No me gustan los parones de la competición. No me gusta parar quince días para volver a tomar contacto con los partidos. Pero aún me gusta menos irme al parón por selecciones viniendo de una derrota. La Real, jugaba fuera de casa y a primera vista se podía prever la derrota debido a nefasta racha a domicilio, aunque todos soñábamos con la victoria. Al final no pudo ser, caímos derrotados, y volvimos de Sevilla de vacío con dos semanas por delante sin competición.
La afición de la Real Sociedad anda sumergida en esa montaña rusa de sensaciones desde hace tiempo. La directriz a seguir pasa por continuar en una línea ascendente, tanto en juego, equipo y clasificación, pero los frutos no acaban de llegar.
Dentro de poco más de una semana visita Anoeta el colíder. Un rival duro y que últimamente les acompaña hasta la suerte. Ante esto se pueden plantear dos situaciones, radicalmente opuestas. ¿Si ganamos al imbatido Atlético de Madrid y volvemos a la senda del triunfo?. Otra dosis de moral, de ganas de ir hacia arriba, de progresar, de ilusionarnos, de querer enlazar dos victorias consecutivas visitando luego Pucela...
Pero por otro lado, ¿Si el Atlético sigue con su racha y se lleva los puntos de Anoeta?. Sensación de que fallamos ya en Anoeta no sabiendo sacar nada fuera, ir al próximo partido quizá con más temor aún, probabilidad de estar tres jornadas consecutivas sin puntuar... ¡No me gusta!
El equipo debe salir enchufado, en casa y fuera; un equipo que busque el gol en todo momento, que no se empequeñezca ante nadie, ni delante de ningún estadio.
No me gusta el parón. Dos semanas de muchos comentarios y preparativos que quizás hagan un poco más largo si cabe el tiempo sin competir. Quiero volver a ver a la Real ganando en Anoeta, jugando de tú a tú al Atlético, ganarle por activa o por pasiva...y después esperar la victoria lejos de casa, que seguro que va a llegar.
¡Goazen Erreala!
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