Notable temporada la que ha completado el equipo femenino de la Real Sociedad en su sexta andadura en la máxima categoría. El cuadro guipuzcoano, que ha obtenido 62 puntos, ha finalizado séptimo a tres puntos del sexto, el Atlético, y a ocho de los puestos coperos. Muy buenos números los cosechados por el equipo, aunque a tenor de lo visto durante todo el curso queda la sensación de que se pudo haber logrado algo más si no se hubiese fallado sobretodo ante los rivales, a priori, más asequibles. A pesar de ello, se ha de tener en cuenta que la edad media del equipo apenas supera los 24 años, lo que demuestra que lo mejor de esta plantilla puede estar aún por llegar.
El curso empezó de la mejor manera posible tras cosechar los primeros seis puntos en juego ante el Valencia y Atlético. Tras esto, las guipuzcoanas se las tuvieron que ver con dos de los clubes más potentes del campeonato, Athletic y Espanyol. Ambos encuentros como era casi de esperar concluyeron con derrota, pero las sensaciones fueron más que positivas. El equipo logró poner en serios aprietos a dos de los candidatos al título y demostró que en poco tiempo será capaz de competir por igual ante cualquiera de los grandes de la Primera División femenina. Asimismo, la propuesta de su entrenador, José Manuel Etxabe, ha satisfecho a la parroquia blanquiazul. Es difícil encontrar equipos que apuesten por el fútbol de toque, pero lo cierto es que las realistas han demostrado tener un estilo de juego propio, y lo que es mejor, han demostrado tener carácter y orgullo en cada compromiso.
POSESIÓN, LLEGADA, PERO FALTA DE GOL
Podríamos decir que la posesión del balón ha sido una de las obsesiones del cuadro txuri urdin. Gracias a este planteamiento, la Real Sociedad ha finalizado el año siendo el cuarto equipo menos goleado (35). Por desgracia, esa superioridad tanto en juego como en ocasiones, no se ha visto del todo reflejada en los resultados, en especial en gran parte de la primera vuelta. El equipo llegaba con facilidad a la meta contraria, pero erró numerosas ocasiones claras de gol. Sin duda ésta ha sido la asignatura pendiente de una Real que ha logrado 58 tantos en el campeonato, muy lejos de las marcas anotadoras de equipos como el Barça (119), Athletic (118) y Espanyol (117).
Tras la disputa de la cuarta jornada, y entre los meses de octubre y noviembre, las de Etxabe se midieron a varios rivales de la zona media-baja de la tabla, y a priori muy inferiores al cuadro vasco. Pese a que en la mayoría de esos enfrentamientos lograron hacerse con los tres puntos, a las guipuzcoanas les costó mucho sacar esos partidos adelante debido a esa falta de pegada de la que hablamos. En esos dos meses, conjuntos más débiles como Sant Gabriel (0-1), Collerense (2-1) o Lagunak (1-0) estuvieron cerca de protagonizar alguna que otra sorpresa. De hecho, estos dos últimos partidos se resolvieron por la mínima y en los últimos minutos de juego.
LA ZONA BAJA, UN QUEBRADERO DE CABEZA
Con un tercio de la Liga cumplido y con un calendario a priori factible para sumar puntos, las donostiarras se encontraron con una oportunidad de oro para reducir distancias con el cuarto clasificado y así mantener vivo el sueño de volver a repetir por segundo año consecutivo participación en la final four de la Copa de la Reina. Por desgracia, las cosas se torcieron y el equipo se dejó siete puntos en las seis jornadas siguientes ante tres de los cuatro equipos que finalmente han acabado por descender a la Segunda División (Olivo, Málaga y Estartit).
MEJOR SEGUNDA VUELTA
Precisamente la última derrota ante el L’Estartit en casa por 0-1, justo en el ecuador de la Liga, supuso un antes y un después en la trayectoria del equipo. En las primeras cinco jornadas de la segunda vuelta las de Etxabe sumaron cuatro victorias, incluida una ante el Espanyol. De hecho, este triunfo ante el tercer clasificado supuso el primer triunfo de la historia ante este rival después de once tropiezos y un balance goleador de 37-2 favorable a las catalanas.
El sueño de la Copa estaba de nuevo vivo. Mientras la Real sumaba puntos, el Sporting de Huelva, cuarto en ese momento, los perdía poco a poco. Además, en la jornada 23 las andaluzas debían visitar Zubieta en un partido marcado en rojo por ambos conjuntos. No fue un partido vistoso y el 0-0 reflejó lo visto en el césped. La Real volvía a desperdiciar una oportunidad de acercarse a los puestos con premio. Para colmo, una victoria en los siguientes cuatro enfrentamientos dilapidó toda opción de Copa posible. Hay que reconocer que puntuar ante Rayo (2-0) y Levante (1-1) no era fácil, pero una vez más el equipo falló ante un rival que peleaba por no descender, el Collerense (1-0).
