NI UN DOMINGO SIN TI
GETAFE 1 – 0 REAL SOCIEDAD: Ni puntos ni porras
Tenía tanto miedo a quedarme dormida que no pude pegar ojo en toda la noche. Me costó mucho dormirme y no podía dejar de pensar si la ropa elegida era la mejor opción para pasar el día en Madrid. ¡Maldito síndrome guipuzcoano! Creo que llevamos algo en los genes que nos hace ser precavidos. Eso del ‘por si acaso’ hace que no seamos capaces de simplificar en equipajes ni en ropa de abrigo.
¡Cuántos meses llevaba preparando este día! me parecía imposible que estuviera a tan pocas horas de que ese ‘Campanillo’ me transportara hasta Getafe. Empezó a vencerme el sueño y antes de que mi mente pudiera descansar sonó el despertador. Eran las 4,40 y aunque digan que sarna con gusto no pica juro y perjuro que picar, no sé si picará pero da sueño fijo. Se me da fatal madrugar y a mis amigos de Bilbao ya les advertí que aunque habíamos quedado a las 6,00 no prometía ser simpática y caerles bien hasta las 11,00. ¡qué sueño!
Entre saludos y las primeras risas del día, con nuestras mejores galas txuriurdines, camisetas de la suerte, banderas y bufandas; con un GOAZEN ERREALA en la mente y la mochila llena de ilusiones, dejamos que ‘Campanillo’ nos llevara hasta ti. Tenía toda la intención de retomar mi sueño durante las primeras horas de viaje, pero entre el volumen de esa disparatada película americana que nos dejó las siglas ‘DCRP’ para el recuerdo y algún elemento disuasorio del sueño ajeno, me desvelé aunque no empecé a venirme arriba hasta que me tomé esa cocacola en un pueblecillo de Segovia que preparaba una buena fiesta para esa misma tarde.
Algo dentro de mi hizo que olvidara mis prejuicios con las porras (apuestas deportivas) y lo di todo al 0-0. Dado mi currículum con este tipo de apuestas, me pareció el resultado menos arriesgado para que se me pudiera venir en contra, sin darme cuenta de que Murphy está por encima de Dios y sus leyes prevalecen por encima de los dictados de éste haciendo que su omnipresencia quede reducida a la nada al lado de su poder.
En Madrid ya era primavera y pude lucir mi camiseta nueva con el 6 de Iñigo Martínez a la espalda sin necesidad de abrigo. No sé si quedó alguna caja de cervezas en aquél bar que nos acogió tan bien ¡Qué buen ambiente había! Viajar con La Real es especial y te das cuenta de que el sentimiento txuriurdin se extiende más allá de Gipuzkoa. Conocimos gente de Málaga, Granada, Guadalajara, Extremadura, Madrid, Burgos… multitud de acentos que unían sus voces con un mismo fin: hacerte fuerte.
¡¡¡Nunca había visto un partido de primera en un campo sin pistas tan cerca de los jugadores!!! Fue increíble la sensación de que Xabi Prieto pudiera sentir tu ánimo sacando ese corner; la certeza de que Claudio sea consciente del cariño que le tenemos… sientes que tus emociones son percibidas por los jugadores provocando en ellos reacciones a tus cánticos. ¡¡¡quiero un campo sin pistas, que las quiten!!!
El partido no fue bueno y estuve más pendiente de empaparme del ambiente de la grada sacándome fotos con primos y primas que de tu actuación sobre el campo. Mi otro yo se dejó la garganta demostrando su descontento con Montanier por sus decisiones grotescas y con Antoine por algunos errores incomprensibles. Yo sólo tenía ojos para Zurudin y sus dotes de artista, para mi seis de Ondarroa y la fuerza que transmite y para las prietiñas del diez.
Sin entender muy bien cómo, cuando todo apuntaba al 0-0 y a llevarme la primera porra de mi vida, el tal Murphy éste se manifestó en forma de la jugada tonta de la semana haciendo que un balón despejado por Claudio diera en Iñigo Martínez (si, justo en él) golpeando la red por dentro de la portería. 1-0 sin porra y con la sensación de que el destino se burló de mi dando un estreno gafe a mi camiseta nueva.
Nos volvimos a casa sin puntos y sin porra, pero con un montón de amigos nuevos, la experiencia de un día inolvidable teñido de txuriurdin y aunque no paramos en la fiesta de ese pueblo segoviano y nos volvimos sin bolsas del primark, nadie nos podrá quitar ‘lo bailao’, ‘lo bebido’, ‘lo comido’, lo disfrutado durante esas 24 horas vividas por y para ti. Dos días después, tampoco me pueden quitar el sueño que sigo arrastrando desde el sábado. ¡A partir de ahora, habrá que decir que sarna con gusto da sueño!
