Una quimera
La Real Sociedad cosechó ayer una derrota muy dolorosa por 2-1, y suma su quinta jornada consecutiva sin conocer la victoria. Dolorosa, sobre todo, por la forma, y es que los txuri urdin tuvieron controlado al equipo cántabro la última media hora de partido en la que fueron superiores. Además, en el minuto 90 se produjo un ´gol fantasma´ que no fue concedido. Pero eso no llegó a ser suficiente, ya que la primera hora la tiraron a la basura; sesenta minutos en los que -al igual que en Riazor- no dispararon a puerta ni una sola vez, y ganar así, es prácticamente una quimera.
Con cinco defensas
Martín Lasarte sorprendió presentando una defensa formada por cinco hombres, buscando una variante táctica que permitiese cortar el chorreo de goles que está encajando este equipo, no lo consiguió. La primera parte estaba siendo pésima y lo mejor que podía ocurrir es que terminase cuanto antes (sobre todo para los realzales que estábamos allí y anhelábamos ver algo más digno, y es que la Real todavía no había chutado entre los tres palos)
Pero cuando el electrónico marcaba el minuto 42, Mikel Aranburu perdió de tacón un balón ridículo e inocente en medio campo, y la conjunción de los astros o la diosa Fortuna, quisieron que esa jugada acabase en un gol un tanto inverosímil para el equipo racinguista ya que un golpeo de Kennedy con el exterior tocó en el pie de De la Bella, con tan mala suerte, que el esférico describió una parábola hacia portería que hizo imposible la estirada de Claudio Bravo. Era el 1-0. Gol de churro, pero gol. Con ese resultado nos iríamos al descanso.
Zurutuza e Ifrán
La segunda parte comenzó igual de mal, y quizá Martín Lasarte debió de reaccionar mucho antes ya que el equipo iba perdiendo y el sistema no había funcionado durante una hora de partido. Entonces, movió ficha e hizo un doble cambio, era el minuto 59 de partido y entraban al campo David Zurutuza y Diego Ifrán en sustitución de Mikel González y un Tamudo que no había rascado bola.
El partido cambió por completo y ´Zuru´ comenzó a repartir juego, de mientras, Ifrán encaraba a Toño -que estuvo muy acertado- una y otra vez. El uruguallo estaba haciendo diabluras y el gol se veía venir. ¡¡Por fín!!
Y así sucedió en el minuto 71 en el que una espectacular asistencia de Xabi Prieto –ya lleva diez esta temporada- desde la banda derecha fue remachada por Griezmann con una fenomenal bolea. Golazo. Era el 1-1.
Buenas noticias, la Real ahora estaba más entera y mejor que su rival, y quedaban 20 minutos por delante.
La diosa Fortuna trabaja para el jeque
Pero ayer no era el día de los nuestros, y de nuevo nos volvió a dar la espalda la tan manida diosa. Tan solo cinco minutos después, en el 76´, y con la Real volcada y por fin convencida de la victoria, Carlos Martínez -que reaparecía ayer - descuidó su banda, lo que fue aprovechado por el sevillano Domingo Cisma para entrar por ella y poner un balón raso al corazón del área que aprovechó estupendamente Giovani -el ex del Barça- adelantándose a Labaka.
¡¡Qué golpe más duro!! A los 700 reazales que nos habíamos desplazado a El Sardinero se nos caía el mundo encima. ¡¡´Zasca´!! Cuando mejor estábamos y ´Dieguito´ estaba haciendo diabluras ¡¡tóma jarro de agua fría!!
Pero no todo quedó ahí, la Real lo siguió intentando una y otra vez y en el minuto 90 llegó la última oportunidad para conseguir empatar; falta al borde del área que golpea a la perfección Ifrán, el balón pasa la barrera e impacta en el poste derecho de Toño. Pero el balón, rebotado, se dirige mansamente a las manos del cancerbero alicantino, que -completamente batido y haciendo la estatua- ni se había movido del sitio. Qué lástima.
¿Justicia poética? Ninguna. ¿La diosa Fortuna? Ayer trabajaba para el jeque…
Una verdadera pena porque ese balón en la televisión parece que entra, y ese ´gol fantasma´ nos hubiese hecho regresar con otro sabor de boca, sin duda.
Hay que espabilar
Sinceramente y como reconocí en mi última crónica, no veo al equipo fresco, ha perdido el buen juego y la chispa, y da la impresión de andar en reserva. Ojala que no sea así y podamos doblegar al Hércules dentro de quince días sin excesivos problemas, ya que si no, todos vamos a empezar a ponernos nerviosos. Hay que espabilar.
Iñaki Milla Clavo
No hay comentarios:
Publicar un comentario