lunes, 28 de enero de 2013

ASIGNATURA PENDIENTE: LECTURA COMPRENSIVA

La lectura es una de las actividades más útiles que el ser humano realiza a lo largo de toda su vida. La lectura por lo general comienza a adquirirse muy lentamente desde temprana edad y se mantiene de por vida, no se pierde con el tiempo. Entre el último año de Pre-escolar y el primero de la etapa de Primaria, los niños aprender a leer. Primero se van acostumbrando a las letras mayúsculas y comienzan por identificar su nombre y así poco a poco hasta que a los 6-7 años consiguen leer silábicamente y con la ayuda del dedo para marcar las sílabas en el texto.

La importancia de la lectura reside en el hecho de que es a través suyo que el ser humano puede comenzar a recibir conocimientos de manera formal e informal sobre cualquier aspecto. El mundo en que vivimos está lleno de mensajes escritos y estamos contínuamente leyendo sin darnos cuenta que lo estamos haciendo.

La lectura ayuda al desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje. Mejora la expresión oral y escrita y hace el lenguaje más fluido. Aumenta el vocabulario y mejora la ortografía.La lectura nos permite entrar en contacto con gran cantidad de información que nos será útil en nuestra vida diaria y que hará que podamos enriquecernos. Leer bien es de vital importancia porque nos puede hacer ver qué es lo que estamos haciendo bien y qué no; nos ayudará a tomar decisiones para mejorar eso en lo que estamos fallando.

La lectura en el fútbol es tan importante como en cualquier aspecto de la vida diaria. No he asistido nunca a los cursos para obtener el carné de entrenador pero creo que hay una parte en la asignatura de “Táctica” en la que se trata la lectura, “Lectura de los partidos”. Saber leer bien un partido es de vital importancia para poner al contrario contra las cuerdas y para que el resultado final sea el que todos deseamos. Durante un partido pueden aparecer, y de hecho pasa siempre, circunstancias que hacen que el planteamiento inicial no sea válido ni sirva para sacar el partido adelante. Ante este hecho, es imprescindible que el entrenador sea capaz de hacer esa lectura y haga los cambios apropiados para que el discurrir del partido sea el óptimo. 

Aprender a leer un partido es parecido a lo que hacen los niños cuando en primaria aprenden a leer: reconocer las letras y juntarlas adecuadamente para formar la palabra correcta; reconocer las nuevas circunstancias propias y del contrario,y saber mover las piezas para formar el equipo correcto para superar la nueva situación. El planteamiento inicial ya no sirve y es necesario cambiar los planes. Hay que aprender a hacer esa lectura y ello requiere experiencia, conocimiento, valentía y también tener esa capacidad lectora.

Visto lo visto en muchas ocasiones durante esta temporada y la anterior, Montanier se puso enfermo y no asistió a las clases donde trataron el tema de la lectura de los partidos y no demuestra tener esa capacidad lectora. Y nuestro míster suspende en lectura comprensiva. No aprovechar la superioridad numérica en el campo cuando, además, el entrenador contrario realiza unos cambios que claramente te notifican que va a jugar a defender el resultado es de no saber leer. Cambiar puesto por puesto no es tener superioridad numérica.Y sacar del campo al más listo de la clase, al que estaba organizando todo el juego, al que abarca el terreno de unos cuantos jugadores, al que estaba más enchufado, al que sí que sabe leer los partidos... eso no es sólo tener un problema de lectura, además debería ser delito.

El causante del resultado de este sábado, no fue sólo la mala lectura, a ello tendríamos que sumar una vez más, y ya son demasiadas, la falta de ambición y carácter de los jugadores. Pero ése es otro tema, el de casi siempre.



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