Creo que he sido de las personas que más le ha criticado, pero una cosa no quita la otra. Se marcha con el equipo en Champions desplegando un juego vistoso y con un once formado por nueve canteranos domingo tras domingo. La Real da gusto verla y algo tendrá que ver él.
Si me preguntáis si le habría renovado tengo mis dudas. Sí le habría renovado por los resultados, porque tiene al equipo muy unido a él y muy enchufado, eso es innegable. Por otro lado, no le renovaría porque hasta en el tramo final de la temporada evidenció problemas a la hora de leer los partidos. Tampoco entiendo que sea la única persona de todo Donosti que no le quisiera dar casi opciones a José Ángel o Pardo pero eso ya es más personal.
Si del año pasado dije que no olvidaría jamás la legendaria humillación de Mallorca, tampoco el Gabanagate, pero de este año sólo puedo recordar cosas buenas. La Real me gustó en Málaga, me encandiló en Valencia y me enamoró en la segunda parte contra el Barcelona. Contra el equipo culé, Montanier rompió los esquemas e hizo todos los cambios ofensivos en pro de una victoria que acabó llegando con el gol de Agirretxe en el descuento.
Podemos criticarle porque de primeras prefirió a Demidov y Mariga antes que a Mikel González y a Illarramendi pero se va con el equipo cuarto clasificado por delante de un rival que duplica el presupuesto de la Real. Desde la distancia, el año que viene el Rennes tendrá muchos seguidores en San Sebastián pendientes de los hombres de Montanier.
Porque además de lo deportivo, ha aguantado lo que no está escrito. Se va porque no confían en él. Es así. Aperribay tenía a Luis Aragonéz preparado cuando Iñigo Martínez marcó el gol en Sevilla y es por todos conocido que el máximo mandatario realista ha intentado llevar a Emery al banquillo de Anoeta en más de una ocasión.
El Rennes confía en él y le ofrece tres años de contato, un tiempo suficiente para desarrollar un proyecto en un equipo que no hace mucho contaba con grandes jugadores de la Ligue 1 como Kim Kallström o Eric Edman.
Se va un señor que no ha levantado nunca la voz, ni cuando el campo entero pedía su cabeza ni cuando la gente quería que siguiera. Se marcha enamorado de Donosti, del pintxopote, de Gipuzkoa entera y no es para menos porque le costará mucho volver a tener un plantilla del nivel de la que ha tenido este año a su disposición.
Merci Montanier, si fui injusto lo siento. Sólo puedo agradecerte dónde nos has dejado, porque nos cogiste quintos por la cola y salvados en la última jornada. Eskerrik asko Philippe.
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