Montanier no se fiaba de la cantera txuri-urdin: "El nivel de Zubieta es más bajo que cuando llegué"
La rueda de prensa de despedida de Montanier no ayudó demasiado a encontrar las verdaderas razones por las que abandonó el club. El técnico dijo adiós con su habitual talante elegante y discreto, pese a que en la intimidad se muestra decepcionado con el club y con su oferta de renovación.
Mientras, la Real sigue sin dar ninguna explicación oficial sobre lo sucedido, aunque Aperribay tiene previsto convocar a la prensa para ofrecer su versión y matizar alguna de las informaciones y comentarios que se han vertido en los últimos días, incluyendo también las del propio Montanier.
Una de las señales que comenzaron a preocupar en el club sobre su posible intención de marcharse fue la cantidad de entrevistas que estaba concediendo a medios franceses cuando en Zubieta apenas atendía individualmente a los locales. El de Vernon realizó unas sorprendentes declaraciones el pasado 6 de junio al portal de InternetCarnet Sport, que no han trascendido demasiado en Gipuzkoa. A la pregunta de si el modelo de la Real basado en la cantera más dos o tres refuerzos le permitirá luchar por entrar en Europa cada campaña, respondió: "Sinceramente, el futuro de la Real no va a depender de la calidad de su centro de formación, sino de los jugadores que fiche. Creo que hay menos calidad en su centro de formación que cuando llegué yo hace dos años. Todos los clubes que siguen este modelo dependen demasiado de los jugadores que forman. Pero esta filosofía es interesante, ya que cuentas con una plantilla de jugadores que progresan juntos a lo largo de su formación y a los que refuerzas con elementos exteriores. Para un técnico que tiene tiempo, le permite trabajar en la continuidad".
Estilo
Preguntado por si la Real practicaba su fútbol preferido, distinto al del Valenciennes, dijo: "Ignoraba que contaba con ese tipo de futbolistas cuando llegué. Tuve que buscar jugadores. Agirretxe e Illarra, que es fundamental en nuestro sistema, no jugaban. Iñigo y Pardo ni se entrenaban con el primer equipo. Al principio no sabía si íbamos a poder jugar de esta forma. Fuimos aprendiendo con Troin a medida que entrenábamos lo que necesitábamos. No puedes transformar de la noche a la mañana a un jugador corriente en un virtuoso del pase. Me he apoyado en los técnicos del centro de formación y la verdad es que creo que los jugadores han progresado y me siento orgulloso de la calidad de todo este grupo".
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