Los donostiarras desperdicia una ventaja de once puntos en el tercer cuarto y vuelven a caer en un final ajustado plagado de errores tan inexplicables como indignos.
Basta ya. Una vez más los seguidores de Lagun Aro se abandonan el pabellón cariacontecidos por no decir con un cabreo de los que hacen historia. Otra vez con el partido controlado, otra vez con balón para ganar, y otra vez el equipo de Laso vuelve a perder. Los donostiarras sólo han ganado dos partidos de los últimos catorce y se comienzan a complicar la vida, por mucho que algunos no quieran ver la paja en el ojo propio.
El asunto se ha convertido ya en algo digno de ingreso en un centro psiquiátrico. En lo que va de temporada Lagun Aro GBC no ha ganado ninguno de los finales apretados que ha disputado. En alguno se podría considerar mala, suerte, pero que en los últimos cuatro partidos te hayan comido la tostada en tres ya no es cuestión de fortuna. Algo hace mal el equipo, que comienza a estar en situación crítica. De momento le salva que los dos de abajo siguen sin ganar, porque si no...
Otra vez tres tiros libres fallados en los momentos decisivos. Otra vez dos malas defensas consecutivas que terminan en sendos rebotes de ataque mal cerrados. Y la lista sigue en aumento ante una parroquia que ya decide dedicarse a otros menesteres que a ir al baloncesto un domingo por la mañana. Alguien tiene que decir algo, alguien debería entonar el mea culpa, porque siempre le echamos la culpa a situaciones ajena y nunca miramos adentro para hacer autocrítica.
Se acabó, por tanto, eso de ser complaciente. Ya no sirve que Miralles realizara un gran partido, ni que Baron respondiera desde fuera a los triples de Hosley en los momentos calientes, si luego cuando hay que jugarse el todo por el todo un nuevo error en ataque cuando tienes bola para ganar termina dando al traste con todas las aspiraciones del equipo y las ilusiones de los aficionados, que cada vez van en menor cantidad al pabellón. Que alguien se lo haga mirar.
Igualado al descanso
Lagun Aro GBC levantó un parcial de 0-5 inicial y gracias a la aportación de Miralles, Doblas y Lorbek equilibró un partido que se le pudo complicar desde el inicio. Hosley y Robinson dejaron paso a Trias, Pere Tomas y McDonald, que se convirtieron en los referentes de los verdinegros en el primer periodo. El intercambio de golpes durante estos diez primeros minutos fue constante una vez Lagun Aro equilibró el marcador, y fueron los donostiarras los que lograron irse al tiempo muerto entre cuartos con ventaja de tres puntos en el luminoso (19-13).
La aportación de Baron, Lorbek y Panko desde fuera permitió a los de Laso coger una ventaja de siete puntos a menos de cuatro minutos para llegar al descanso (30-23), pero un parcial de 4-9 en ese tiempo con un Hosley acertado apretó el marcador y mandó el partido al descanso con mínima ventaja para los donostiarras (34-32).
Once puntos desperdiciados
Hosley empató el partido nada más volver del intermedio. Sin embargo, lo que Pepu Hernández no esperaba era la reacción fulgurante de un Lagun Aro decidido a acabar con la mala racha de resultados. Un parcial de 14-3 con jugadas para todos los gustos y aportación tanto de exteriores (Lorbek y Salgado), como de los pivots (Doblas y Miralles), levantó a los espectadores de sus asientos, que comenzaron a creer en las posibilidades de atar el partido y la décima victoria de la temporada (48-37 min.25).
Nada más lejos de la realidad, ya que La Penya salió del bache por el que estaba pasando para dar a los guipuzcoanos con su misma moneda, y devolverles un pacial de 6-15, que dejaba el marcador otra vez en la mínima expresión al final del tercer periodo (54-52). En esos minutos el ataque de Lagun Aro desapareció, las ideas se esfumaron y en defensa vieron como DKV Joventut rompía tanto la individual como la zona con decisiones acertadas.
Así se llegó al último cuarto. Miralles se hizo con el juego interior de los donostiarras. Reboteó tanto en defensa como en ataque, faceta ésta en la que también aportó. Parecía que los guipuzcoanos querían escaparse en el marcador, pero por una cosa o por la otra no lo terminaban de lograr. Un triple de Baron a tres minutos del final ponía cinco arriba en el marcador a los donostiarras (66-61) y al pabellón al borde de la celebración, pero los verdinegros, que no se dieron por vencidos volvieron a remontar y con dos triples de Jelinek y Hosley dieron la vuelta al partido a minuto y medio para el final (70-72).
Para entonces Miralles ya había fallado dos tiros libres que permitieron con el posterior triple remontar a DKV Joventut. La debacle comenzaba a asomar por las puertas de Donostia Arena 2016. Baron anotó un triple para poner de nuevo por delante a Lagun Aro, y a Lorbek le tembó el pulso en la siguiente jugada. 74-72 y medio minuto por delante. Robinson fue a la línea de tiros libres, anotó el primero falló el segundo y cazó su propio rebote ofensivo, que terminó en asistencia para mate de McDonald (74-75).
Nueve segundos y balón para Lagun Aro. ¿Se lo imaginan, verdad? Salgado la bota, se hace un lío y la termina perdiendo a menos de dos segundos para el final. Otra vez otra oportunidad de ganar al final desperdiciada y otra derrota a un saco cada vez más grande y que puede terminar complicando la vida a un equipo que tiene un grave problema en este tipo de situaciones.
Ficha técnica
74 - Lagun Aro GBC (19+15+20+20): Salgado (11), Panko (13), Miralles (12), Doblas (6), Lorbek (12)- cinco inicial- Kone (9), Uriz, Baron (11), Skita, Alfonso Sánchez, Lasa.
76 - DKV Joventut (16+16+20+24): Trias (12) Robinson (9), Hosley (17), Pere Tomás (10) y McDonald (16)- cinco inicial- Franch (6), Todorovic, Homs, Joan Tomás, Ventura, Jelinek (6).
Árbitros: Amorós, Pérez Pérez y Martínez.
Incidencias: 4.500 espectadores en el San Sebastián Arena 2016.
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