1. Bravo (7)
Partidos jugados: 31. Titular: 31. Minutos: 2.790.
Amarillas: 0.
Amarillas: 0.
Que Bravo es un portero de alto nivel es algo que está fuera de duda desde hace mucho tiempo. Dicho esto, no ha sido su mejor temporada en la Real, con más errores que de costumbre, como aquel despeje fallido en Getafe o el regalo al Sevilla en Anoeta. Pero paradones antológicos como el que hizo a bocajarro en el Calderón o actuaciones tan sólidas como la del Sánchez Pizjuán la aúpan al notable.
2. Carlos Martínez (9)
Partidos jugados: 29. Titular: 29. Sustituido: 3. Minutos: 2.588.
Goles: 1. Asistencias: 4. Amarillas: 4.
Vivió un incomprensible ostracismo durante las primeras jornadas, pero cuando se subió al tren del once inicial ya no se bajó. Impresionante a todos los niveles, memorable ante el Real Madrid en Anoeta. Su capacidad física para subir y bajar la banda es brutal. Sólido en defensa y esencial en ataque, marcando el gol del empate ante el Getafe, y con tres valiosas asistencias de gol. Que centre tanto como con la derecha como con la izquierda, su nuevo aval en esta temporada.
3. Mikel González (9)
Partidos jugados: 34. Titular: 34. Sustituido: 0. Minutos: 3.060.
Goles: 2. Asistencias: 1. Amarillas: 10.
Hasta la irrupción de Iñigo Martínez, era el mejor central de la plantilla, sacrificado por tanto para tapar huecos. La pasada temporada ya brilló a gran nivel, pero en esta lo ha hecho incluso por encima de su compañero central. Pese a su error ante el Madrid, su solidez ha llegado como se espera de un canterano como él, sin hacer ruido. Además, marcó dos goles. El de Mestalla, iniciando el contragolpe y culminándolo, dice mucho de su raza y entrega.
4. Elustondo (5)
Partidos jugados: 9. Titular: 5. Sustituido: 2. Minutos: 442.
Goles: 1. Asistencias: 0. Amarillas: 2.
Apenas 441 minutos repartidos en ocho partidos y cinco de ellos como titular. Las lesiones le han impedido tener el rol protagonista que Montanier parecía tener destinado para él. Cumplidor en sus apariciones, incluso en la temeraria decisión de colocarle de central, posición desde la que marcó un gol en Vigo a la salida de un córner. ¿Se le forzó innecesariamente para jugar algún partido, incluso en las dos primeras jornadas? Queda esa duda.
5. Markel Begara (5)
Partidos jugados: 28. Titular: 27. Sustituido. 4 Minutos: 2.361.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 7. Doble amarilla: 1.
Nunca ha tenido tanto protagonismo y su fortuna ha sido coincidir con un imperial Illarramendi que le hizo parecer más de lo que es. Salvo algún día destacado (ante el Valencia en Anoeta), es un jugador que lo da todo pero que comete errores de bulto (hasta su expulsión en la última jornada). Que siempre juegue en horizontal o hacia atrás es una rémora para un equipo que tiene tanto fútbol como éste. En su mejor versión durante 38 partidos, es un jugador de aprobado, no más.
6. Iñigo Martínez (8)
Partidos jugados: 34. Titular: 34. Sustituido: 0. Minutos: 3.060.
Goles: 4. Asistencias: 0. Amarillas: 9.
Es un central como la copa de un pino, pero en ocasiones tener ese conocimientos le hace cometer errores que son producto de que siente que va sobrado. Y tiene condiciones de sobra. Controladas las expulsiones con las que algunos árbitros penalizaron su condición de debutante, es ya un aspirante a figura de nivel mundial. Sus cuatro goles coronan una gran temporada en la que ha sonado con fuerza como posible fichaje de los equipos más grandes.
7. Griezmann (9)
Partidos jugados: 34. Titular: 32. Sustituido: 7. Minutos: 2.855.
Goles: 10. Asistencias: 3. Amarillas: 8.
Es muy, muy bueno cuando está concentrado. Su temporada habría sido inmaculada sin la falta de concentración en la que cayó tras la chiquillida nocturna con la selección sub-21 francesa y a que le costó recuperar la chispa tras la lesión que sufrió en el primer tercio de la temporada. Sostuvo al equipo antes de eso y en la segunda vuelta ha destapado el tarro de las esencias en muchas ocasiones. El Valladolid sufrió uno de sus golazos. Y el Depor, el que nos llevó a Champions.
