La Real regresó ayer de su retiro de Boltaña, donde ha recargado las pilas para afrontar un final de campeonato que promete emociones fuertes. Los jugadores se lo han pasado en grande con las actividades que les han organizado y se han mostrado encantados en un paraíso natural espectacular como el de la localidad prepirenaica oscense.
Las imágenes de los vídeos elaborados por el propio club en los que se refleja en todo momento el buen ambiente y las risas que han presidido todas las competiciones completadas por la plantilla han dado la vuelta a España, y los realistas se han convertido en la envidia de todos sus rivales. Incluso Asier Illarramendi, desde su concentración con la selección sub'21 reconoció ayer en una entrevista en MD que le daba mucha pena haberse perdido la concentración.
Los futbolistas blanquiazules tenían la libertad de elegir el plan que más les gustase ayer por la mañana. Tras desayunar pasadas las 9.00 horas, el grueso más numeroso escogió dar un paseo con la bicicleta. La travesía fue mucho más suave que la prueba de quebrantahuesosdel martes, ya que muchos de los integrantes de la expedición todavía arrastraban serios problemas de agujetas. Incluso alguno tuvo que desistir de participa en el plan, al arrastrar muchas molestias en los glúteos por el sillín. Destacar el espectacular rodar de Michel Troin, al que se le suele ver subiendo el Monte Igeldo y bajar por Ventas de Orio casi a diario.
Al que no le gusta tanto la bicicleta es a Philippe Montanier, pese a que ayer volvió a subirse a una para acudir a las pistas de tenis, situadas a 500 metros del hotel Barceló Monasterio de Boltaña. El técnico tuvo varios problemas para arrancar con una bolsa llena de raquetas, hasta que fue asistido. Curiosamente no fueron los más habilidosos en el torneo de tenis de la víspera los que decidieron regresar a la pista central de Boltaña.
Como tenían libertad para hacer lo que quisieran, a algunos realistas se les pegaron las sábanas, otros acudieron al spa temprano o después de las actividades que escogieron, como los ciclistas y tenistas. Incluso Chory Castro y Diego Ifrán estuvieron barajando la opción de ir a pescar al impresionante río Ara, el único virgen de los Pirineos, situado a escasos 50 metros del hotel, pero finalmente no consiguieron unas cañas. El que aprovechó la baja temperatura de sus aguas para tratarse de su lesión fue Alberto de la Bella. Aconsejado por los galenos, el catalán bajó por las rocas para meter su pierna lastimada en el río.
El almuerzo fue a las 12.30 horas y en el postre, la plantilla cantó al unísono el Zorionak zuri a Antoine Griezmann, que ayer celebró su 22 cumpleaños. Los empleados del establecimiento, que han regalado simpatía en todo momento durante los cuatro días que duró el stage, le prepararon una tarta con velas.
El balance de la concentración no puede ser más satisfactorio: emociones fuertes, competitividad, risas, oxígeno renovado en las cabezas, actividad física y energía de altura para encarar el ilusionante final de campaña. Además no ha habido que lamentar ningún lesionado... en la plantilla. Los dos consejeros que acompañaron la expedición y el jefe de prensa regresaron con dolencias. Habrá que esperar al parte médico.
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