GRAN FINAL DE TEMPORADA
Todavía restaban siete jornadas para el final. Sin un objetivo claro, había cierto temor a que el equipo se relajara en la última fase del campeonato. Todo lo contrario. 18 puntos sobre 21 posibles demuestran que este equipo no da nunca un partido por perdido. De hecho, en el partido que cerró el curso las realistas visitaron a un Estartit que necesitaba igualar como mínimo el resultado del Lagunak para mantener la categoría. Éstas últimas ganaron su partido, mientras que la Real, que no se jugaba nada, hizo lo propio. Desgraciadamente el L’Estartit descendió, pero lo más destacable de todo es la de profesionalidad que demostró el equipo aquel día.
LESIONES
Otro de los aspectos a destacar es el número de jugadoras que se han lesionado en el transcurso de la temporada. Gracias a Dios, no ha habido que lamentar lesiones de extrema gravedad, aunque en alguna fase de la temporada Etxabe tuvo que estrujarse el cerebro para que el equipo no notase en exceso las bajas. Hablando de zonas, el centro del campo ha sido quizás la más castigada. Las cuatro pivotes del equipo (Itxaso, Larra, Guru, Lizaso), han sufrido percances a lo largo del año, y en más de una ocasión el técnico realista tuvo que modificar su esquema. Un ejemplo de esto se pudo ver en el encuentro ante el Athletic, donde Marina tuvo que retrasar su posición al doble pivote debido a las ausencias de Guru e Itxaso, estando Larraitz en el banquillo recién salida de una lesión.
POCAS ROTACIONES
Uno de los apartados que ha podido generar más debate tanto fuera como dentro del equipo es la política de rotaciones llevada a cabo por el entrenador. A principio de temporada en casi todas las zonas se produjeron cambios de un partido para otro, pero a medida que pasaban las semanas Etxabe comenzó a apostar por un once fijo y un grupo de seis o siete jugadoras que salían desde el banquillo en la segunda mitad. No es que las cosas le fuesen del todo mal al equipo, pero lo que no se entiende es, por un lado, los minutos recibidos por futbolistas como Idoia, Eli, Eguzkiñe o Esti Bajo, que han demostrado tener nivel para jugar más, y por otro, lo ocurrido en el último tramo de la temporada. Y es que a falta de 6-7 jornadas para el final de Liga y sin practicamente nada en juego, muchos pensamos que se trataba del momento idóneo para probar cosas de cara al futuro. No obstante, Etxabe no tuvo muy en mente esa posibilidad y salvo algún cambio, como la titularidad en las últimas jornadas de Idoia, todo lo demás siguió tal cual.
ANE, LA JUGADORA CON MÁS MINUTOS
Antes hemos comentado que gran parte de los puntos obtenidos por el equipo se debieron al buen nivel demostrado por el equipo en defensa. Gran parte de este éxito se debe a una de las incorporaciones que realizó el club en verano, Ane Bergara, que sólo se perdió un partido, siendo de este modo la jugadora con más minutos de la plantilla con 2970. Su compañera en la zaga, Sandra Ramajo fue la segunda futbolista más utilizada por Etxabe con 2786 minutos, seguidas por Maialen Zelaia (2756), Aintzane Encinas (2452) y Maite Lizaso (2157).
ETXABE DESTITUIDO
Uno de los aspectos más destacados y que más ha sorprendido es la destitución de José Manuel Etxabe, técnico que el año pasado llevó al equipo a disputar su primera final four de la Copa de la Reina, y que ha completado en este 2011-2012 la, quizás, mejor temporada en Primera División. Desde el club se ha anunciado que se trata de un cambio de ciclo, pero muchos pensamos que lo mejor estaba aún por llegar y que se trataba del entrenador idóneo para llevar a la Real lo más arriba posible. No lo ha tenido fácil Etxabe durante la temporada por culpa de las lesiones de varias de sus jugadoras. Aun así, al técnico de Zaldibia nunca le ha temblado la mano a la hora de hacer sus alineaciones, y gustase más o menos, en muchos casos acertó con sus decisiones, por lo que no comprendemos ni compartimos la decisión de destituir a un entrenador al que le damos las gracias y le deseamos lo mejor en su futuro profesional.
Y por supuesto, y para concluir, felicitar al equipo femenino por la temporada completada y desearles lo mejor de cara al curso que viene.
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