La Real Sociedad como club está dando pasos de gigante para adaptarse a los tiempos y a las necesidades que la Liga BBVA demanda, pero, la plantilla no debe dormirse en los laureles, necesita una vuelta de tuerca que les ponga en disposición de afrontar nuevos retos sabiendo de donde vienen, pero, también hacia donde quieren ir.
En este devenir el club pasó de Atocha a Anoeta, y sus jugadores han evolucionado lentamente de fajadores incansables en los ochenta a exquisitos futbolistas con escaso carácter en la actualidad.
Krauss y Denoueix abrieron paso y nos mostraron una vía poco conocida, la del gusto por el balón y la posesión, después llegaron los Clemente, Lotina y otros muchos técnicos con los que nunca tuvimos un estilo definido, hasta que Lasarte nos sacó del pozo a base de carácter y determinación.
En este momento Philipe Montanier vuelve a llevarnos por el camino del dominio del balón y del juego, pero esto, no es suficiente, ¿Qué buscamos?
Aunque queda mucho campeonato aún, se abre la incógnita de la continuidad o no del técnico de Vernon, pero, sea como fuere, siga o no, la plantilla txuriurdin debe reflexionar, un entrenador puede disponer el once que crea conveniente, y deberá asumir las consecuencias de sus continuos errores, así como los aplausos por su terquedad, pero el carácter, la ambición, el saber manejar los tempos del partido es tarea de los jugadores.
¿Queremos once Laudrups u once Gattusos?, pues ni lo uno ni lo otro, dicen por mi tierra que en el término medio está la virtud. Disponemos de la plantilla con más calidad técnica de las últimas décadas, un plantel de garantías con el cuero en los pies, pero, un grupo que adolece de ambición y que da síntomas de miedo a las alturas y fobia a viajar por la Vieja Europa.
No sólo de toque se vive en el fútbol, hay que remangarse, bajar al barro y luchar y pelear con las mismas ganas independientemente de que el rival sea el Barça o el Fornacense, con todos mis respetos.
Me gustaría ver el estilo Anoeta con el espíritu de Atocha, a los Griezzman, Pardo o Xabi Prieto gambeteando como lo hacen, pero poniéndose el mono de trabajo como en su día lo hicieron los Ufarte, Satrústegui o Zamora.
Hay mucho camino por andar, muchos retos que afrontar, y un futuro esperanzador que pasa por las botas de un equipo de muchos quilates que deben mostrar en el campo el "Sello Atocha" que nos hizo temibles y respetados en Europa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario