No quiero resultar tremendista, ni populista, pero lo que
estamos viviendo estas últimas fechas es preocupante. A las agresiones
perpetradas por el cuerpo de seguridad contratado por el Athletic de Bilbao en
San Mamés y las vejaciones ocurridas en Cornellá -las cuales considero que aunque
del todo denunciables, no revisten un peligro grave para la integridad
física- hay que sumar las encerronas a nuestros aficionados que se han
producido tanto en Getafe como en Málaga, que estas sí, son las realmente peligrosas.
Fuera de aquí siempre ha habido y seguirá habiendo gente que
desprecia a los vascos. Los mismos que antes nos metían a todos en el mismo
saco del terrorismo, ahora hacen lo mismo -aunque ETA se haya disuelto ya- por
haber llevado a Bildu al Ayuntamiento de Donostia y a la Diputación de
Gipuzkoa. Al final siempre se mezcla la política y siempre hay algún descerebrado
que está deseando tener una oportunidad para desatar sus odios y frustraciones contra a
nosotros.
Todos tenemos en mente aun lo que ocurrió con Aitor Zabaleta y hay que
intentar que jamás vuelva a suceder nada parecido. Es cierto también que a
veces -y ocurrió el año pasado- no interviene
la política y entran en juego otros factores como los que impulsaron a un
grupo de angelitos llegados desde
Bilbao a agredir con violencia a realistas en el Boulevard donostiarra, llevándose
la peor parte un joven, Martxel, que quedó tendido inconsciente y sangrando abundantemente, lo que hizo que corriera como la pólvora por la kalejira que acababa de
comenzar la sensación de que había fallecido o se encontraba gravemente herido. Todo un shock.
Yo estaba allí, al igual que cientos y cientos de personas, y lo denuncié desde Sentimiento Txuri Urdin. La
prensa calló y lo ocultó debido, creo, a que no se quería vender en Madrid que
en el derby vasco, en el derby de la hermandad, se habían producido incidentes.
Pero los hubo. Lamentable los hechos, lamentable el silencio.
Hay cosas que son inevitables, pero otras se pueden evitar. Las fuerzas de seguridad, al igual que hace
la Ertzaina cuando nos visitan otras aficiones, han de hacer su trabajo con
eficiencia, y como algo está fallando, creo que hay que levantar la voz. La gente debe unirse y protestar, y los medios de comunicación locales secundar este grito. Y me veo
en la obligación de hacerlo en primera persona desde aquí, ya que me
siento desamparado. Aunque no sirva de nada, mi ética, mi fuero interno me pide
exigir a Jokin Aperribay que denuncie estos hechos de una vez por todas y alerte a las
autoridades para que en los próximos desplazamientos de nuestros seguidores se
tomen las medidas necesarias que garanticen una total seguridad que
permita a nuestra afición viajar tranquila.
Es un riesgo grave y real, pero evitable. Hay que tomar medidas. Basta ya de agresiones a nuestra ejemplar, pacífica y sufrida afición. Aperri, hazte oír, y defiendenos de una vez. Señores, hagámonos oír y aportemos nuestro granito de arena para intentar que no se produzcan males mayores. Alcemos todos la voz y digamos ¡¡basta ya!!
https://twitter.com/#!/imc77_eh
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