y una gran persona. La verdad es que aprobábamos bastante fácil con él".
Unai incluso destaca que Jagoba ponía especial atención y dedicación con los que peor se les daban las matemáticas: "Nos ayudaba mucho. Además, si veía que alguien tenía más problemas para entender algún tema, se volcaba mucho más con esa persona".
víctima de gamberradas A la hora de preguntarles por anécdotas especiales que vivieron con el entrenador de la Real, no tardan en aflorar varias travesuras de las que no se olvidan. Julen se lanza con una primera mentira de las piadosas: "Nosotros siempre le decíamos, por ejemplo, que los de la otra clase andaban todos los días en los ordenadores y que a nosotros también nos tenía que dejar. Y la mayoría de las veces conseguíamos que nos dejara...".
Más osado es Ekain, que se atreve con una trastada de campeonato: "A nosotros solo nos dio clase tres meses, pero un día alguien, no sabemos quién (ataque de risa general), puso una papelera sobre la puerta y al entrar se le cayó encima. Se enfadó y nos tuvo ahí sentados hasta que salió el que había sido...".
En plena verbena de carcajadas, Brahian relata una gamberrada en forma de atentado fallido: "Hubo otra vez que le pusimos chinchetas en la silla... Pero no se dio cuenta en toda la hora". Julen no era capaz de controlarse: "Nos preguntaba ¿pero de qué os reís? Y nosotros de nada, de nada...".
corazón txuri-urdin Los alumnos de Arrasate destacan que era un loco del fútbol y que muchas veces aprovechaba los momentos que tenía más libres en clase para preparar su trabajo en Zubieta: "Se notaba que le apasionaba el fútbol y muchas veces le veíamos rellenando fichas y papeles de los entrenamientos. Nos solía hablar mucho de fútbol porque le preguntábamos a ver qué tipo de trabajo hacía en la Real juvenil". Su confianza en que va a triunfar en el banquillo de Anoeta es casi ciega: "Lo va a hacer bien porque es muy buen tío y conoce de maravilla al equipo".
Martin, que parecía uno de los más tímidos, interrumpe con un ataque de orgullo: "Yo puedo decir que le gané al ajedrez". Sus compañeros lo celebran con una explosión de aplausos y risas.
Su nombramiento como primer entrenador de la Real ha sido la noticia del curso en el centro de Zumaia: "Nos ha hecho mucha ilusión". Aunque algunos, como Brahian, no tardan en recordarle cuentas pendientes que dejó en la Herri Eskola: "Yo tengo que hacerle la pelota a ver si me lleva al equipo a jugar. A algunos nos prometió que entrenaríamos con él y eso nos lo debe todavía (risas)". De lo que nadie duda es de que era muy de la Real. Según Julen, "Jagoba tiene el corazón txuri-urdin".
Todos destacan los valores humanos de Arrasate. No olvidan que acudía muchas veces al centro los fines de semana para verles jugar a balonmano: "Cuando teníamos partido solía venir muchas veces para animarnos. También nos acordamos de cuando venía él a Zumaia como jugador".
El nuevo entrenador de la Real tiene ya una amplia lista de peticiones en el centro escolar en el que impartía clases. Unos que quieren ir al campo o al palco, otros a entrenar con el equipo, otros dicen que a ver si les hace una visita y les lleva entradas... Pero lo que es indudable es que su trayectoria al frente del conjunto txuri-urdin se va a vivir apasionadamente en la comarca. Alguno no tarda en subirse al carro, como Iker: "Yo paso bastante del fútbol, pero ahora con Jagoba en el equipo puede que me enganche un poco más".
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