Parece la palabra de moda, pero en este caso es la que mejor refleja mi estado de ánimo tras asistir en La Romareda al partido que hoy ha perdido nuestra Real.
Y estoy indignado no solo por el mal planteamiento de nuestro entrenador, por su mala elección de quienes debían de jugar, por la actitud colectiva del equipo, sino por algo que me ha llegado mucho más profundamente y que después de llegar a casa, no puedo dejar de comentar. Me refiero a la actitud mostrada hoy por una parte de la afición realista desplazada a Zaragoza.
Han sido muchas las ocasiones en las que he manifestado mi admiración por la afición realista que en muchos campos ha demostrado estar a la altura de las circunstancias y me ha hecho sentirme orgulloso de ella. Por ello creo que cuando se dan casos en los que la afición realista no queda como debería quedar siempre, hay que denunciarlo y yo lo hago personalmente desde esta humilde nota porque no puedo callar.
Que se grite 'pìsalo' a coro cada vez que un rival caía al cesped (dejando atrás viejas rencillas) no hace más que mostrar el talante antideportivo de quienes así se manifestaban. Yo no quiero ser parte de una afición antideportiva. No me gustan nada determinadas consignas como las de hoy 'Coordinadora de presos de ETA' coreada varias veces que no sé qué tienen que ver en un partido de futbol pero me parece mucho más deleznable que la afición realista se haya manifestado ante el público zaragozista como antideportiva. La semana pasada denunciaba lo de la afición colchonera, hoy no me puedo callar lo de una parte de la afición realista desplazada a Zaragoza que ha obligado a algunos aficionados realistas a abandonar sus localidades para no ser partícipes del lamentable espectáculo.
Indignado estoy, sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario