Real 0-1 Espanyol: ¡¡¡POR TI, SI!!!
Siempre he presumido de ser un ser humano que no se enfada con facilidad, manteniendo siempre un carácter jovial y risueño que incluso contagia a los que están a mi alrededor. De hecho, soysabíais que soy la mejor saca sonrisas del mundo. Preguntárselo a ‘mi otro yo’ si no me creéis. Por eso, últimamente no me reconozco.
Sé que muchos no me entienden. Y no para de escuchar frases como: ‘sólo es fútbol, mujer’ ‘¿estás cabreada por eso? ¡Qué chorrada!’ ‘olvídate de esa banda de gandules que no te dan de comer’ ‘¿te pagan cuando ganan? No, ¿verdad? ¡¡¡Pues ellos bien que cobran aunque pierdan!!!’ ‘ni que te fuera la vida en ello, chica’ ‘¿otra vez estás así por ‘tu-Real’? ¡¡qué tontería!!’ Pues ni me dan de comer, ni me pagan y últimamente no me dan ni alegrías, pero siempre termino poniendo la otra mejilla por pura pasión. Por puro sentimiento txuri txudin.
No quería ir a Anoeta. ¡¡¡YO!!! No quería porque tenía miedo; no sabía cómo iba a reaccionar después de lo de Córdoba. Además, llovía y el partido era a las doce. Salí de casa como quien tiene cita con su dentista. Me asustaba mi reacción porque las heridas aún estaban abiertas, pero la ilusión pudo al pánico y me enfundé esa camiseta con mi seis, agarré el escudo y pensé: ‘POR TI, SI’. No quería pero en mi fuero interno deseaba verte.
Algo dentro de mi decía que algo malo iba a pasar y eso que la previa fue inmejorable y me hizo conocer por casualidad a viejos amigos virtuales, compañeros de fatigas y más txuriurdines que el himno que recorren muchísimos kilómetros sólo por verte. Detrás de cada socio, de cada simpatizante de la Real, hay una historia fantástica del amor que sentimos hacia ti. Por ello, si no doliera ni te quisiéramos, no sufriríamos ni pediríamos cambios para verte sonreír de nuevo.
Perdimos. Y de nuevo de forma dolorosa. Perdimos un partido más en casa y eso que los de casa eran nuestra baza, el AS de nuestra manga, nuestra carta ganadora. Pero esta vez, el rival nos tomó la medida y en un golpe de suerte, a diez minutos del final, llegó su órdago a la grande llevándose los tres puntos, la partida y hasta el tapete.
El Espanyol llevaba un año sin ganar fuera de casa. Seguramente, llegaría tranquilo con el convencimiento de que Anoeta era su momento, su aspirina, su cura. Y lo fue. Sin hacer ruido y sin apenas tirar a puerta, se llevó el gato al agua ante la mirada atónita de las 22.000 gargantas que no sabían si ya había llegado el momento de pedir la dimisión o si deberían seguir animando hasta el final.
No fue un partido malo. Pero no tuvo alma, ni carácter… sólo vi en Carlos Martínez un atisbo de la Real que quiero, peleona y con fuerza. Se nos fueron de las manos los puntos y la poca vida que nos quedaba, la ilusión y la cabeza y buscando nuestro corazón, pedimos a la razón que nos sacara de dentro un cántico ensayado durante meses que hablaba de dimisión para Montanier.
Pero a él le da igual. En sala de prensa tuvo el valor de decir que le da igual lo que pasa en la grada. La grada es el corazón del equipo, el motor que lo impulsa y hace que funcione. La grada representa y es la voz de los miles de fieles que sufren y sienten por ti en la distancia. A quien no le importe lo que la grada sienta, no le importa el club. Hoy lo he visto claro: a Montanier no le importa la Real. Y si a un entrenador no le importa su equipo, debería marcharse.
Hoy no sonrío aunque haya sido capaz de sacaros alguna sonrisa en las redes sociales. Hoy es un día triste porque aunque sé que mis palabras no van a llegar donde deben, sé que vosotros que me leéis semana tras semana sentís como siento, vivís mi pasión como yo la vivo y entendéis que aunque queramos hacer caso a Mikel González cuando pide UNIDAD entre directiva, técnico, y afición, cuando nos tocan el alma, nos matan la sonrisa y esa unidad termina siendo una utopía.
Me costará darle la vuelta si no veo reacciones que vengan desde arriba. Algún mensaje, al menos, en el que la directiva demuestre que escucha nuestra voz. Y aunque no me canso de decir que el entrenador no es 100% culpable, hoy me ha tocado la fibra con sus palabras. Que no le importo….. pssss
Como dice la canción, ‘nunca caminarás solo’ y aunque podamos dormir en puestos de descenso, siempre merecerá la pena vivir por verte. El próximo destino será Málaga y no parece el mejor escenario para remontar, pero seguro que a mitad de semana seré capaz de volver a sonreír.…¡¡¡¡POR TI, SI!!!!
Cris García
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