El partido de domingo en Riazor sirve para que la Real vuelva 10 años después a Europa, y lo hace por la puerta grande. Champions hoy se escribe con ”tx".
La temporada histórica del club txuri-urdin se asemeja a una agónica subida a una de las cumbres más altas del planeta. Desde los pitos y el “Montanier dimisón” de Anoeta en la jornada 10 hasta el #AupaReal y el sueño de Champions cumplido en la jornada 38.
Aunque ilusionante en un principio, no ha sido una temporada fácil ya que se sabía del potencial del equipo, aunque los únicos que parecían no ser conscientes eran los jugadores y Montanier, que nos desquiciaba con cambios y alineaciones cuanto menos curiosas.
Se llegó a Málaga con mucha tensión y fue el día que empezó el bonito cuento, que hoy tiene un final de Txampions.
Una forma de jugar fija, sí, la de la Real de Montanier y los mejores sobre el campo. Así, la cosa cambio, empezamos a ganar, creer en nuestras posibilidades y no asustarnos ante ningún rival, por mucha entidad que tuviera este.
Con todo ello, esta magnífica temporada se recordará por las victorias en campos como el Calderón, San Mamés (despidiéndolo de una forma espectacular), Mestalla o Pizjuán entre otros, habiendo perdido tan dos partidos en Anoeta (Atlético de Madrid y Espanyol), ambos por 0-1. Por si no fuera suficiente, los dos magnates del fútbol español, Real Madrid y F.C Barcelona, solo consiguieron un punto y se llevaron 3 goles cada uno, con una espectacular remontada ante el Barça.
Esta Real volvió a sus orígenes, sí, esos que dicen que la cantera es el pilar central de este club y que los extranjeros que vengan tienen que marcar diferencias, y todo ello, capitaneado por un entrenador que sepa y sienta la Real Sociedad. Orígenes que le dieron el éxito antaño y que hoy se lo vuelven a dar. Para darnos cuenta del potencial de este gran grupo que hoy en día forman los jugadores de la Real, recordamos las palabras de Martín Lasarte el día que se logró el ascenso. El mismo día que vimos llorar al “petit diable” de Antonie Griezmann, que hoy ya grande, marcó el gol de todos, el gol que nos lleva a la Txampions. “No se desunan, todos juntos podéis lograr muchas cosas” decía el grande de Martín. ¡Y vaya si las hemos conseguido! Lo mejor, lo que aún queda por disfrutar con estos pedazo de cracks.
Gracias Real Sociedad. Gracias por parte de una afición que este año ha disfrutado, se ha ilusionado, ha soñado, y ha llorado. Gracias de verdad, we are the txampions.
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