El de Hondarribi tiene un muy buen cartel en Zorrilla, donde pasó tres temporadas siendo el artillero y la referencia del equipo. Hizo 46 goles en tres temporadas, las dos primeras en segunda división y la tercera en primera. Los aficionados y directivos del club pucelano no se han olvidado de él y verían con buenos ojos una cesión.
Por su parte, la Real Sociedad es uno de los delanteros con los que no cuenta. Tras regresar hace dos veranos a Anoeta y tener un gran papel hasta navidades, una lesión de espalda le dejó en el dique seco el resto de temporada. Por si fuera poco, el cambio de entrenador no le benefició y esta temporada apenas ha jugado.
A esto se le ha sumado que cuando ha jugado, ni la afición (que le sigue adorando), ni los técnicos de Zubieta le han visto con la misma chispa que antes, ni con el acierto de cara a portería que le caracterizaba. El estilo de juego de Joseba se basa en hacer kilómetros y kilómetros, en ser un gladiador, en presionar, ahogar y no dejar respirar a los defensas, todo eso unido a una gran capacidad goleadora. Un jugador con ese estilo cuando no está bien se le nota fácilmente, y esto ha sido lo que ha pasado con Llorente.
Por esto y porque no hay que olvidar que es una de las fichas más altas del equipo, el conjunto txuriurdin le busca una salida. Precisamente el sueldo del de Hondarribi es el problema que puede trabar la operación. No hay que olvidar que la situación económica del Valladolid es delicada, y que no pueden hacerse con los servicios de un jugador con la ficha de Joseba. Además, la Real Sociedad ya ha dicho que no está dispuesta a seguir pagando a un jugador que juegue en otro equipo.
Veremos cómo se resuelve el problema y la operación, pero la Real tiene que ser consciente de que con la temporada casi en blanco que ha pasado Llorente, no va a tener muchas ofertas por él.
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