8. Illarramendi (9)
Partidos jugados: 32. Titular: 32. Sustituido: 15. Minutos: 2.706.
Goles: 0. Asistencias: 1. Amarillas: 11.
Alma del equipo y el jugador de más difícil sustitución en la plantilla. Montanier rectificó, aunque tardó lo suyo, y retrasó su posición, a lo que él respondió como se esperaba, convirtiéndose en el cerebro que afianza a la Real. Roba y construye, siempre acierta en sus elecciones y tiene la rarísima cualidad de hacer mucho mejores a sus acompañantes. Recorre muchísimos kilómetros, es el box to box perfecto.
9. Agirretxe (9)
Partidos jugados: 34. Titular: 22. Sustituido: 6. Minutos: 2.049.
Goles: 14. Asistencias: 5. Amarillas: 2.
Temporadón con mayúsculas. Agirretxe siempre había aportado mucho fútbol o una cantidad apreciable de goles. En la segunda vuelta consiguió aunar ambas cosas. Es muy difícil conjugar un altísimo porcentaje de acierto con respecto a sus disparos totales con goles magníficos como los que ha conseguido. Montanier dudó de él en un tramo largo (doce veces entró al campo como suplente) y le quitó en demasiados partidos (apenas dieciséis partidos completos).
10. Xabi Prieto (7)
Partidos jugados: 35. Titular: 33. Sustituido: 11. Minutos: 2.850.
Goles: 9. Asistencias: 5. Amarillas: 2.
Entró a la temporada siguiendo la irregularidad de la pasada, incluso con varios partidos a muy bajo nivel, y al cambiarle Montanier de posición alargó esas dudas. Pero en cuanto se acopló a la mediapunta, el capitán juntó unos cuantos recitales, incluso cuando ha caído de nuevo circunstancialmente a la derecha. A ese nivel durante más tiempo quién sabe las maravillas que habría dejado. Para el recuerdo queda ese por desgracia inútil hat trick en el Santiago Bernabéu.
11. Vela (8)
Partidos jugados: 35. Titular: 32. Sustituido: 17. Minutos: 2.706.
Goles: 14. Asistencias: 9. Amarillas: 10.
Un jugador increíblemente decisivo que mantiene esa virtud incluso cuando no está participando demasiado en el juego. A diferencia de la temporada anterior, comenzó la Liga enchufadísimo. Llegó al ecuador de la campaña siendo, de largo, el mejor atacante del equipo. Pero desde su incomprensible suplencia en San Mamés bajó algo el ritrmo de juego, que no de goles. La Liga se le hizo un poco larga. Incalculable el valor de las faltas y tarjetas que ha forzado.
13. Zubikarai (6)
Partidos jugados: 7. Titular: 7. Minutos: 630.
Amarillas: 0.
Amarillas: 0.
El siempre ingrato rol de portero suplente ha sido este año algo menos incómodo para Zubikarai, ya que pudo jugar siete partidos de Liga, además de la Copa, por las lesiones de Bravo. Esa falta de ritmo de competición le pesó en algunos momentos de esos encuentros, pero en líneas generales cumplió bastante bien cuando tuvo que hacerlo e hizo alguna que otra parada de mérito. Bien.
14. Pardo (6)
Partidos jugados: 25. Titular: 10. Sustituido: 6. Minutos: 1.086.
Goles: 0. Asistencias: 4. Amarillas: 0.
Fue indispensable en el despegar futbolístico del equipo, dando lecciones de fútbol en Málaga, Valencia y en Anoeta ante el Rayo. Sin embargo, a partir de ahí Montanier le condenó a jugar los minutos de la basura, en los que, por la escasa confianza del técnico en él, jugaba precipitado y alternaba momentos de gran calidad con algunos errores. Casi se puede hablar de temporada perdida para este joven talento, y no precisamente por su culpa.
15. Ansotegi (6)
Partidos jugados: 7. Titular: 4. Sustituido: 0. Minutos: 366.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 4.
Su papel en el equipo es ahora mismo marginal sobre el césped, ya que Mikel González e Iñigo Martínez son claramente titulares indiscutibles. Pero en las pocas ocasiones en que le ha tocado jugar, ha cumplido con creces. Es un espléndido jugador de club, al que hay que agradecerle su saber estar y su profesionalidad. ¿Con menos condiciones que sus compañeros? Sin duda. Pero siempre está ahí para lo que haga falta.
17. Zurutuza (5)
Partidos jugados: 21. Titular: 14. Sustituido: 12. Minutos: 1.155.
Goles: 2. Asistencias: 2. Amarillas: 2.
