martes, 17 de abril de 2012

GAME OVER MONTI


Después de un partido que acabó como el rosario de la aurora, con un empate que no servía de nada, dos delanteros centros calentando y la grada en pie pidiendo su dimisión, estas son las razones por las que Montanier no debe seguir. No fue la primera vez que se escuchó el Montanier dimisión ya que un millar de aficionados realistas lo cantaron en Vallecas hace tiempo.

La primera razón es evidente, la mala gestión de la plantilla
Primero fue su inexplicable pasión por poner a McDonald Mariga de titular seguida de cerca por la titularidad de Vadim Demidov en detrimento de un Mikel González que no es un poco mejor que el noruego-letón-ruso, es infinitamente mejor. Incluso me atrevería a decir que Demidov ni siquiera tiene nivel para la Liga BBVA, al igual que otros compañeros que juegan más de lo que merecen y más arriba de dónde deberían.
Siguiendo con la defensa, hay que admitir que tenemos lo que tenemos y es que es bastante poco. Los laterales son lo que son pero llama la atención que un debutante como Cadamuro haya jugado de extremo derecho y de lateral izquierdo ¿Por qué no de portero?
La siguiente línea tiene tela. La medular de la Real a día de hoy es bastante mejor que la clasificación que tenemos pero es que ni siquiera juegan los mejores. Teniendo a Pardo, Illarramendi y Zurutuza, los más valientes pensábamos que les veríamos juntos, que eran los mejores y que ya que a Montanier no le temblaba el pulso con los jóvenes, acabarían jugando juntos. Nada más lejos de la realidad. Sólo han jugado juntos en el Bernabéu con un 5-1 en contra y con la peor versión de Aranburu a su lado haciendo más difícil su función.

Rubén Pardo sólo ha jugado dos partidos como titular y en el segundo dio una auténtica lección de fútbol frente al Sevilla. Coronó un partido en el que movió al equipo con una facilidad asombrosa, con un golazo espectacular. Todo ese partidazo, al lado de Bergara, que es otro punto caliente en este tema. ¿Por qué juega tanto mereciendo tan poco? Sólo jugó un partido bueno, en el ultradefensivo sistema frente al Real Madrid sus carencias se camuflaron y fue el mejor de una medular en la que aparecía un tal Mariga, que llegó cobrando casi dos millones y se fue a los cuatro meses porque pasaba de la Real.


En la delantera se le puede achacar que no sabe gestionar todas sus armas. Joseba Llorente y Diego Ifrán, Diego Ifrán y Joseba Llorente son delanteros de nivel que no han jugado casi nada.
‘El Flaco’ comenzó la temporada lesionado y tuvo que ir entrando poco a poco por lo que la lógica dictaba que debería ir entrando poco a poco. Por ejemplo, con un 3-0 al descanso frente al Zaragoza o un 4-0 frente al Rayo en el minuto 55, ¿no sería de recibo sacarle a jugar? Jugó de inicio frente al Espanyol y acabó el partido fundido, sin poder dar una carrera más. Después, ni siquiera en Copa, fue titular el bueno de Joseba que estará mejor o peor, pero si no juega, seguro que nunca va a estar a un buen nivel.
Con Ifrán la cosa suena a cachondeo. El charrúa fue el primero en alzar la voz contra Montanier al decir que él no iba a jugar en banda y que para eso, se iba a la Liga Adelante a jugar de ‘9’. Le costó entrar y rindió, no podía ser de otra manera ya que el de Cerro Chato es un delantero como la copa de un pino y tiene gol y unas características que no tiene nadie más.  Salió para salvarle el cuello a su amigo Montanier frente al Málaga y lo hizo a las mil maravillas anotando un golazo que sirvió para remontar el partido y poner el 3-2 definitivo en el luminoso. Marcó en Copa frente a Granada y Mallorca pero ¿Importa? ¡Qué va! Después del mercado invernal no cuenta prácticamente nada.
Tácticamente, nos encontramos ante un entrenador que llegó abogando por morir con el 4-3-3 pero que ya en el tercer partido frente al Sevilla apartó el sistema. Después, hemos vividos esperpénticos onces frente al Real Madrid y al Granada.
Contra los merengues, ese día del año en que toda la prensa te hace caso y analiza todo lo que haces, Montanier puso un autobús y en la ida y otro en la vuelta. Total seis goles en contra y uno a favor.
En Anoeta pudimos ver a Carlos Martínez, Mikel, Demidov, Iñigo y Cadamuro en defensa y Estrada, Mariga y Markel por delante y en el Bernabéu se jugó con Cadamuro, Mikel, Demidov, Iñigo y De la Bella. En ambos caso el enfangar el centenario escudo realista sirvió para aguantar el 0-0 durante nueve y seis minutos.

Para los que creían que lo habían visto todo, llegó Granada donde demostró que de entrenador, no tiene nada.
Aprovechándose del 4-1 de la ida y vacilando a la afición diciendo que iría como si hubiera empatado a 0 en la ida, Montanier plantó a Zubikarai con Estrada, Demidov, Ansotegi, Iñigo, Cadamuro y De la Bella en defensa. No contento con plantar cuatro centrales y seis defensas, Mariga tenía su lugar en el once con Pardo, Prieto e Ifrán intentando crear peligro. Casi era peor poner a Ifrán con este once que no darle la oportunidad. 
Con un 4-3-3 de pega que fue un 4-5-1 muchas veces y que llegó a ser un 6-3-1 en Granada, por mucho que quisieran venderlo como un  4-3-3 con otros nombres, Montanier completa una razón más para irse y no volver. Nada de toque o poco toque. La jugada más vista en Anoeta es el balón en largo que pega Iñigo Martínez, cuando no lo hace Bravo, hacia la cabeza de Xabi Prieto o de Agirretxe. El toque como arma principal, ¿no?


Otro de sus problemas tácticos es cuando ha decidido sacar cinco defensas. Si bien es cierto que más delanteros no aseguran más goles, también lo es que meter más defensas no significa defender mejor, algo que ha quedado demostrado cada vez que el equipo se ha encerrado. El equipo no sabe defender con cinco, ni tampoco con la línea de cuatro plantada en el borde del área. Ejemplo práctico:

Real Betis 0-2 Real Sociedad. La Real se levanta de fallar un penalti y Agirretxe hace el 0-1. Vela coge un buen balón largo y hace el 0-2 cuando más achuchaba el Betis. En el minuto 80, Montanier, que llevaba dos puntos de los últimos veinticuatro, decide meter a Demidov para jugar con Mikel e Iñigo de central. Sólo cinco minutos después, el Betis ha empatado el partido con dos jugadas en las que todos los rebotes les caen a los locales. Entró Pardo porque el equipo estaba roto y milagrosamente Iñigo marcó un golazo espectacular y le salvó el cuello al galo…desgraciadamente.

El día del Sevilla, con Pardo en plan super estrella, el equipo de Montanier ahogó el medio campo del equipo hispalense. En el minuto 76 Demidov entró por Pardo y el equipo se encerró defendiéndose como pudo de un Sevilla tímido que llegó sólo en los últimos gracias a las ayudas de Montanier.
Y es que los cambios del Guardiola de Vernon se merecen un apartado aparte, pero no voy a extenderme mucho. He llegado a ver a Estrada de interior derecho, a Cadamuro, frente al Barcelona además, en la misma posición, a Prieto y Griezmann a banda cambiada, a Carlos Martínez de interior, a Vela y Griezmann de delanteros, a Demidov de central, a Prieto de lateral…falta por ver a Bravo de mediocentro.

En el ataque todos tenemos un dilema. Juegan tres y tenemos cuatro que todos queremos de titulares como son Griezmann, Prieto, Agirretxe y Vela. Vela llegó el último, Prieto empezó a un nivel lamentable, Griezmann daba más juego fuera del campo que dentro y Agirretxe metía, asistía…lo hacía todo bien. No era complicado sentar a Prieto pues era el peor de la línea pero cuando volvió ¿Qué?
Prieto ha jugado de interior derecho a las mil maravillas durante muchos años pero llegó Montanier, que para algo es entrenador y nosotros no, y le puso en la izquierda, a banda cambiada igual que Griezmann. Vela ha jugado de nueve casi tanto como Agirretxe y las veces que se ha sacado algo con el azteca de nueve han sido escasas. No cuenta en Gijón donde salió de 9 pero Agirretxe actuó de falso extremo zurdo entrando de nueve en todos los centros.
Su gracia de sentar a quien moja tampoco resulta efectiva. Ifrán marcó frente al Málaga y evidentemente no fue titular, Agirretxe le hizo uno al Mallorca y dos al Zaragoza y se le sentó en las visitas a San Mamés y Getafe, Prieto fue el mejor en el Bernabéu y marcó pero tuvo el mismo premio frente al Rayo, Agirretxe le marcó al Rayo y fue suplente frente al Espanyol y un largo etcétera.  Todo comenzó con Rubén Pardo y su golazo al Sevilla que fueron premiados con quince maravillosos minutos en la debacle de Granada cuando salió al campo con 3-1 en el banquillo. Ese día, Illarra fue titular y expulsado debido a una jugada en la que estuvo lento. Tres meses estuvo de baja pero todo vale para sentar a Pardo.

El tercer tema importante es la lectura de los partidos. Que juegues en casa, empates a uno y que Ifrán y Llorente vean el final del partido desde la banda, cuando Agirretxe ha sido sustituido para poner a Vela en punta…tiene tela. Que Vela esté pidiendo oxigeno y ni por esas se le cambie, tiene más tela.
Cinco días después llegó lo mejor de todo. Sólo diecisiete convocados para el partido de Málaga. Cadamuro e Ifrán se caen de la lista, un central-lateral y un punta, y entra Ros un pivote. El pensamiento es claro, si expulsan a un central ¿qué? Pues dicho y hecho. Mikel González a la calle y cuarenta y cinco minutos con Elustondo de central improvisado.

Con el Málaga volcado, el equipo pidiendo auxilio y creando peligro en las escasas contras, Montanier no hace el tercer cambio y deja a Pardo, Ros y Llorente en el banquillo. Para eso, que hubiera ido un suplente del Sanse en lugar de Ros, su mejor jugador. Por ejemplo, podría haber ido Pons, o Nanizayamo, esos grandes fichajes de Loren que no pintan nada en el equipo de Loren.
Con la lectura del partido llega otra duda, ¿a qué jugamos? A nada. Verdaderamente a nada.
El mejor partido llegó con Pardo jugando…y no ha vuelto a ser titular. Se abogaba por un juego de toque espectacular, que íbamos a ser el Barça del Norte, que le llamaban el pequeño Barça pero era todo mentira. Mentira. Mentira.

Por último, cabe citar que no es de recibo que con esta plantilla que se tiene, se contabilicen cinco derrotas sonrojantes. Vallecas vio un 4-0 de los suyos a los realistas, Los Cármenes un 4-1, el Bernabéu un 5-1 y el Atlético hizo un 0-4 en un partido ramplón en Anoeta. Claro que esa goleada fue culpa de la afición por quejarse después del 6-1 en Mallorca. Aquel día que nos hacen cuatro goles en diez minutos. No es culpa de Montanier eso. Sí lo es que en el descanso, estando a un gol, no mueva el banquillo y deje a los once intentar marcar el gol. Gol que no llegó. Los que sí llegaron fueron los del Mallorca, dos más para firmar la página más negra de la centenaria historia realista.

En el mercado invernal se fueron Mariga y Sarpong, dos de esos fichajes que nunca nadie querría para su equipo, ya que no aportan nada. No se fue Ifrán porque se suponía que se contaba con él y no llegó nadie a pesar de que Montanier está como loco por traer un nueve. Subrayo lo de loco porque hay que estarlo para querer un nueve teniendo a Agirretxe, Ifrán y Llorente.

De las camas de Zubieta no hablo. Menuda obra mandó el galo. Sólo sirvió para que se Zubieta desapareciera el único gesto que tiene la Real para su masa social, esa pared en la que salían todos y cada uno de los nombres de los accionistas.
Para acabar, citar que Montanier no conoce el fútbol español. Hace no mucho destacó el nivel de los porteros de la Liga BBVA, dijo que en general en España se centraba peor y que técnicamente eran mejores. Suena a broma que diga esto. No es que se centre peor, es que los peores laterales centrando y que diga que técnicamente es mejor esta liga teniendo a Markel o a Elustondo en tu plantel… ¡¡Menuda broma!!
Por todo esto y muchas más cosas que me olvidaré…Montanier vete ya. Y de Loren ya hablaré. 

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