El equipo donostiarra ha
encajado tres derrotas consecutivas ante Getafe, Levante y Real Madrid y aunque
no han tenido un efecto clasificatorio demasiado dañino (seguimos con una renta
de 8 puntos sobre el descenso), sí que han envenenado el ambiente en torno a la
Real.
Montanier vuelve a estar en el ojo
del huracán. El míster francés se está ganando a pulso que su número de
detractores vaya aumentando semana tras semana. La afición realista está dolida con
un entrenador que sigue desconcertando con extrañas alineaciones y tácticas y
con una manera de gestionar los encuentros que casi nadie comprende. Los nombres de Luis Aragonés y Unai
Emery han salido ya a la palestra como futuribles entrenadores de la Real
Sociedad para la temporada 2012-2013, y seguro que aparecerán nuevos rumores
aunque de momento, no son más que meras conjeturas. Recordemos también, que la flor de Montanier
ya acudió a su rescate esta misma temporada y todavía no tenemos que dar por
muerto al técnico de Vernon.
Otro dardo envenenado nos ha llegado
tras conocerse el hecho de que varios jugadores de la Real, tuvieron permiso
para disfrutar de la noche madrileña tras el esperpéntico espectáculo que
ofrecieron el pasado sábado en el Santiago Bernabeu. Son jóvenes y tienen derecho a
disfrutar de la vida, pero también debían tener un poco de picardía y complicidad con la afición, y al menos
aparentar que sienten las derrotas del equipo. Pero esto es un mal endémico que
afecta al gremio de los futbolistas de élite.
Un ejemplo aún más hiriente se
produjo hace 8 años cuando tras un Betis- Real Sociedad en que el equipo
donostiarra llegó a fallar dos penaltis y cosechó una derrota que le dejó con
la soga en el cuello a falta de 4 partidos para el final de liga, algunos
realistas tuvieron la brillante idea de reunirse después del partido con los
jugadores béticos para organizar una fiesta privada en casa de alguno de ellos.
Para poner el colofón a una semana
cargada de malas energías, ayer una emisora de radio estatal aseguraba que el
Real Madrid tiene ya apalabrado el fichaje de Rubén Pardo para la próxima
temporada. Nuestra mayor promesa puede irse de
nuestras manos, sin que apenas haya podido disputar encuentros oficiales con el
primer equipo, aunque su clausula asciende a 30 millones y si Florentino lo quiere tendrá que pasar por caja.
En este marco de tensión, llega el
encuentro ante un imprevisible Rayo Vallecano. Si algo se puede decir del equipo
vallecano es que es valiente. Sandoval ha apostado durante toda la temporada
por un fútbol vistoso y atrevido con independencia de cuál sea el escenario y
el rival. Aunque a veces ha pagado como
precio alguna goleada de escándalo, el Rayo Vallecano está completando una
temporada muy meritoria y está asentado en la zona media de la tabla con uno de
los mejores registros goleadores de la liga. Fuera de Vallecas, ha conseguido 5
victorias y entre sus hazañas cabe destacar el haber marcado 5 goles en el
Ciudad de Valencia ante el Levante.
Entre sus jugadores destacar a
Michu (la gran revelación de esta liga), Diego Costa y un viejo conocido de la
afición txuri urdin -Raúl Tamudo- que aunque no será titular es probable que
dispute algún minuto.
No sé qué Rayo veremos el domingo
pero como estén inspirados, lo pasaremos muy mal.
La historia es favorable para la Real con 8 victorias en
los 12 enfrentamientos ligueros que ha disputado contra el equipo madrileño en
Anoeta en Primera División (el Rayo sólo ganó en San Sebastián en Atotxa en
1992, aunque hace dos temporadas venció aquí en Copa).
La presión que soportará la Real en
este partido es mayor de lo que puede parecer. La suerte con los resultados ajenos
no nos va a acompañar siempre y si el Sporting-Zaragoza concluye con victoria
gijonesa o maña o el Racing derrota al Granada en El Sardinero, la Real
iniciará el choque con sólo 5 puntos de margen sobre la zona de descenso. Después del duelo ante el Rayo, la
Real tendrá que visitar el difícil estadio de Cornellá del Prat con lo que
espero que este fin de semana, no cometamos errores.
Esta plantilla que parece que solo
responde ante la presión de verse al borde del precipicio, tendrá que volver a
demostrarlo esta noche. 33 puntos no son suficientes para
seguir en Primera y si seguimos dormidos en los laureles, nos podemos despertar
en Segunda División. Quedan 9 jornadas para que concluya
esta larga y decepcionante liga, y espero que por lo menos lo
podamos hacer tranquilos y con una tenue sonrisa.
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