El ambiente de Riazor el día del decisivo Deportivo-Real Sociedad volverá a ser el de las grandes noches. Los locales se juegan la permanencia y los donostiarras, entrar en la Champions. Hay mucho en juego y, como consecuencia de ello, el feudo gallego se llenará hasta los topes, tal y como ha confirmado el Dépor. No obstante, los de Philippe Montanier no estarán solos en durante el último partido de la temporada, ya que un millar de aficionados realistas se desplazará hasta la tierra de las meigas para apoyar a los txuri urdin.
Los cuentos sobre brujas y demás historias no preocupan ni al vestuario ni a la hinchada txuri urdin, que acudirá en masa a la llamada de su equipo. Éste se ha hecho con todas las entradas que los deportivistas han facilitado porque no hay vuelta atrás y, además, sabe que la afición responderá una vez más. Hay que ganar y conseguirlo será más fácil entre todos.
Por ello, nada menos que catorce peñas realistas han confirmado su presencia en el coliseo coruñés el 'día D'. Tampoco podemos olvidar a los aficionados donostiarras que, ante el temor de quedarse sin poder animar a su equipo, no faltarán a la cita porque adquirieron su entrada a través del club gallego. Es decir, no sólo habrá seguidores txuri urdin en el sector destinado habitualmente a los hinchas del equipo visitante, también habrá un buen número de 'infiltrados' en el resto de sectores del estadio.
Importa más bien poco que la Real sólo haya ganado cinco de los treinta y cinco encuentros que ha disputado en ese estadio. Cualquier otra temporada ese dato impondría respeto. Esta vez, no. Torres más altas han caído este curso, en cuanto a goles y nivel de juego se refiere. Torres del tamaño del Valencia, el Atlético de Madrid, el Málaga o el Athletic. No hay lugar para el pesimismo entre todos aquellos que van a protagonizar un desembarco masivo a Coruña.
Esto demuestra que el duro golpe que supuso ceder la cuarta plaza al empatar frente al Real Madrid no ha hecho mella en el ánimo de la afición, que sigue creyendo en la Champions. Sigue creyendo que la Real recuperará Galicia y parte de lo que perdió en Vigo en 2003, cuando los guipuzcoanos se dejaron la Liga frente al Celta. Sigue creyendo que esta vez las brujas no podrán ayudar a sus paisanos y que la lucha se decantará del lado de su equipo. Del lado de una Real que sueña con escuchar la melodía de la Champions en Anoeta y que una vez más estará totalmente arropada para afrontar un partido en el que hay mucho más que tres simples puntos en juego.
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