Temporada muy difícil para Zuru, por una anemia y molestias en teoría derivadas de la misma, otras lesiones que ha sufrido y el hecho de que Montanier le ha colocado en el once en alguna ocasión sin estar al cien por cien. Su calidad es incuestionable, y cuando ha estado bien ha ofrecido maravillas como el partido de Mestalla. Pero su categoría ha emergido muy pocas veces este año. Ha recuperar fuerzas y dar guerra el próximo año.
18. Chory Castro (7)
Partidos jugados: 31. Titular: 13. Sustituido: 12. Minutos: 1.319.
Goles: 6. Asistencias: 5. Amarillas: 3
El recambio de lujo de esta plantilla, un espléndido fichaje. Pocos pensaban en él cuando se hablaba de la dinamita en ataque de la Real, pero sus apariciones han sido brillantes con goles decisivos. Inolvidable su papel con dos tantos en la ya mítica remontada al Barça. Su estado físico y las lesiones le han impedido dar algo más, pero viendo sus datos de goles y asistencias no hay dudas sobre su valor en este equipo.
19. Cadamuro (5)
Partidos jugados: 4. Titular: 2. Sustituido: 0. Minutos: 192.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 2.
Otro de los jugadores más mermados por las lesiones. Es difícil saber qué papel habría tenido exactamente en el equipo de no sufrirlas o de no haber ido con Argelia a la Copa de África. Curioso que no fuera hasta la jornada 36 cuando se le vio por fin de central, el puesto para el que en teoría ascendió al primer equipo. Cumplidor siempre, con algún pequeño despiste que, corregido, le hará tener más minutos.
20. José Ángel (5)
Partidos jugados: 11. Titular: 2. Sustituido: 2. Minutos: 240.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 2.
La mayor decepción de la temporada, y es difícil saber cuánto es responsabilidad suya. Fue un fichaje ilusionante, pero nunca contó para Montanier. Lo dejó finalmente claro cuando optó por Cadamuro y no por él para suplir a De la Bella. Casi siempre le ubicó de extremo, y pudo marcar un antológico gol desde el centro del campo en Valladolid. Por lo demás, prácticamente nada. Año perdido y fracaso de fichaje por la desavenencia entre entrenador y cuerpo técnico.
21. Ifrán (5)
Partidos jugados: 26. Titular: 9. Sustituido: 8. Minutos: 911.
Goles: 2. Asistencias: 3. Amarillas 2.
Comenzó la temporada tan olvidado como la pasada y, de repente, Montanier le dio una titularidad absoluta pero cuestionable cuando el equipo empezó a sumar puntos de verdad. Marcó muy pocos goles en ese tramo y, aunque algo de juego aportó, perdió de nuevo el sitio. Desde entonces, Montanier no le ha vuelto a situar en punta y le ha relegado a la banda, donde rinde menos. Tres años después de llegar a la Real, sigue siendo una incógnita.
22. Estrada (5)
Partidos jugados: 19. Titular: 10. Sustituido: 1. Minutos: 974.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 3. Doble amarilla: 1.
Titular en el comienzo de la temporada pero intrascendente en el desarrollo de los partidos, le ha acabado sucediendo algo parecido a lo de José Ángel, contando en el último tramo de la Liga sólo para suplir a extremos en los minutos finales de los encuentros. Poca cosa.
23. Ros (5)
Partidos jugados: 6. Titular: 0. Sustituido: 0. Minutos: 71.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
Si hay un jugador que evidencia la falta de conexión en muchos temas entre el banquillo y la dirección deportiva, ese es Javi Ros. Loren lo subió al primer equipo y Montanier le convirtió en un jugador invisible, sobre todo tras la eliminación copera. En lo poco que jugó, menos de un partido completo por minutos totales en Liga, no pareció desentonar tanto como para sufrir semejante castigo. Descartado casi siempre, tampoco se le quiso ceder en el mercado invernal. Raro.
24. De la Bella (9)
Partidos jugados: 36. Titular: 36. Sustituido: 3. Minutos: 3.206.
Goles: 3. Asistencias: 2. Amarillas: 7.
Una temporada extraordinaria. Él mismo ha confesado que se acomodó ante la ausencia de un suplente y que, al tenerlo, se ha puesto las pilas. Aún con algún pequeño despiste de concentración en defensa, su contribución ha sido enorme, tanto atrás como en ataque, donde su conexión con la línea de mediapuntas siempre fue notable. Y con los tres goles anotados, impresionante su trallazo ante el Málaga y su maniobra de crack en Mestalla, redondeó un trabajo sensacional.
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