domingo, 2 de junio de 2013
EL LEGADO DE MONTANIER
La etapa de Philippe Montanier se dio ayer por finalizada en Riazor. Dos temporadas en las que ha habido nubes y claros en las que ha dejado su sello. Hoy, ya podemos entrar a valorar lo que han sido estas dos campañas en las que ha estado al mando. Hoy Montanier ya es historia, y pese a que le han llovido muchas críticas, muchas de ellas justificadas, me gustaría destacar lo que él deja para el entrenador que venga. Éste es el legado de Philippe Montanier:
Europa: Lo más importante y el motivo por el cual su nombre es historia en la Real ya. Philippe Montanier ha sido quien, diez años después, ha devuelto a la Real Sociedad a Europa. Apoyado por una plantilla magnífica tanto a nivel individual como colectivo, el nuevo entrenador del Rennes también ha puesto su granito de arena.
Identidad y estilo de juego: El galo ha dotado al equipo de un estilo de juego y una identidad. Algo que no logró de forma inmediata. Si la temporada pasada vimos buen juego muy a ráfagas, en ésta hemos disfrutado de verdad. Un equipo al que le gusta jugar en corto, combinando, llegando por bandas y por el centro y de manera vistosa. Éste cambio de estilo respecto a la época de Lasarte fue uno de los motivos por los que Aperribay cambió de entrenador, y si bien la campaña pasada no pudimos verlo, en esta ha sido más que evidente. Si Martín Lasarte era de juego directo, quizás por la plantilla que tenía, Philippe Montanier es de juego en corto y de pelota sacada desde atrás.
Unión del equipo: Este legado lo recogió de la época de Martín Lasarte. El uruguayo creó un equipo con mayúsculas. Uno para todos, y todos para uno como dirían los tres mosqueteros. Plantilla y afición eran una. Lasarte dejó un mensaje muy claro el día del ascenso. Aquel inolvidable “no se desunan”, que ya es historia de la Real Sociedad, lo recogió Montanier y en estos dos años ha sabido mantenerlo. Los jugadores se han apoyado siempre entre ellos y también lo han hecho con su técnico. Algo que el de Vernon ha agradecido. El gol de Griezmann la temporada pasada en el Real Sociedad – Rayo, quizá uno de los peores momentos del francés, y su posterior celebración abrazando al técnico, con todos sus compañeros alrededor, fue un gesto que no olvidará el ya ex-entrenador realista.
Iñigo e Illarra: Si a Martín Lasarte siempre se le recordará entre otras cosas por dar la alternativa a Griezmann, a Montanier se le atribuirá el hecho de haber dado galones a Illarramendi e Iñigo Martínez. Dos canteranos que están llamados a hacer grandes cosas con la camiseta txuriurdin. No dudó en alinearlos desde el primer encuentro en Gijón, y de su mano ambos han crecido y se han hecho hombres futbolísticamente hablando.
Un 9 de verdad: En el haber de Montanier también está el haber sacado lo mejor de Imanol Agirretxe. Si con Martín Lasarte contaba con minutos muy de vez en cuando, con el normando ha sido durante muchos momentos un fijo. Muchos jugadores han dado un paso adelante con el francés, pero me gustaría destacar al de Usurbil, quien ha mostrado su mejor cara. No sólo goleadora. Y es que a parte de hacer 10 goles la temporada pasada y 14 en esta, hemos visto un Imanol participativo, peligroso no solo en el área, sino que fuera de ella también. Se ha convertido en un alivio para los compañeros. Un jugador que aguanta el balón, que juega de espaldas, que da grandes asistencias, que juega en equipo y que por si fuera poco, remata como los ángeles. Una virtud que ya se le conocía pero que ha pulido con el paso de las jornadas. Montanier pidió un nueve cuando llegó y el verano pasado también lo quiso. De seguir estoy convencido que para la temporada que viene no le hubiese urgido tanto. El 9 está en casa, y menudo 9, tiene aún 26 años y se llama Imanol Agirretxe.
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