La Real Sociedad se
reconcilió anoche con su afición en Anoeta y dio un paso vital para su
permanencia en Primera División tras golear por un contundente 4-0 a un
decepcionante Rayo Vallecano.
Los presagios
anunciaban una noche difícil. Un gran sector de la afición pitó al equipo
cuando éste saltó al terreno de juego, mostrando de este modo el malestar de la
grada ante los últimos resultados y la fiesta nocturna en Madrid. Los primeros
minutos del choque, lejos de aliviar la tensión, la acrecentaron aún más. El Rayo Vallecano presionaba a
la Real en su propio campo y en el minuto 3, Diego Costa tuvo en sus botas el
0-1 pero afortunadamente erró en el mano a mano con Bravo al disparar a las
nubes. Fue sin duda la
jugada clave del partido porque sólo dos minutos después, la Real en su primer
acercamiento a la portería de Joel conseguía el 1-0 en una preciosa jugada con
combinaciones rápidas y que consumó Agirretxe tras rematar a la perfección un
gran centro de Dani Estrada
El gol de Agirretxe
descargó de tensión a los jugadores y a la grada y los pitos del principio no
volvieron a aparecer. Con el 1-0, la Real vio que se
encontraba cómoda atrás. El Rayo llegaba fácil hasta las tres cuartas partes
del campo pero se mostraba fallón en el último pase y era incapaz de crear
ocasiones de peligro. Los jugadores
realistas observaron que el modo de hacer daño al Rayo era el contragolpe y
esperaron agazapados atrás, para luego con su velocidad aprovechar las enormes
lagunas defensivas de los vallecanos.
El encuentro no era
vistoso pero la Real lo interpretaba con inteligencia. Pasada la media
hora, llegaría el 2-0. De nuevo Estrada , gestó la jugada desde la banda
derecha con un buen centro al que siguió una sutil peinada de Agirretxe y un
buen remate de Zurutuza que batía a un nervioso Joel. La Real no estaba
avasallando al Rayo pero le tenía cogida la moral.
Al descanso, los
silbidos del principio se habían convertido en aplausos.
La decoración no
cambió mucho en la segunda parte. La Real cedía descaradamente el balón al Rayo
para intentar hacer daño al contragolpe. De un corner a
favor del Rayo, surgiría en el minuto 53, el 3-0 en un pase magistral de
Elustondo que aprovechó Griezmann para sentenciar el partido. Este gol hundió a los madrileños que sólo un minuto después encajaron el 4-0 en un magistral gol de
Carlos Vela en la que el mejicano demostró su calidad, su velocidad, su
potencia y su definición.
Anoeta era ya una
fiesta. El público hacía la ola y los numerosos seguidores del Rayo que
acudieron a San Sebastián, se lo tomaban con filosofía y se confraternaban con
la afición realista (es de elogiar su cánticos en favor de Aitor Zabaleta).
Los
últimos 35 minutos se hicieron muy largos. Ni tan siquiera con 4-0, la Real
quiso llevar el peso del partido y se dejó llevar sin apenas generar
oportunidades. Por su parte, el
Rayo Vallecano seguía mostrando su peor cara. Dominaba pero sólo hizo
intervenir a Bravo una vez durante todo el envite. Una ovación a
Tamudo en su regreso a Anoeta pondría el colofón al partido.
Pérez Montero
decretaba el final del encuentro. La Real le había devuelto la moneda al Rayo
goleándole por 4-0 (mismo resultado que encajó en Vallecas en la primera
vuelta), y conseguía tres puntos que servían no sólo para relajar el ambiente,
sino para certificar prácticamente la permanencia en Primera División. La distancia con el descenso vuelve a ser de 8 puntos a
falta de 8 partidos para acabar la liga. No obstante, con 36 puntos no
seguiremos en Primera con lo que no hay que bajar la guardia y seguir luchando
hasta el final.
Una vez más,
Montanier ha vuelto a demostrar que tiene más vidas que un gato. Cuando parecía
que ya estaba sentenciado, vuelve a aparecer una victoria convincente y
salvadora. No obstante, al
terminar la liga, será necesario hacer una lectura pausada y con la mente fría
porque sigo creyendo que con Montanier, el destino de la Real no es nada
halagüeño.
La Real sanó parte de sus heridas aunque
tampoco tenemos que volvernos locos de alegría. Noches como las de ayer demuestran que la Real es capaz de brillar pero al acabar la temporada haremos
un análisis global de lo que ha sido la temporada y de momento, el balance es
de aprobado raspado.
En manos de la Real
está que podamos subir la nota. Quedan 8 partidos por delante para que nuestros
jugadores intenten dejar en nuestro paladar un buen sabor de boca. Anoche lo
consiguieron, pero que no sea cuestión de un día.
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