Es una de esas noches en la que me da por escribir. Escribir sin saber muy bien lo qué decir. Hasta que al fin encuentro algo de qué hablar. Y no. Siento decepcionaros, pero no vengo con la intención de teclear sobre el adiós a la catedral del fútbol. De hecho, quizás me desvíe un poco también de esa carretera que ejerce conexión entre dos polos, de esa A-8 inconfundible que da nombre a esta nuestra sección. Pero porque la ocasión lo merece. Hoy tomo carretera rumbo a Europa, a ese sueño que diez años después se convierte en realidad en forma de previa de Champions.
El himno de UCL volverá a sonar en el estadio de Anoeta. Recuerdo vagamente cómo lo hacía hace diez años. Recuerdo también un gol de penalti de Kovacevic dando la victoria ante el Galatasaray. Ay si nos tocara este año volver al infierno turco… Pero claro está que primero hay que pasar la previa, y la verdad, no es que se presente demasiado asequible. En frente podremos encontrarnos a rivales de la talla del Arsenal o el Milán. Nada que ver con el equipo que le tocó la pasada temporada al Málaga. No obstante, que no nos quepa la menor duda de que el equipo morirá en su intento por lograr la clasificación.
Aunque a decir verdad lo que sí empieza a crear dudas y poco a poco a preocupar es el nombre del entrenador que dirigirá al equipo la próxima temporada. La despedida de Montanier y la negativa del Tata Martino parecen haber abierto nuevas posibilidades en el banquillo realista. Ya se sabe que las cosas de palacio van despacio, pero la afición está impaciente por saber el nombre del elegido. Y es que el camino a Europa ya ha empezado. Road to Europe. No vayamos a iniciar el viaje sin conductor.
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