GETAFE 1 – 0 REAL SOCIEDAD: Ni puntos ni porras
Tenía tanto miedo a quedarme dormida que no pude pegar ojo en toda la noche. Me costó mucho dormirme y no podía dejar de pensar si la ropa elegida era la mejor opción para pasar el día en Madrid. ¡Maldito síndrome guipuzcoano! Creo que llevamos algo en los genes que nos hace ser precavidos. Eso del ‘por si acaso’ hace que no seamos capaces de simplificar en equipajes ni en ropa de abrigo.
¡Cuántos meses llevaba preparando este día! me parecía imposible que estuviera a tan pocas horas de que ese ‘Campanillo’ me transportara hasta Getafe. Empezó a vencerme el sueño y antes de que mi mente pudiera descansar sonó el despertador. Eran las 4,40 y aunque digan que sarna con gusto no pica juro y perjuro que picar, no sé si picará pero da sueño fijo. Se me da fatal madrugar y a mis amigos de Bilbao ya les advertí que aunque habíamos quedado a las 6,00 no prometía ser simpática y caerles bien hasta las 11,00. ¡qué sueño!
Entre saludos y las primeras risas del día, con nuestras mejores galas txuriurdines, camisetas de la suerte, banderas y bufandas; con un GOAZEN ERREALA en la mente y la mochila llena de ilusiones, dejamos que ‘Campanillo’ nos llevara hasta ti. Tenía toda la intención de retomar mi sueño durante las primeras horas de viaje, pero entre el volumen de esa disparatada película americana que nos dejó las siglas ‘DCRP’ para el recuerdo y algún elemento disuasorio del sueño ajeno, me desvelé aunque no empecé a venirme arriba hasta que me tomé esa cocacola en un pueblecillo de Segovia que preparaba una buena fiesta para esa misma tarde.
Algo dentro de mi hizo que olvidara mis prejuicios con las porras (apuestas deportivas) y lo di todo al 0-0. Dado mi currículum con este tipo de apuestas, me pareció el resultado menos arriesgado para que se me pudiera venir en contra, sin darme cuenta de que Murphy está por encima de Dios y sus leyes prevalecen por encima de los dictados de éste haciendo que su omnipresencia quede reducida a la nada al lado de su poder.
En Madrid ya era primavera y pude lucir mi camiseta nueva con el 6 de Iñigo Martínez a la espalda sin necesidad de abrigo. No sé si quedó alguna caja de cervezas en aquél bar que nos acogió tan bien ¡Qué buen ambiente había! Viajar con La Real es especial y te das cuenta de que el sentimiento txuriurdin se extiende más allá de Gipuzkoa. Conocimos gente de Málaga, Granada, Guadalajara, Extremadura, Madrid, Burgos… multitud de acentos que unían sus voces con un mismo fin: hacerte fuerte.
¡¡¡Nunca había visto un partido de primera en un campo sin pistas tan cerca de los jugadores!!! Fue increíble la sensación de que Xabi Prieto pudiera sentir tu ánimo sacando ese corner; la certeza de que Claudio sea consciente del cariño que le tenemos… sientes que tus emociones son percibidas por los jugadores provocando en ellos reacciones a tus cánticos. ¡¡¡quiero un campo sin pistas, que las quiten!!!
El partido no fue bueno y estuve más pendiente de empaparme del ambiente de la grada sacándome fotos con primos y primas que de tu actuación sobre el campo. Mi otro yo se dejó la garganta demostrando su descontento con Montanier por sus decisiones grotescas y con Antoine por algunos errores incomprensibles. Yo sólo tenía ojos para Zurudin y sus dotes de artista, para mi seis de Ondarroa y la fuerza que transmite y para las prietiñas del diez.
Sin entender muy bien cómo, cuando todo apuntaba al 0-0 y a llevarme la primera porra de mi vida, el tal Murphy éste se manifestó en forma de la jugada tonta de la semana haciendo que un balón despejado por Claudio diera en Iñigo Martínez (si, justo en él) golpeando la red por dentro de la portería. 1-0 sin porra y con la sensación de que el destino se burló de mi dando un estreno gafe a mi camiseta nueva.
Nos volvimos a casa sin puntos y sin porra, pero con un montón de amigos nuevos, la experiencia de un día inolvidable teñido de txuriurdin y aunque no paramos en la fiesta de ese pueblo segoviano y nos volvimos sin bolsas del primark, nadie nos podrá quitar ‘lo bailao’, ‘lo bebido’, ‘lo comido’, lo disfrutado durante esas 24 horas vividas por y para ti. Dos días después, tampoco me pueden quitar el sueño que sigo arrastrando desde el sábado. ¡A partir de ahora, habrá que decir que sarna con gusto da sueño!
Cris García
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