Dentro de un estado desquiciante de busca y captura de pruebas que confirmen el supuesto dopaje de la Real, Sander Westerveld se vio involucrado ayer en un episodio esperpéntico debido a una sospechosamente equivocada traducción de unas declaraciones que realizó a la revista holandesa Voetbal International.
Como cabía esperar, los medios en Madrid, con El Mundo a la cabeza, que no tardó en publicarlo en su página web, no destacaron el verdadero significado de sus palabras, en las que aseguró con contundente la explicación del subcampeonato: "En mi época no había necesidad de doping en la Real. El subcampeonato lo logramos con fútbol de calidad técnica y táctica. No con fútbol de pelea ni haciendo 90 minutos a todo gas". Los medios que leyeron las declaraciones tiñieron de amarillismo su traducción en una de las cuestiones que el portero aborda de manera un tanto imprudente al dejar lugar a equívocos: "Por supuesto que en la Real había jugadores que antes y después de los partidos recibían terapias intravenosas". Ávidos de morbo, algún periodista cometió, supuetamente de manera no intencionada, la torpeza de traducir "transfusiones" en lugar de "inyecciones". Casi nada.
Westerveld fue entrevistado en el Partido de las Doce de la Cope y explicó que lo que quería decir era que a veces se inyectaban "suero", algo que es una práctica habitual en todos los vestuarios profesionales de equipos de fútbol.
El exrealista también confirmó en la misma entrevista que jamás vio nada extraño en el vestuario txuri-urdin, aunque eso no trascendió demasiado al no ser las palabras que muchos tenían ganas de escuchar: "Yo nunca noté que un preparado mejorase extremadamente mis prestaciones. Considerando todas las historias de los últimos tiempos, no pongo la mano en el fuego por nadie. Pero yo nunca vi o noté que alguien recibiese nada raro".
Westerveld consideró "extraño" que el expresidente del club Iñaki Badiola haya denunciado la adquisición de sustancias dopantes durante mandatos anteriores y dijo que ese tipo de afirmaciones siempre deben ir acompañadas de "nombres y apellidos".
Diego Rivas
Las declaraciones del holandés se suman a las realizadas anteriormente por el entrenador Raynald Denoueix, Valery Karpin, Díaz de Cerio y, sobre todo, por el capitán blanquiazul Xabi Prieto que han negado rotundamente, que haya habido doping en el vestuario de Zubieta. El último en sumarse a este corriente de desmentidos fue Diego Rivas, que actualmente milita en el Hércules. El manchego fue contundente: "Me parece surrealista que salga eso ahora, pero razones tendrá el que lo saque. Tampoco estoy muy atento y solo me han comentado un poco de lo que han dicho y sé que hay una bolsa que pone RSoc. Yo, por lo menos, no vi nada raro y confío en todos los que estábamos allí. No tomábamos sustancias ilegales, algún vino que otro, pero nada más", aseguró de manera irónica.
Como confirmó ayer el club, los que no van a volver a hablar sobre este tema y van a ceñirse a lo declarado el martes por Prieto son el resto de sus compañeros para centrarse en el duelo de Zaragoza.
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