Este lunes dedicaremos En Línea
Real a la memoria del legendario campo de Atotxa. Inaugurado en 1913, este
año se conmemora el centenario de su nacimiento. Si bien, y tras 80 años de
tardes de barro y gloria, una victoria por 3-1 el 13 de junio de 1993 ante el
Tenerife fue el último partido oficial disputado en el viejo campo de Duque de
Mandas. Encuentro que significó también el adiós de una leyenda como Bixio Gorriz, que
colgó la botas tras ese partido siendo el realista que más veces ha defendido la camiseta blanquiazul (599)
El campo municipal de Atotxa fue construido tras la
demolición del velódromo impulsado por Julian Comet años antes. Comet, ´alma
mater´ del ciclismo en la ciudad y presidente del Club Ciclista de San Sebastián,
había prestado años antes el nombre del Club Ciclista a un grupo de
futbolistas donostiarras para poder participar en el Campeonato de España en
1909, ganándolo finalmente. Así, meses después nacía la Sociedad de Fútbol
de San Sebastián (cinco meses después de la fundación del equipo txuri urdin Alfonso XIII le concedió el título de ´Real´).
De ahí la famosa ´maldición
de Monsieaur Comet´ al sentirse traicionado y ver destruida su obra: “Jamás la Real será campeón”.
Si El Club Ciclista se había proclamado campeón al primer intento, la Real
Sociedad tendría que esperar setenta años para lograrlo y romper así una
maldición que pareció eterna.
Décadas en las que el modesto campo fue ampliándose paulatinamente
y cambiando su fisonomía hasta llegar a convertirse en un precioso campo de
añejo sabor británico. Un campo que vio nacer la Liga de Fútbol en 1929 y que vivió sus
mejores años a finales de los años 70, tocando el cielo con la mano en 1981 al
logran el primer título ligero, que vería su continuación un año después al
lograr el segundo en la última jornada en Atotxa ante el Athletic de Bilbao. Un campo que vivió una guerra y una durísima postguerra y
años de penurias en Segunda División, en la que los problemas económicos eran
una constante que impedían retener a sus mejores jugadores. Le siguió la época
del ´equipo ascensor´, años en Primera,
y algunas temporadas en Segunda. Hasta 1967, año donde se consiguió en Puertollano el último y
definitivo ascenso a la máxima categoría, de donde ya no se movería la Real hasta la desaparición del emblemático campo.
Un campo que años antes de alcanzar el Olimpo fue viendo asentarse
definitivamente al equipo y que abrió sus puertas por primera vez a una
competición europea en 1974, dando comienzo a la época más gloriosa que ha
vivido la entidad en sus más de cien años de historia. Un campo que vio debutar y crecer a jóvenes valores del Sanse que a la larga se convertirían en los más importantes de la historia del club y que recibió a rivales de la talla del Liverpool o el Inter de Milan .
Real Sociedad: Orgullo, identidad, sentimiento, pertenencia... 40 años de represión y dictadura acababan y daban paso a un nuevo escenario con la muerte de Franco... El 5 de diciembre
de 1976 Inaxio Kortabarria y José Ángel Iribar saltaban al césped de Atotxa
portando una Ikurriña todavía ilegal. Un derby que se saldó con victoria de los de Ormaetxea por 5-0 y que guarda para los libros de historia el primer gol del gran
Satrustegi, uno de los mejores de la historia del vetusto campo. Fueron años en los que Atotxa vio derrotar al Athletic 14 veces consecutivas (desde la 1968-69 hasta 1981-82)... Pero lo mejor, estaba por llegar.
La temporada 1979-80 nuestro añorado campo se convirtió en un fortín inexpugnable ayudando a lograr el récord de imbatibilidad que a día de hoy aún perdura, para asistir a la consecución de los posteriores dos títulos ligueros además de una Supercopa de España ganada al Real Madrid después de apabullarle en el partido de vuelta en Atotxa por 4-0. Atotxa, un pequeño gran campo que era una autentica olla a presión por la cercanía de sus gradas al terreno de juego que vio disputar una semifinal de la Copa de Europa ante el Hamburgo que finalmente se proclamaría vencedor del torneo.
La temporada 1979-80 nuestro añorado campo se convirtió en un fortín inexpugnable ayudando a lograr el récord de imbatibilidad que a día de hoy aún perdura, para asistir a la consecución de los posteriores dos títulos ligueros además de una Supercopa de España ganada al Real Madrid después de apabullarle en el partido de vuelta en Atotxa por 4-0. Atotxa, un pequeño gran campo que era una autentica olla a presión por la cercanía de sus gradas al terreno de juego que vio disputar una semifinal de la Copa de Europa ante el Hamburgo que finalmente se proclamaría vencedor del torneo.
Todavía quedaría por llegar un subcampeonato liguero y la
Copa de 1987, con una gran semifinal ante el Athletic de Bilbao como encuentro
más destacado en templo donostiarra, así como un gran papel en la Copa de la UEFA que vio a Atotxa contemplar una tanda de penaltis ante el Stuttgart alemán que apearía a la Real Sociedad de la competición a las puertas de las semifinales.
