Villareal 1 -1 Real Sociedad: Puntazo de Casta
Después
de una semana suspirando por ti, te marchabas a jugar fuera. De hecho, ya no
nos volvemos a ver hasta después de Reyes porque el domingo juegas en
Santander... ¡cuánto te voy a echar de menos! Nos tenemos que separar justo
ahora que estamos en esa fase cursi del “cuelga
tú... no, tú... Va, cuelga tu… venga,
vale, cuelgo... jo, tonto, ¡me has
engañado! Cómo eres..., venga, ahora en serio, cuelga tú...” y en la que sólo
tenemos ojos para ver lo bueno del otro. Será que el amor es ciego o que
estamos ya cansados de tanto sufrir y queremos disfrutar plenamente de esta
nueva etapa.
En
cuatro jornadas hemos sacado los mismos puntos que en las once anteriores,
hemos encarrilado una buena racha de ocho puntos de doce y hemos dado un salto
en la tabla que nos coloca a dos del Athletic. Todo es mejor cuando ves tan
cerca del eterno rival, ¿verdad? Además, muestras una clara mejoría en tu juego
y en tu actitud que hace que me pongas cada vez más.
Al
principio, me costaba distinguirte...¡hacía tanto tiempo que no jugabas con la
camiseta oficial fuera de casa que hasta tú tenías problemas para que los pases
terminaran en alguien que no vistiera de amarillo! Volvieron a repetir los once
de Sevilla que tanta suerte nos están dando y que tan bien se complementan.
Cuando
el árbitro sacó la tercera amarilla en la tercera falta que hicimos, busqué su
nombre en Internet para poder insultarle con propiedad y, efectivamente, sólo
podía ser Undiano Mallenco (tampoco me hubiera sorprendido si llego a leer el
nombre de nuestro archienemigo “Muñiz
Fernández”) Él se encargó de ningunear a la mejor Real del partido con la
expulsión de Elustondo tras una falta en la que pecó de inocente a treinta
minutos del final.
En
el fin de semana en el que todo el mundo hablaba del Clásico, Mikel Aranburu,
Nuestro Clásico y el Eterno Capitán, dio una lección de templanza, seguridad y
veteranía al controlar el balón dentro del área, dejar atrás a varios defensas,
buscar ángulo y marcarse un golazo de líder con el que se une a la lista de
goleadores. Lo celebré con Mi Otro Yo y
los amigos de Facebook con tanta ilusión que a punto estuve de cargarme las teclas del portátil.
Con
el 0-1 y dando lo mejor de ti, Montanier decidió dejarnos con nueve sacando a
Mariga. No puedo decir que me sorprenda, de hecho, lo veía venir, pero no por
ello me cabreé menos. ¡Teniendo al joven Pardo en el banquillo, cómo sacas a
nuestro “antitalismán, si ha empezado
nuestra buena racha desde que no juega!
Y
así llegó el empate a uno. Confieso que a partir del 85’ intenté no pestañear por
miedo a perderme algún Iñigolazo de última hora. Aguantaste media hora en
inferioridad numérica, con Mariga y Undiano jugando con ellos y con un
Villareal viniéndose arriba haciendo que se luciera ´nuestro chileno´ en varias
ocasiones.
Y
sacaste tu coraje, tu fuerza y tu carácter para proteger ese punto de casta con
uñas y dientes y brindárselo tras el pitido final a todos los txuriurdines que habían
ido a verte para que, esta vez sí, tuvieran un agradable viaje de vuelta.
¡Uy!
ahora que lo pienso, hace ya un tiempo decidimos irnos de copas en martes 13...
O sea que ¡¡¡¿tenemos una nueva cita?!!! ¡¡¡Voy a volver a verte!!! ¡Ay, qué nervios!
Mmmm...
¿Y qué me pongo?
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