Por suerte, “la clasificación no ha cambiado y es lo más importante, pero las sensaciones también lo son”, así que “vamos visitar al Atlético con la idea de ser los primeros en ganar en el Calderón”. Además, “haber ganado partidos de visitante en campos importantes nos tiene que servir porque lo podemos hacer” y considera que “sacar un buen resultado ahí nos puede dar mucha vida, podemos dar un gran golpe”.
El zaguero no destaca únicamente a Diego Costa y Falcao de las filas rojiblancas, si bien es cierto que “son los jugadores que marcan la diferencia, los más determinantes”, ya que “es injusto destacar a dos jugadores porque el equipo en sí es muy duro”.
Los donostiarras llegan en un buen momento al complicado choque liguero, dado que “que un equipo que pierde 0-2 y remonta el partido en 10 minutos es muy significativo. Las sensaciones que teníamos en todo momento eran que podíamos remontar y veo bien al equipo, no hemos sido menos que el rival en ningún partido”. Por tanto, “no es casualidad que llevemos tantos partidos sin perder y sacando tantos puntos”, a pesar de que “al principio de temporada no sumábamos tantos puntos”. Lo que está claro es que “las sensaciones y la dinámica son las mismas que al principio de temporada y ahora los puntos reflejan el trabajo”.
El defensa es consciente de que será complicado vivir de nuevo una situación tan franca para ir a Europa y los jugadores no deben sentirse presionado por ello: “Llevo siete años en el primer equipo y nunca he vivido nada así. Creo que nos ha costado llegar a una situación así y debemos jugar con toda la ilusión del mundo y disfrutar el momento. Hay más ilusión que presión”.
Mikel no ha dejado de comentar el error que supuso el 0-2 ante el Betis, ya que “soy muy exigente con mis actuaciones y reviso estas jugadas”. Ha confesado que perdió “la referencia de dónde estaba la portería y al meter el pie el balón pasó por encima de Bravo”, aunque subraya que “de todo se aprende”.
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