UN PUNTO CON ORGULLO (1-1)

Meritorio empate a un gol el arrancado por la Real Sociedad del estadio de La Rosaleda en un encuentro en el que el equipo txuri urdin fue capaz de puntuar con un jugador menos ante uno de los gallitos de la categoría.

Al igual que ocurrió en Cornellá, la Real salió al campo muy enchufada con un fútbol alegre y sin temor al rival. Los primeros 10 minutos fueron de claro color txuri urdin, y Antoine Griezmman pudo adelantar a los guipuzcoanos en un buen remate que tras rozar en un defensa se fue rozando el poste de la portería defendida por Rubén.

Tras los titubeos iniciales, el Málaga empezó a despertar aunque sus acercamientos se limitaban a faltas y corners mal ejecutados. Sin embargo, la tarde no iba a ser placentera para la Real. En su primer disparo a puerta, el Málaga se adelantaba en el marcador en el minuto 19 con un golazo de Isco tras un remate desde la frontal del área, que tras rozar en Ansotegi, se colaba por la escuadra de la portería de Bravo. 1-0 y la inercia perdedora de la Real a domicilio volvía a rondar sobre nuestra cabeza.

El gol hizo daño a la Real que pasó unos minutos muy delicados llegándose a sentir agobiada ante los constantes ataques malaguistas, pero tanto Cazorla como Sebas Fernández desperdiciaron dos oportunidades muy claras.

Cuando parecía que íbamos a llegar al descanso con las espadas por todo lo alto, llegó por enésima vez una nueva expulsión de un jugador de la Real. Esta vez le tocó el turno a Mikel González que tuvo que abandonar el campo al ver la segunda amarilla.


Seguimos siendo los reyes de la ingenuidad. Somos el equipo de la liga que menos faltas comete pero a pesar de ello vamos los líderes en expulsiones. ¿Alguien lo puede entender? El Molinón, Vallecas, El Madrigal, El Sardinero, Los Cármenes, La Rosaleda..... Hemos acabado con 10 en casi el 40% de nuestros partidos de fuera de casa. Un poco decoroso record difícil de explicar.

Todo parecía perdido pero entonces la Real sacó el orgullo. Nada más comenzar el segundo periodo llegaría por sorpresa el 1-1 en una gran volea de Xabi Prieto a la salida de una falta. Los txuri urdin, con diez, habían contrarrestado el gol en contra en casa del cuarto clasificado. Todavía quedaba un mundo por delante y la Real se preparaba para sufrir. El Málaga dispuso de ocasiones claras pero un soberbio Claudio Bravo llegó a lucirse con paradas de mérito sobre todo en un remate a bocajarro de Rondón.

Los donostiarras, bien posicionados en el campo, incluso se atrevieron a salir al contragolpe y Xabi Prieto en una galopada llena de coraje se quedó sólo ante Rubén pero el portero malaguista evitó el 1-2. En los últimos 10 minutos, el Málaga embotelló a la Real dentro de su área y en el minuto 90, Demichelis llegó a batir a Bravo en un gol legal que afortunadamente fue anulado por González González por un inexistente fuera de juego del futbolista argentino.

Valioso y digno empate que nos dejó un sabor muy dulce. La Rosaleda sigue siendo un estadio talismán para la Real (sexta vez que puntuamos en los últimos siete enfrentamientos ), incluso en las peores condiciones posibles. La semana había sido tormentosa y este punto sirve para recuperar la confianza en el equipo aunque la afición realista seguirá exigiendo a nuestros jugadores y a nuestro entrenador lo que creemos que pueden dar de sí.

Mimbres para llegar lejos tenemos de sobra y sólo falta un cambio de mentalidad y unas gotas de orgullo como las que sacó ayer la Real.

La única mala noticia de la tarde llegó con la victoria del Zaragoza. El descenso queda ahora a 8 puntos (9 con el average), si bien sólo quedan cinco partidos para acabar la liga. En las próximas dos semanas, estoy convencido de que la Real sellará su permanencia matemática en Primera División.

Después llegará la hora de juzgar lo que ha sido temporada. El encuentro de ayer debería hacer reflexionar a quienes creen que este equipo sólo debe aspirar a mantenerse. La Real tiene que llegar lejos a corto plazo, pero para eso todos los estamentos deben asumir las críticas que con buena voluntad realizan los aficionados y no envalentonarse de un modo tan patético como lo han hecho a lo largo de esta semana.