¡Revancha en el Molinón!
En 2008 fuimos muchos los que nos desplazamos a Tierra Santa. 2000 realzales que al igual que este fin de semana, viajamos a Gijón con un tiempo realmente desapacible; lluvia, frio, viento, granizo…
Tenía muchísimas ganas de conocer ese mítico campo en el que escribimos la página más bonita de la historia txuri urdin conquistando por primera vez la liga, con aquel gol en el último suspiro de Zamora.
La verdad es que me encantó; por fuera -al igual que Atotxa- digamos que deja bastante que desear, pero por dentro ¡¡precioso!!. Me retrotrajo a mi infancia cuando iba a Atotxa, es muy similar al viejo campo de Duque de Mandas y la afición empuja y muerde como la que más. Se respira fútbol y es un campo de los que hacen afición.
Eso sí, por allí no nos tienen excesivo aprecio, sobre todo los Ultra Boys –los mismos con los que Preciado quería sentar a Mourinho-, y hay que tener mucho cuidado con ellos. No nos recibieron precisamente bien y antes de entrar al campo nos comenzaron a increpar, insultándonos y lanzándonos algún objeto. La cosa no pasó a mayores porque estábamos flanqueados por la Policía Nacional que actuó cargando sobre ellos en varias ocasiones con pelotas de goma… Así se mantuvieron a cierta distancia mostrándonos banderas españolas y diciéndonos todo tipo de improperios pero como digo, no pasó a mayores.
En las horas anteriores al choque no hubo incidentes –que yo sepa- ya que los aproximadamente dos millares de realzales estábamos juntos de poteo por el casco viejo. Un gran ambiente y ningún problema con los gijonenses de bien.
Cuando se iba aproximando la hora del partido la marea txuri urdin fue desfilando en kalejira por el malecón de la playa de San Lorenzo –de gran belleza, un bonito lugar Gijón- hacia el campo, hasta que en las inmediaciones nos esperaban los descerebrados de los Ultra Boys para darnos la bienvenida a Tierra Santa.
Dentro del campo la afición está a muerte con su equipo y recuerdo que había una pancarta algo intimidatoria que rezaba algo así, “Hoy comienza nuestra reconquista”, como finalmente sucedió ya que ganaron el partido y consiguieron el ascenso a Primera División ese mismo año.
La Real hizo un buen partido en el que creó muchas ocasiones de gol pero no logró adelantarse en el marcador; finalmente el partido se encaminaba al empate sin goles, pero Bilic -en un fuera de juego de libro en el que estaba más de dos metros adelantado-, lograría la victoria para el Sporting de Gijón por 1-0.
De vuelta a casa caras largas y horas de autopista, prácticamente parados por las granizabas que caían constantemente y que hacían que la carretera por momentos desapareciese bajo un manto blanco que la hacía impracticable. Una odisea.
Yo tengo ganas de revancha, ese partido se debió ganar y se perdió, y ese año se debió subir pero no se consiguió. Mañana toca revancha. ¡¡¡A POR ELLOS!!! Gora Erreala!!
Iñaki Milla Clavo
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