Le recibía una Real Sociedad que todavía dejaba que se viera la sonrisa que lleva toda la semana asomando por Donosti, esa sonrisa que propició Iñigo Martínez con un golazo desde su campo el pasado domingo en Heliópolis.
Philippe Montanier seguía con la soga al cuello a pesar de vencer en Sevilla y seguía estando cuestionado ya que la victoria de Sevilla, llegó tras desperdiciar un 0-2.
La semana en San Sebastián fue de una tensa calma que pedía a gritos la llegada del partido del domingo.
El miércoles, Joseba Llorente y Diego Ifrán se reinvindicaron en el Memorial Alberto Ormaetxea al dar al equipo realista el triunfo gracias a un gol del de Hondarribia tras una buena jugada del charrúa.
El uruguayo entró en la convocatoria en lugar de Jeffrey Sarpong que no fue utilizado en Sevilla y que poca gente entiende que siga en un equipo de la Liga BBVA.
Xabi Prieto fue el descarte de los 19 llamados por el técnico galo al no recuperarse de sus molestias.
Pellegrini pudo contar con Toulalan a pesar de ser expulsado en el último partido del conjunto de la Costa del Sol.
El técnico chileno dispuso de un 4-5-1 en rombo que bien podía ser un 4-3-3 con la movilidad de Seba Papelina Fernández y de Isco por detrás de Rondón.
Duda y Toulalan formaron el doble pivote y Cazorla caía a banda derecha aunque también aparecía por el medio.
Montanier repitió la fórmula del éxito de Sevilla con Bravo, Martínez, González, Iñigo y Estrada en defensa, Elustondo, Aranburu, Vela, Zurutuza y Griezmann en la medular y Agirretxe en punta de ataque.
Poco después del auto gol del central argentino, Turienzo indicó una falta discutible por unas manos de Zurutuza que estaba medio de espaldas. El saque de falta cogió desprevenida a la zaga realista algo que aprovechó Isco para poner un centro al segundo palo que empujó Rondón para hacer el 1-1.
Antes del descanso Cazorla, Zurutuza, Griezmann y Vela pudieron desnivelar el partido pero se llegó al paso por los vestuarios con el empate a uno.
Tras el descanso la Real Sociedad salió más enchufada y Vela pudo hacer el segundo del equipo local en una bonita jugada al poco de iniciarse los segundos cuarenta y cinco minutos.
Poco después una brillante jugada entre Elustondo, Aranburu y Vela pudo acabar en penalti aunque Turienzo, nacido en Vizcaya aunque árbitro por el colegio Castellano Leonés, no quiso pitar cuando Sergio Sánchez se olvidó del balón para evitar el disparo de Vela.
Sin tiempo para quejarse, llegó la jugada que pudo poner en la calle a Montanier. Mikel González tuvo un error de infantiles y dejó a Seba Fernández el balón delante de Bravo para hacer el 1-2.
Se quedó dormida la Real mientras Carlos Martínez quería que se despertaran. Tarde llegaron los cambios de Montanier aunque surtieron efecto.
Ifrán fue el primer recambio en el lugar de Aranburu y después entraron Llorente y Pardo por Estrada y Zurutuza. Montanier se sabía fuera y quería morir con las botas puestas.
La Real encerró al Málaga y bien pudo Elustondo empatar el partido pero su tremendo derechazo lo despejó Willy, un testarazo de Agirretxe se fue arriba y llegó una nueva llegada con balones colgados, en la que el Málaga no supo despejar y Vela destapó el tarro de las esencias para, con una chilena magistral, hacer el 2-2 y salvar a su técnico.
Fue para adelante la Real sin contentarse con el empate y llegó otro balón colgado que Agirretxe le cedió a Ifrán para que hiciera el 3-2 tras una brillante maniobra.
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