Parecíamos un equipo pequeño, teníamos miedo del 'lobo' Barcelona y lo pagamos. Para el minuto 11 ya perdíamos 0-2 y parecía que podía ser una derrota dolorosa y todos, absolutamente todos, pensamos que esta liga era, evidentemente, bipolar, pero nos levantamos.
Montanier varió su esquema y no puso un 4-3-3, puso un 4-1-4-1 con Bravo; Estrada, Demidov, Iñigo, De la Bella; Illarramendi, Zurutuza, Mariga, Prieto, Griezmann y Agirretxe.
Guardiola dispuso de su clásico 4-3-3 que podía ser un 4-4-2, Valdés; Alves, Busquets, Fontás, Adriano; Keita, Xavi, Thiago, Cesc; Alexis y Pedro.
Minutos antes del partido se dijo que Guardiola había tenido un ataque de entrenador pero no lo fue menos el de Montanier. Cambió su esquema de siempre, ese esquema que nos vendieron como el del Barcelona, pero no jugamos con él. Illarramendi actuó como único pivote defensivo con Zurutuza y un desafortunado Mariga por delante. Griezmann estuvo en la derecha, Prieto en la izquierda y Agirretxe fue un islote. Para colmo, la defensa defendió en zona de tres cuartos y eso es peligroso contra los extremos del Barcelona, pero más si, además, no presionas su línea de creación. Un auténtico harakiri el que planteó Montanier.
Para el minuto 11 el electrónico mostraba un 0-2 con goles de Xavi y Fábregas. La defensa era un coladero, Estrada y De la Bella dejaban auténticas autopistas en sus laterales y Pedro y Alexis primero, y Villa después, encontraron la espalda de la zaga una y otra vez.
El Barça movió lo que quiso y más ante una atónita Real Sociedad que las veía venir y que tuvo media ocasión de peligro con un remate tímido de Prieto.
Se dejó las pruebas Montanier en el vestuario y el equipo lo notó. Prieto volvió a su carril y Griezmann también. El equipo tiró para adelante, no había nada que perder y al poco de empezar ya tuvo Agirretxe una clara. Un sensacional centro de Estrada lo bajó de pecho el '9' realista para, después de proteger el esférico brillantemente, disparar y estar a punto de anotar el primero.
Poco después hizo el de Usurbil el 1-2 con un testarazo tanto un centro medido de Prieto. Sin tiempo para darse cuenta del primero, hizo la Real el segundo con un remate a puerta vacía de Griezmann tras una mano de Busquets para evitar el doblete de Agirretxe.
Con el 2-2 entraron Messi e Iniesta por un lado y Cadamuro, Aranburu y Vela por el otro pero nada cambió. De haberse producido un cambio, se habría producido a favor de los locales que tuvieron, mediante Iñigo Martínez, dos grandes ocasiones. Una la sacó Alves, la otra Cesc con la mano, pudo ser penalti.
El empate no tapa el fatal planteamiento de Montanier ni tampoco el pobre partido de Mariga. El técnico galo dispuso del keniata por delante de Illarramendi y el del Inter no apareció. Además, el galo, tardó 70 minutos en sustituirle cuando ya se le había visto flojo con el balón en los pies y carente de esa potencia física que nos dijeron que tenía.
Poner a Prieto y a Griezmann a banda cambiada estuvo mal. Tardar 45 minutos en cambiarlos, peor. Tiene que apuntar muchas cosas Montanier como por ejemplo que ayer, no era día para Mariga y si para Aranburu.
Además, para los nuevos, que subrayen los nombres de Illarramendi y de Agirretxe. El pivote sensacional, el '9' es el nuevo Darko. Tiempo al tiempo. Que tiemble el Pizjuán.
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