Y llegó el fin de un ciclo y la llegada de jugadores foráneos encarnada por Jonh Aldridge en el verano de 1989, debido al desmantelamiento al que habían sometido al equipo tanto el F.C Barcelona como nuestro vecino rico de Bilbao. Estos último años, en un ya estado ruinoso, se consiguieron cuatro participaciones más en la Copa de la UEFA. Y en su último año una espectacular victoria por 4-1 ante el Real Madrid en los cuartos de final de la Copa del Rey y un 1-0 al Athetic en el último derby disputado en nuestro amado y destartalado campo.
El 22 de junio de 1993 llegaría el "Agur Atotxa" y el homenaje más emotivo al que jamás he asistido, escuchando por megafonía al moribundo campo repasar en primera persona los mejores momentos de su historia y viendo marcar el último gol desde el punto de penalty al hijo del gran Sagarzazu, para una vez finalizado el acto, abrirse las puertas al terreno de juego para que todos los allí presentes nos despidiesémos de él, con los ojos lleno de lágrimas, mientras cada uno de nosotros se llevaba consigo un trozo de césped que plantaría en otro lugar perpetuando así para siempre la vida del inmortal campo...
Y llegó el fin de un ciclo y la llegada de jugadores foráneos encarnada por Jonh Aldridge en el verano de 1989, debido al desmantelamiento al que habían sometido al equipo tanto el F.C Barcelona como nuestro vecino rico de Bilbao. Estos último años, en un ya estado ruinoso, se consiguieron cuatro participaciones más en la Copa de la UEFA. Y en su último año una espectacular victoria por 4-1 ante el Real Madrid en los cuartos de final de la Copa del Rey y un 1-0 al Athetic en el último derby disputado en nuestro amado y destartalado campo.
El 22 de junio de 1993 llegaría el "Agur Atotxa" y el homenaje más emotivo al que jamás he asistido, escuchando por megafonía al moribundo campo repasar en primera persona los mejores momentos de su historia y viendo marcar el último gol desde el punto de penalty al hijo del gran Sagarzazu, para una vez finalizado el acto, abrirse las puertas al terreno de juego para que todos los allí presentes nos despidiesémos de él, con los ojos lleno de lágrimas, mientras cada uno de nosotros se llevaba consigo un trozo de césped que plantaría en otro lugar perpetuando así para siempre la vida del inmortal campo...
Real Sociedad: Grande entre los más grandes. Nací y crecí conociendo un equipo campeón, y un campo temido e inexpugnable, y eso me forjó y me marcó para siempre y ese sentimiento de orgullo y pertenencia me acompañará hasta el fin de mis días. El Mercado de frutas, Mujika, las columnas, el aroma a puro y césped cortado,
el barro, la ikurriña, las ligas, Europa... Atotxa, un templo del fútbol que jamás debió ser derruido y sí
reformado, que durante sus últimos once años de vida se fue cayendo a cachos mientras
los responsables políticos miraban a otro lado, rechazando la ubicación de
Zubieta para construir un nuevo estadio para el Mundial de 1982 o la reforma
integral de un decrépito Atotxa, construyendo finalmente ante su estado de
deterioro y para adaptarse a las medidas de seguridad que marcaba la UEFA, un
moderno y gélido estadio de Anoeta, que nada tenía que ver con la identidad y
el espíritu de un equipo que había jugado durante 80 años arropado por el calor
de su público, asestando como manifestó el gran José Luis Orbegozo un "rejón", si no de "muerte", sí que muy profundo que nos ha llevado a ser uno de los pocos equipos que no tiene un campo en propiedad y el único en la máxima categoría, junto al Mallorca, que posee pistas de atletismo.
Por supuesto, abordaremos este aspecto en nuestro especial En Línea Real 1913-2013, 100 años de Atotxa,
así como todo lo arriba narrado. Para ello contaremos con unos invitados de
excepción como son Xabier Almandoz y Juan Carlos Fano, socios desde hace más de 50 años, Oscar
Aldaia, Iñaki Egizurain, Carlos Ruiz, Jesús Castro -dueño del mítico restaurante
donostiarra La Espiga desde donde realizaremos el programa- y Elisa Manterola, que nos contará como su abuelo la llevaba todavía sin despegarse del chupete al emblemático campo de Duque de Mandas. Anécdotas y recuerdos que serán narrados por unos invitados
que conocieron bien el viejo Atotxa, y que nos contarán sus experiencias en el añorado campo.
Presentado por Aitor Castejón y dirigido por Iñaki Milla, En Línea Real dará comienzo a las 20:00h y podrá ser seguido en directo a través de la 95.9 FM, online en www.gipuzkoasport.com, o de una forma cómoda y sencilla desde tu smarthphone a través de la app TuneIn Radio, sintonizando el canal Gipuzkoa Sport.
¿Te lo vas a perder?


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