¿Se están cumpliendo los objetivos que se habían marcado con esta concentración?
He venido hablando con Philippe, con los consejeros y algunos jugadores, y todo está saliendo en función de las previsiones que teníamos. Los objetivos se están cumpliendo: salir de la rutina de Zubieta, en una semana en la que es más complicado para los jugadores mantener la concentración e ir a entrenar con las mismas ganas. Y cuando no vas a entrenar con las mismas ganas, se producen situaciones de riesgo. Y no queríamos. También buscábamos recuperar a la gente que está tocada, hacer unas actividades diferentes a nivel físico y mental y preparar los diez partidos que van a decidir nuestra clasificación. Y además hace buen tiempo. No planteamos todo a capricho. Se pensó y planificó.
¿Cómo y cuándo surge la idea de venir?
Ya veníamos preparando con Philippe lo que iba a ser esta semana del parón. Queríamos planificar la preparación del equipo para el final de la temporada. Quince días antes de esta semana fue cuando decidimos venir.
La Real afronta en el cuarto lugar este sprint final. ¿Es una exigencia añadida mantener este puesto?
No tenemos que mirar a la clasificación, que es fruto del trabajo que se está realizando y de conseguir una regularidad, y puede variar de un partido a otro. Era uno de los objetivos marcados al inicio de la temporada: ver el crecimiento individual de los jugadores y comprobar cómo afectaba al grupo. Y se está consiguiendo. Hay que seguir en la misma línea e ir partido a partido, tratando de mantener ese nivel competitivo en cada uno de los diez encuentros que quedan.
¿Se podía prever que la Real estuviera cuarta a estas alturas?
Era un objetivo muy complicado. Y mantener el cuarto puesto va a ser muy difícil. Quiero transmitir que los grandes objetivos marcados para esta temporada ya se están cumpliendo. Por lo tanto, pase lo que pase, la clasificación final va a ser buena, porque no creo que suceda ninguna hecatombe. Seamos cuartos, quintos, sextos o séptimos, muchos de los objetivos ya se han cumplido y por lo tanto tenemos que estar satisfechos. No puede ser una decepción no poder mantener el cuarto puesto, aunque lo vamos a pelear. Incluso trataremos de recortar con los de arriba.
¿Está ilusionado con esa posibilidad de ser cuarto?
Tenemos que tener esa ilusión. Y lo vamos a pelear. El equipo está súper concienciado y se ve capaz de pelear por esos puestos. Lo que no puede ser es que sea una decepción no ser cuarto al final. El primer objetivo ya está hecho: lograr los puntos necesarios para la salvación. Estamos en una situación de privilegio que vamos a pelear a muerte para mantenerla.
¿Puede llegar un momento en que al equipo le pueda la presión o le entre vértigo?
No. Es una racha muy positiva, en campos dificilísimos, como el del Atlético de Madrid. Pero es verdad que, aunque no te entre vértigo, se te pueda escapar algún partido porque no juegas bien, porque el rival es mejor, tiene más acierto o pasa algo con el árbitro.
¿Estaba esta plantilla diseñada para pensar en Champions el pasado verano?
No. Estaba diseñada dentro de una filosofía y un proyecto que se inició hace cuatro años. Esperábamos que el crecimiento del equipo y los jugadores se iba a dar. No sabíamos cuándo. Sabíamos que el futuro de la Real iba a pasar por estos jugadores y por este perfil de plantilla. El resultado está siendo más rápido de lo que esperábamos.
¿Alguien citó la palabra Champions en las reuniones de verano?
No me acuerdo, tendré que repasar los papeles. Sabíamos que íbamos a superar los problemas de años anteriores, la diferencia de los partidos de casa y los de fuera o esos encuentros que empezábamos ganando y terminábamos perdiendo. Hemos logrado regularidad.
¿Por qué está la Real por delante de equipos con mucho mayor presupuesto que el Valencia, el Málaga o el Athletic?
Porque tiene lo que siempre ha tenido la Real. Aparte del talento que puede tener en este momento el equipo, un compromiso único de todos los jugadores, un vestuario muy sano y el trabajo de los técnicos y los propios futbolistas. Eso nos diferencia de otros vestuarios.
