Sí. Aún me dura la euforia de lo que viví el sábado. Creo que nos pasa a unos cuantos. Me atrevería a decir que a todos los que estuvimos en Anoeta el sábado. La segunda parte del otro día en Anoeta, fue de ensueño, inimaginable, sencillamente espectacular. Pero parece que solo lo valoramos unos pocos.
Este fin de semana, como siempre, he pecado de masoquista y me he tragado algún telediario, para ver los goles. Especialmente, para volver a vibrar con ese salto de Agirretxe dejando por los suelos a todo un campeón del mundo como Busquets, con mención especial en ese gol para la minibicicleta previa al centro que da lugar al 1-2 que le hace Xabi Prieto a Adriano, o para volver a vibrar con esa asistencia de Villa a Agirretxe, quien deja por los suelos a Victor Valdés, y que acabó remachando Griezmann tras golpear el disparo del usurbildarra en el larguero, mano de Busquets incluída.
Y por si ver los telediarios no es suficientemente masoquismo, he leído unos cuantos periódicos, ya sean en papel u online. Y lo que he encontrado tanto en televisión, como en papel, como online, es que el Barça tiró el partido. Indignante. Y digo indignante porque parece que la Real no estaba sobre el campo. Parece como que, se me va a permitir la expresión, los cojones que le echaron en la segunda parte los locales no tienen cabida en la prensa de tirada nacional. Tienen lo que quieren. Pinchazo Culé, crisis, fin de ciclo, y demás tonterías. Páginas, páginas, y más páginas.
Sin embargo, en muy pocos sitios he leído, y oído, la mejora que tuvo la Real en la segunda parte. El nuevo aire que obtuvo con Xabi Prieto y Griezmann en sus bandas habituales. O la inconmensurable segunda parte que tuvieron la pareja de centrales, con un Demidov saliendo con el balón jugado y con un muro llamado Iñigo Martínez. O, en mi opinión, el gran segundo tiempo de Dani Estrada. O la encomiable labor de Cadamuro tapando a Messi, quien no supo como colarse. Lo intento con piscinazo, pero Mateu Lahoz le cazó, y amarilla que te crió. Dirán luego de Fair Play...
Y lo que me gustaría remarcar, en muy pocos sitios comentan que a punto estuvo Iñigo Martínez de meter dos cabezazos y darle la victoria a una Real Sociedad que hizo una segunda parte para tenerla guardada en video, en DVD, o como sea.
Lo que también he leído es como se dice que un jugador de la Real se cargó a Alexis Sanchez, lo cual ya es el colmo. Se puede valorar que Dani Estrada va fuerte, que va a por todas, y hace bien, bueno bien, hace perfecto, esto es fútbol, no parchís. Pero lo más importante de esa acción, es que el lateral Txuriurdin llega bastante antes que el extremo chileno al balón. Pero parece que en cuanto se entra con ganas y el del otro equipo va de blanco o de azulgrana (de negro el sábado) la culpa es del que hace bien su labor. Lo de siempre.
Y ya, el colmo, es oír a Busquets dando excusas tan lamentables como que el campo estaba seco o que, esta ya es enorme, la Real se encerró atrás. ¿Que la Real se encerró atrás? Si lo único que se puede considerar como defensivo es la entrada al campo de Cadamuro por Xabi Prieto. Pero es tremendo que se diga esto en primer lugar cuando la Real estuvo a punto de dejar los tres puntos en Anoeta, y en segundo cuando los cambios que hizo la Real fueron de hombre por hombre.
La euforia y la alegría del sábado no me las quita nadie, pero el no hablar de los méritos de los denominados humildes cuando ponen en apuros a los colosos del fútbol español, es una de las cosas que fomenta la Liga de dos. Somos lo que comemos. Yo el primero.
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