La Real completó ayer su última jornada completa en Boltaña. El buen ambiente siguió presidiendo la concentración de los blanquiazules, pese a que la cena del martes por la noche dio mucho juego y sacó a relucir los piques generados por la prueba de bicicleta. Muchos se echaron en cara el haber hecho trampas escondiendo balizas que puntuaban más alto (algunos no podían aguantar el ataque de risa) o se acusaban de espionaje. Viendo la reacción de casi todos, el que estuviera libre de culpa que tirara la primera piedra. Por supuesto que todo sucedió con un clima de máxima cordialidad y diversión.
Boltaña amaneció ayer con un día de sol primaveral. En el entrenamiento Montanier organizó una competición por equipos, en la que había que superar diferentes pruebas puntuables en un circuito. Los ejercicios eran los siguientes: marcar desde la línea de fondo sin hueco, colocar el balón en la red lateral por dentro de una portería desde unos once metros, dejarlo entre cuatro palos desde unos diez metros, dar dos toques en el aire y marcar de volea sin que tocara el suelo, chutar a los postes desde fuera del área y encestar un balón en un cubo de basura desde unos siete metros. Aparte de la evidente destreza técnica de los realistas, lo que más llamó la atención a las cerca de 100 personas (bastantes seguidores txuri-urdin) que asistieron a la sesión, fue la extraordinaria competitividad que demostraron los blanquiazules. En numerosas ocasiones incluso no dudaron en discutir con los jueces de cada etapa.
El equipo estaba dividido en grupos de tres y no se cumplieron los pronósticos, ya que no ganaron los dos favoritos, que eran los formados por Xabi Prieto, Agirretxe y José Ángel, y Griezmann, Vela y Elustondo. Los vencedores a la chita callando acabaron siendo Estrada, Carlos Martínez y Zurutuza. El de Rochefort, que abandonó la concentración en su vehículo particular para asistir en Iparralde al funeral de su abuelo, salió del hotel bañado en la gloria, después de firmar un papel protagonista el martes en la victoria de su grupo en la prueba de la bicicleta (tampoco se libró de acusaciones y sospechas). El torneo de fútbol-tenis posterior se lo llevaron Xabi Prieto y Agirretxe, a los que se les vio felices por su gesta.
Al término del entrenamiento y tras entregar una placa conmemorativa y de agradecimiento por la visita al alcalde, el delegado Juantxo Trecet organizó una foto con unos niños de un colegio de nueve años que se sabían los nombres de casi todos los realistas. Cuando la plantilla les aguardaba en el centro del campo, al acercarse, en lugar de colocarse para posar, los chavales abordaron directamente a Griezmann para que les firmara un autógrafo. El resto de los jugadores, entre risas, se fue marchando, hasta que finalmente volvieron y se sacaron la instantánea, en la que Diego Ifrán se tumbó en el suelo para salir en primera línea.
Tenis y frontenis
Después de almorzar y descansar en sus respectivas habitaciones, llegó el momento de la tercera actividad organizada del stage, el torneo por parejas de tenis y frontenis. En esta modalidad las diferencias fueron grandes. Los había muy habilidosos, otros no tanto… Entre los más destacados en la central de Boltaña, sin duda alguna, Agirretxe con una derecha demoledora, Xabi Prieto y Elustondo. Los partidos más divertidos fueron los que jugaron Griezmann y Vela, que se presentó en la pista con una cinta en el pelo elaborada con una especie de papel higiénico. Ros asumió el papel de McEnroe, con una protesta sobre una bola, a la que el juez de silla, Karla Larburu, reprendió con vehemencia. Finalmente la pareja ganadora fue la formada por el cañón de Usurbil, Agirretxe, y Iagoba Arrasate, el ayudante de Montanier.
En el frontón no hubo color y la dupla de los porteros Zubikarai y el riojano Royo se llevó el campeonato de calle.
La plantilla realista regresará hoy a Donostia después de recuperarse en una sesión de spa y almorzar en el hotel Barceló Monasterio de Boltaña, en el que el trato ha sido en todo momento exquisito.
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