Domingo 29 de enero de 2012, a los seis minutos de juego del Real Sociedad – Sporting de Gijón.
Cuando David Zurutuza miró al cielo para dedicar sus goles a su aita fallecido en verano de 2011, no podía imaginar lo cerca que estaba de ver las estrellas. Había logrado un imposible: hacer dos goles a los tres minutos del pitido inicial. Con Anoeta aún en pie celebrando el segundo, un escalofriante encontronazo con Gregory obligó al héroe de la tarde a abandonar el estadio en camilla en el minuto siete para ser intervenido quirúrgicamente esa misma tarde por José Manuel Santos en la Policlínica Gipuzkoa.
Según palabras del propio cirujano, la fractura que presenta David es "conminuta con todos los huesos hechos polvo. La operación consiste en llevar todo a su sitio. Hemos levantado la pirámide ósea para tratar de dejarla como estaba antes del golpe. Es una cirugía muy frecuente, pero con traumatismos menos severos que el de David".
Cuando he leído esta entrevista al Dr. Santos, me han venido a la cabeza las declaraciones de Antoine Griezmann realizadas a ETB al finalizar el encuentro en las que afirmaba haber "oído el golpe y...". ¡¡¡uffff!!! También visualicé a Valery Karpin quien saltó al campo con una máscara azul a los nueve días de haber sufrido el golpe tras una lesión "mucho más simple que la que, por lo que he podido ver, ha sufrido Zurutuza" según palabras del Dr. Escobar quien le atendió en su día. Ver las imágenes por televisión no ha hecho más que confirmar lo doloroso que tuvo que ser el choque para ambos (Gregory también abandonó el campo tras el choque)
La recuperación de David depende de su evolución y el doctor afirma que le quedarán secuelas.: "Seguro. La primera será la cicatriz que le va a quedar y luego ya veremos, pero al levantar la pirámide lo normal es que le quede alguna deformidad". La prudencia será la mejor amiga de nuestro centrocampista para evitar posibles complicaciones, infecciones e incluso la vuelta al quirófano. En cualquier caso, parece bastante difícil que pueda reaparecer antes de un mes.
¡Pobre David! Esos dos goles tempraneros ya iban a hacerle protagonista absoluto de la jornada y de la historia del club. Qué duro que al final su partido terminara tan pronto y de forma tan impactante. Al grito de “Zuru-Zuru…Zuru, Zuru” fue trasladado por la camilla móvil de Anoeta hacia la puerta de salida de ambulancias. En ese instante, David respondió a los gestos de ánimo que le venían desde la grada alzando el puño de forma lenta pero segura provocando que el clamor de la afición elevara la gélida temperatura de la tarde donostiarra.
¡¡Estamos contigo, David, Animo!!
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