domingo, 20 de mayo de 2012

¡¡CUÁNTO HEMOS CRECIDO!!



De verdad de la buena, ¡¡Cuánto hemos crecido!! Ese es el grito de guerra de algunos tras finalizar la temporada 2011-12.

Se despidió a Martín Lasarte por una nefasta segunda vuelta en la que se perdieron todos los partidos jugados a domicilio y llegó Philippe Montanier, gurú francés del fútbol que había conseguido, sobre la bocina, salvar al Valenciennes francés.

Tras vencer en un mal partido en Gijón y lograr un meritorio empate frente al mejor equipo del Mundo tras ir 0-2, el equipo entró en una mala racha que sólo cortó una inmerecida victoria frente al Granada CF. 

Se perdió frente a Mallorca, Athletic y Zaragoza para empatar con el Getafe a cero antes de volver a perder en el Ciutat de Valencia, contra el Real Madrid y en Vallecas por 4-0. Tras perder frente al recién ascendido Rayo, el equipo se colocó en descenso por primera vez desde el ascenso. Los optimistas dijeron que habíamos entrado en descenso, los realistas que éramos últimos de la clasificación.

La buena racha llegó gracias a un golazo espectacular de Iñigo en Sevilla que posibilitó volver a ganar a pesar de Montanier y es que el técnico galo, en un ataque de ´clementismo´, metió a Demidov en el eje de la zaga al lado de Mikel e Iñigo y el Betis anotó dos goles en cinco minutos...por el centro de la zaga, claro que sí. 

La primera vuelta acabó con una tendencia positiva en Liga, victoria en Mestalla incluida pero con una imagen verdaderamente sonrojante en Copa tras perder 6-1 en Mallorca.

Se perdió 0-4 contra el Atlético por culpa de la afición que tuvo la indecente idea de quejarse del sextete mallorquín pero después, un 5-1 al Sporting en un partido flojo a más no poder, tapó las miserias del equipo y todo parecía ir rodado de nuevo. La buena imagen ofrecida en el Camp Nou en el que sólo se perdió 2-1 y se encerró al Barcelona y la victoria frente al Sevilla liderada por un excelente Rubén Pardo, parecía que haría despegar al equipo. Pero cuando más parecía que iba a despegar...más se la pegó. Si no había sido suficiente con caer por 4-0 en Vallecas, se cayó por 4-1 en el Nuevo Los Cármenes pero claro, teníamos uno menos y la culpa fue sólo del árbitro. . 

Se alternaron malos partidos con victoria, frente al Mallorca en casa, con malos partidos con derrota, en Getafe, en casa frente al Levante y en el Bernabéu. Entre tantas aparecen la derrota en San Mamés donde Mateu robó el partido al no dar por válido un gol claramente legal y la victoria frente a un Zaragoza que parecía desahuciado. 

El meneo que el Levante le dio al equipo en Anoeta levantó las iras de la afición, de la parte que todavía aguantaba al técnico galo. La imagen dada frente al Real Madrid en el Bernabéu no ayudó a disipar dudas ya que el autobús realista, además de poco equipaje y poca gente, se llevó cinco goles del coliseo blanco.

Eso sí, hemos crecido en unión de grupo. Esa unión que cristaliza en que después de un bochornoso espectáculo llamado Real Madrid 5-1 Real Sociedad, los jugadores se vayan a Gabana a celebrar su gran partido. Claro, Montanier les da permiso y todavía tenemos que aguantar que cada uno hace lo que quiere en su vida privada. Pueden sí, pero son unos privilegiados y no deben obviarlo.

El tramo final del equipo, en el que sólo se ha perdido un partido de los ocho jugados parece que ha hecho olvidar una temporada gris, triste y decepcionante.

La victoria frente al Rayo fue más efectiva que otra cosa. El Rayo pegó primero, falló y la Real le hizo dos goles. Salió mejor el club madrileño tras el descanso, falló y el equipo le hizo otros dos. En Cornellá se empató y puede ser un buen resultado...si no empiezas ganando 0-2.

El partido frente al Betis fue típico de la Real entre semana. La primera la tuvo el cuadro sevillano, fallamos un penalti, hicimos uno que no pitaron y Eñaut salvó dos goles cantados y Anso remató al palo de cabeza al final. La afición se quejó amargamente del técnico galo y tenía razón, mucha razón.

Otros dos empates más llegaron del viaje a Málaga y de la visita del Villarreal.  El primero, frente a un conjunto que ha llegado a Champions sirvió para que el medio oficial alabase el planteamiento de Montanier ya que se logró con un hombre menos. Claro que de no haber sido por Bravo que salvó todo lo salvable y del linier que invalidó un claro gol legal de Demichelis el planteamiento del Guardiola francés no habría servido de gran cosa.

El partido frente al Villarreal fue todavía peor. El submarino que acabó bajando dio una lección de fútbol y Marcos Senna parecía tener diez años menos de los que firma su DNI ya que dio una lección de fútbol en un partido muy malo de la Real. Una genialidad de Vela salvó un punto y después se ganó a un descendido Racing y ya parecía que el equipo había hecho una temporada genial. 

La gente hizo la ola inexplicablemente y el equipo siguió sin perder en el Calderón en un buen partido del cuadro donostiarra.

Tres días después se perdió frente a Osasuna en un partido vergonzoso en el que Bravo salvó de una goleada a su equipo. Del último partido no hablo, fue un buen homenaje a Aranburu.

Hemos crecido muchísimo. Dos puntos concretamente. Nos salvamos antes que el año pasado pero sólo tuvimos dos puntos más, los dos puntos que el equipo de Martín Lasarte de dejó ante el Getafe en la última jornada del año pasado. 

Objetivamente y clasificatoriamente hemos crecido pero hay que analizar las diferencias del equipo. El portero ha crecido a pesar de ser el mismo, los laterales siguen teniendo el mismo nivel, preocupante que no haya crecido y los centrales han mejorado, han dado un paso al frente. Mikel González ha completado su mejor temporada empezando desde el banquillo. A pesar de un par de lapsus frente al Málaga en ambos partidos ha crecido mucho...y de Iñigo no se puede decir nada. Compararle con Demidov el año pasado sería un insulto para el mejor central canterano que ha salido desde hace años.

En la medular seguimos creciendo. Rivas merecía seguir pero se fue. La temporada de Illarramendi ha sido notable aunque de más a menos y los pocos minutos de Pardo han demostrado que acertaron al prescindir del manchego. Claro que el pivote del Hércules es mejor que los dos pivotes canteranos que más tiempo llevan en el equipo. El 4 y el 5 sí. Su temporada también, para olvidar.

Arriba tenemos dinamita. Griezmann es cada vez mejor, Prieto ha acabado a un nivel muy bueno a pesar de completar su peor temporada en el primer equipo, Llorente no está, es cierto, pero Ifrán es un delantero de los que hacía tiempo que no teníamos. Carlos Alberto Vela ha sido el que ha marcado las diferencias y las ha marcado pero bien. Primer jugador realista que marca más de diez goles desde que Nihat lo hiciera en la 2003-04 y además Agirretxe también ha llegado a la decena algo que no se lograba desde que lo hiciera Bakero a finales de los ochenta.

Por eso hemos crecido sí, pero hemos crecido muy poco en lo clasificatorio teniendo en cuenta lo que hemos crecido a nivel individual. El equipo tenía como objetivo salvarse desde el principio y lo consiguió a falta de tres jornadas, pero el equipo tenía potencial de UEFA...o de lucharla al menos.

El Levante, Osasuna y el Mallorca han luchado por jugar la UEFA Europa League hasta la última jornada y nosotros...nosotros preferimos salvarnos a falta de tres jornadas que jugar con tensión los últimos partidos, ¿para qué?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si el equipo tiene potencial de UEFA el trabajo del de Loren no es tan malo no? Tendra que mejorar Montanier...

epicavea dijo...

El equipo tiene potencia de UEFA porque hay una generación de canteranos que hace años sólo podíamos soñar, los fichajes qué? Vela perfecto, Mariga?

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