El equipo realista condenó al descenso a Las Palmas de Fernando Vázquez, actual entrenador del Deportivo
Hay dos precedentes que invitan a creer en que la Real puede lograr su soñado objetivo de acabar en cuarta posición. Uno relacionado con Unai Emery, actual entrenador del Sevilla, que se enfrentará al Valencia en la última jornada, y otro, con Fernando Vázquez, que aguarda a los realistas en Riazor.
Para encontrarse el primero no hay que remontarse demasiado y tiene mucha miga. Concretamente a la última jornada de la temporada 2010-11, en la que la Real volvió a competir en Primera División. En el último partido, seis equipos corrían peligro de convertirse en el tercer conjunto que perdía la categoría, al estar adjudicados los otros dos con el Hércules y el Almería. Entre ellos se encontraba la Real y su rival en Anoeta, el Getafe. El destino quiso que en Riazor el Deportivo recibiera a un Valencia entrenado por Emery, que no podía modificar su situación clasificatoria. Como ya sucediera en la campaña 1993-94, cuando los levantinos privaron a los gallegos de su primer título de Liga.
En un partido increíble, en el que los blanquiazules dispusieron de infinidad de ocasiones, los de Emery se impusieron 0-2 con dianas del donostiarra Aritz Aduriz y de Roberto Soldado, lo que condenó a los locales al descenso.
La otra fecha señalada es la jornada final de la campaña 2001-02. En aquella ocasión, la Real recibía a un Las Palmas dirigido por Fernando Vázquez con los deberes de la salvación liquidados en la penúltima estación en Valladolid. Los canarios se adelantaron en el marcador con un tanto de penalti de Jorge Larena, pero la victoria del Mallorca y un tardío gol de Darko Kovacevic, que firmó las tablas en Anoeta, le sentenciaron a perder una categoría a la que aún no ha podido regresar Las Palmas.
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