miércoles, 7 de diciembre de 2011

NI UN DOMINGO SIN TI (Real 3-2 Málaga)



Real Sociedad 3 – 2 Málaga: Subidón, subidón, subidón!!!


¡Son tan bonitas las reconciliaciones! Después de lo de Sevilla, volví a sentir los nervios de la primera vez y no sabía cómo íbamos a reaccionar al volver a vernos en “nuestra casa” y a la hora de la siesta. Me arreglé más de lo normal, terminé mi Coco Mademoiselle (¡¡¡drama!!! Menos mal que viene pronto el Olentzero) y estrené una minifalda gris que llevaba con la etiqueta puesta desde las rebajas de verano. Con dice Mi Otro Yo “la vida se ve de otra manera con etiquetas por quitar”. Y así, salí de casa contenta, de estreno y dispuesta a disfrutar de ti.

Como la Ley de Murphy siempre se cumple, no todo iba a ser perfecto: Tenía un dolor de cabeza horrible que no se me fue ni con el “Espidi”. Mi cuerpo me pedía siesta y oscuridad pero mi corazón ansiaba verte y volver a sentir la pasión de nuestros colores aupándote desde la grada dándote la luz que necesitas para venirte arriba.

Repetiste el ‘once’ que ganó al Betis con Elustondo, Aranburu y Zuru-Zuru dirigiendo el medio campo y Aguirretxe en punta dando sentido a la zona de ataque ¡¡¡cómo a mi me gusta!!! Pidieron cambio de posiciones y tuviste que empezar marcando en mi portería, una pena, porque me hubiera encantado tenerte más cerca en el éxtasis final.

¡Cómo la tocabas en la primera parte! Y cómo celebré ese primer gol. Ya ni me acordaba de cómo se celebraba uno. Tuve que mirar al niño del pelo raro que tengo sentado detrás para recordarlo ¡¡¡Qué pulmones, qué efusividad!!! No era lo mejor para mi dolor de cabeza, pero todo sea por La Real. El empate me devolvió a la realidad y me dejó sentada en el sitio mientras te veía correr.

Después, todo se enfrió: ni toques ni aproximaciones, ni nada que se le pareciera a lo que me esperaba ver. En el 75´, con el 1-2 en el marcador fruto de un error imperdonable de Mikel, me acordé de ´mi rubia´ mientras miraba a medio campo y pensé “mecagüenlaostiajoder, vamos p´arriba, con dos cojones” (perdón por los tacos)
Y Phillippe hizo que Ifrán, Llorente y Pardo saltaran al césped. Esta vez, no terminamos con una defensa de cinco…¡¡¡querías darme una alegría, querías meterme un gol que nos diera el empate!!!

Empezaste a tocarla, suave, con decisión, midiendo tus pases con confianza…Y de repente, Carlos Vela hizo lo imposible: Vi volar al mexicano haciendo una chilena perfecta marcándose el golazo de la jornada. ¿Era verdad? ¿Habíamos empatado en el 89’? Grité con tantas ganas que me mimeticé con el niño del pelo raro y cantamos olvidándome del dolor de cabeza y de las pipas que tenía en la mano y que saltaron por los aires.

¡¡¡Qué alegría!!! Pero tú aún querías darme más. No querías dejarme sólo con dos sino que buscarte el tercero. Y ahí vino mi “uruguasho”, disimulando sus nervios y colocándola donde no pudo llegar Willy, con suavidad y elegancia provocándome un cosquilleo que me recorrió toda la espalda y salió por mi boca en forma de alarido de placer. ¡¡¡¡¡SUBIDÓN, SUBIDÓN, SUBIDÓN…. GOOOOOOOOOOL!!!!!!!

“Bip-Bip.- Siiiiiiiiiiiiiiiiiiii gooooooooooool no me lo puedo creer, ¡¡¡si hasta se ha emocionado el león que tengo al lado!!! Disfrútalo, por mi, pequeña, ¡GOAZEN ERREALA!”

Terminé abrazada a un hombre de bigote, abuelo del niño del pelo raro, subida en el asiento y ondeando la bandera de un compañero de asiento que nunca recuerdo su nombre mientras mentalmente decía “Rubia, no sé cómo lo hemos hecho… ¡¡¡pero lo hemos hecho!!!”

Dos días después sigo sonriendo y suspirando cuando pienso en ti…¡¡¡Y que dure!!!, No?

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

TODAS LAS NOTICIAS
POR FECHAS