Aperribay decía que esta plantilla le recuerda a la de la Real campeona. ¿A Loren le recuerda más a la posterior, la suya, que ganó la Copa?
Son diferentes. Diferentes jugadores, cualidades de los jugadores, perfiles... Pero sí se ha retomado en el sentido de club y de vestuario. Ahí sí tiene similitudes con el de los campeones de Liga y el que yo viví, que ganó la Copa y fue subcampeón de Liga y Copa un año más tarde. Pero este estilo de juego es diferente al de aquellos equipos, que también tenían un nivel alto de fútbol.
Este equipo lleva más goles que el subcampeón de Denoueix de hace diez años.
Son números importantísimos, de récord. Se están consiguiendo cosas impensables en 2006. Parecía que la Real estaba en situación de déficit con lo que se está moviendo en el fútbol. Y se está consiguiendo, porque se adoptó una postura en los momentos más duros y traumáticos. Siendo la Real es más fácil lograr cosas importantes que dando tumbos. La Real compite con su idea y esa es su fortaleza.
¿Qué es lo que más le ha gustado en estas 28 jornadas?
La capacidad que ha tenido el equipo de resolver situaciones comprometidas. Hasta en los momentos más difíciles, la directiva, el Consejo y los técnicos hemos mantenido la línea marcada. Sin ir más lejos, en enero decidimos no traer nada porque pensábamos que había jugadores que estaban por debajo de su nivel. Y ese crecimiento ha sido el mejor refuerzo.
¿Y lo que menos?
No es fácil hablar de cosas para mejorar, porque el equipo está dando un rendimiento altísimo en todas las facetas del juego. Hay que hilar muy fino para ver dónde podemos mejorar. Esto que hemos conseguido no ha sido fácil. Cuando pensemos que todo está hecho sin trabajar, tendremos un problema.
¿Se va a poder mantener este grupo de trabajo, director deportivo, entrenador y jugadores?
En lo que respecta a la plantilla, nosotros estamos deseando que no se vaya ninguno de nuestros jugadores. Lo que está claro es que está adquiriendo un alto nivel de repercusión por el juego que está realizando. No quiero que se vaya ninguno. Yo les veo a diario en Zubieta y no veo que sea fácil que uno de ellos se quiera marchar. Tendría que pasar algo muy importante para que alguno se lo llegara a plantear. Con esto no estoy diciendo que sea imposible, pero yo les veo muy comprometidos entre ellos y con el club. Pienso que perciben a la Real como un sitio perfecto para seguir creciendo.
El nombre de Vela está en boca de todos. ¿Es cierto que van a intentar atarlo llegando a un acuerdo con el Arsenal?
La situación es que no hemos tenido ningún tipo de contacto con el Arsenal ni nos han llamado. Yo sí he hablado con el representante y me ha confirmado que ellos solo piensan en Real Sociedad. En la cabeza de Vela solo está seguir y no se plantea volver a Londres. Lo que no aceptaría nunca es convertirse en una moneda de cambio.
¿Pero ha hecho alguna oferta o ha pagado la Real algo al Arsenal ahora?
No.
¿Es una posibilidad que manejan para intentar asegurarse la continuidad del mexicano?
Puede ser una solución. Si el Arsenal aceptase, sería una manera de anular la cláusula. Son opciones que aún no nos hemos planteado, aunque puede ser una solución para evitar ese riesgo. Estamos mucho más centrados en lo que es el rendimiento del equipo y la tranquilidad que nos está transmitiendo una de las partes que ha sido fundamental en la llegada del jugador. Y que va a volver a serlo para que se quede.
¿Influye también en este caso la voluntad del jugador?
En el fútbol, a un jugador que no quiere estar en tu equipo lo tienes que vender y a otro que no quiere ir no lo fichas. Podría pasar, puede venir la Policía Nacional o la Ertzaintza a llevárselo, pero si no se quiere es muy complicado. El Arsenal es un club enorme y sabe que eso no conduce a nada bueno.
¿Han llegado ofertas o llamadas por otros jugadores de la plantilla?
Directamente no. Sí que ha llamado la gente que se mueve alrededor del fútbol, como representantes o agentes de fondos de inversión, porque estas situaciones se van a seguir dando. Pero llamadas directas no hemos recibido. Claro que podemos pensar que hay otros clubes que se están fijando en los futbolistas de la Real, al igual que nosotros seguimos a otros de más equipos. Es lógico que los que son más poderosos controlen mejor a los nuevos que destacan.
¿Cuál es su situación contractual en estos momentos?
El discurso está siendo común. El Consejo tiene que decidir sobre la renovación de la dirección deportiva. Cuando quiera nos sentaremos a hablar. Pese a que importa la situación actual de cada uno, el Consejo, la dirección deportiva y el entrenador tenemos claro que lo más importante es lograr que el equipo quede lo más arriba posible y lo otro vendrá dado. El que decide es el Consejo. Pero no nos preocupa en exceso eso, sino que el equipo deje de ganar partidos.
En el fútbol se dice que no hay que tocar lo que funciona.
O molestar lo mínimo posible. El equipo está donde está y su evolución es la que es. En lo que llevamos trabajando juntos y, aunque la clasificación suma, las decisiones las hemos tomado juntos en función del análisis de los objetivos que nos habíamos marcado y de la evolución del equipo.
¿Qué intuye y que le gustaría que pasara?
A mí me gustaría que se tomaran las decisiones para que el equipo siguiera creciendo y mejorando para que llegue al techo que tiene que alcanzar. Ahora mismo, con lo que se está haciendo, no es fácil llegar al tercer lugar y hablar del primero o segundo parece un disparate hoy en día. Yo lo que quiero es que se haga lo que es mejor para la Real y en ese sentido, desde el ascenso, creo que el club ha ido in crescendoen todo: objetivos, estructura y en el prestigio que vuelve a tener el prestigio que tenía dentro del fútbol español, europeo y mundial.
¿Le gustaría que siguiese Montanier?
Philippe llegó aquí de mi mano. ¿Como sucedió? Su fichaje se produjo a propuesta de la dirección deportiva. Lo que ha hecho está ahí. Si es bueno para la Real, Philippe Montanier tendrá que seguir. El análisis es que si se da valor a lo hecho y se decide que es lo mejor para el futuro de la Real, se intentará. Todo eso se pondrá en la mesa y se analizará todas las cosas que han pasado, están pasando y pasarán. Lo mismo pensará el Consejo sobre la dirección deportiva.
¿El éxito de Montanier es el que más reconforta al director deportivo?
Son decisiones que hemos tomado nosotros. Tanto la evolución de Montanier después de pasar momentos difíciles, como la progresión de los jugadores. Yo, por ejemplo, estoy encantado de que Illarramendi esté ofreciendo ese rendimiento, pero también de que a De la Bella se le reconozca por fin, cuando nosotros pensábamos que con el tiempo iba a ser capaz de alcanzar ese nivel. En el camino se han quedado personas que no han salido tan bien, pero eso forma parte del fútbol. Todos tenemos que estar satisfechos. Hacemos partícipes a prensa y público, porque en momentos difíciles, todos hemos tenido paciencia de dejar consolidar todo eso, que con el tiempo se ha visto que ha dado resultado.
Se habla de reforzar la delantera, y uno de los nombres que se rumorean es Osvaldo.
Los buenos jugadores nos gustan a todos. No hemos entrado en análisis definitivos de lo que se puede mejorar. En enero se habló mucho de fichar a otro delantero que pudiera mejorar las cifras, pero no es fácil encontrar uno que se adapte a este estilo, en el que Griezmann, Xabi Prieto y Vela hacen goles… No es fácil encontrar un ariete que sume más tantos. Hay que analizarlo todo bien. Solo puedo decir que estamos muy contentos y que no tenemos necesidades urgentes. Con la Roma mantenemos unas buenas relaciones, pero de ahí a que se haya hablado de Osvaldo…
¿Está fuera de las posibilidades de la Real?
Si se mira lo puramente económico, está fuera de las posibilidades seguro. Si un jugador de ese nivel llega a la Real es porque eso se ha modificado de alguna manera, sino es imposible.
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