La Real Sociedad se llevó los tres primeros puntos del campeonato, tuvo el primer pichichi, hizo el primer gol y fue el primer lider de la categoría pero los motivos para sonreír son otros. Ni siquiera saber que a día de hoy, lunes, seguimos terceros en puesto de acceso directo a Champions, los motivos para soñar son los dos jóvenes que se echaron al equipo a las espaldas: Iñigo Martínez y Asier Illarramendi.
El central vizcaíno debutaba en la Liga BBVA y delante, aunque el Sporting no incomodó casi nada, tuvo un rival difícil como Barral. El andaluz, uno de los personajes menos queridos, por decirlo de alguna manera fina, de la parroquia txuri urdin, estaba a la mínima en el suelo, buscando el penalti, buscando liar al vizcaíno. Pero nada pudo con él, ni siquiera una pitada seria de la parroquia local cuando fue al choque, duro pero limpio, con André Castro. Demostró tener casta, no tener miedo y eso, por lo menos a mi, me encantó. Un central con carácter, lejos de las princesas permisivas que hemos visto otros años.
Asier Illarramendi no debutaba en Primera División, pero casi. El pivote mutrikuarra estuvo sensacional. Sostuvo el medio campo realista sobreponiéndose a un gris partido de Aranburu y Zurutuza y, simplemente y llanamente, él solo, se comió el medio campo sportinguista. Tuvo que salir Alberto Rivera, un medio centro brillante para poner en algún aprieto al mutrikuarra, pero ni por esas.
Los comentaristas argentinos que narraron el partido que vi, vía streaming, dijeron en repetidas ocasiones que el '20' realista estaba en todos lados y así debió percibirlo David Barral, que pagó con el nuevo la frustración de la derrota local.
Tenemos que tener calma, dentro de dos semanas viene el Barça y será complicado sumar, después vamos al Pizjuán y será igual de complicado sumar, pero el equipo ilusiona, casi sin retoques, ya que Vela no destacó en exceso, con gente de la casa y sobretodo con dos piezas de la factoría Zubieta. Un mediocentro creador, destructor y con garra, algo que antes necesitaba de tres jugadores y ahora tenemos en uno. El otro, un central zurdo con salida de balón que da gusto verle jugar, que no hace amigos, que le da igual que le pite. Por poner un 'pero', no me gusta que lleve el 26, que sea del primer equipo YA.
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