Llevaba en la cabeza una lechera el cántaro al mercado con aquella presteza, aquel aire sencillo, aquel agrado, que va diciendo a todo el que lo advierte: —¡Yo sí que estoy contenta con mi suerte!
Porque no apetecía más compañía que su pensamiento, que alegre la ofrecía inocentes ideas de contento, marchaba sola la feliz lechera, y decía entre sí de esta manera: —«Esta leche vendida, en limpio me dará tanto dinero, y con esta partida un canasto de huevos comprar quiero, para sacar cien pollos, que al estío me rodeen cantando el pío, pío. Del importe logrado de tanto pollo, mercaré un cochino; con bellota, salvado, berza, castaña, engordará sin tino; Tanto que puede ser que yo consiga ver como se le arrastra la barriga. Llevárelo al mercado; sacaré de él sin duda buen dinero: Compraré de contado una robusta vaca y un ternero, que salte y corra toda la campiña, hasta el monte cercano a la cabaña».
Con este pensamiento enajenada, brinca de manera, que a su salto violento el cántaro cayó. ¡Pobre lechera! ¡Qué compasión! Adiós leche, dinero, huevos, pollos, lechón, vaca y ternero.
¡Oh loca fantasía, que palacios fabricas en el viento! Modera tu alegría; No sea que saltando de contento, al contemplar dichosa tu mudanza, quiebre su cantarillo la esperanza. No seas ambiciosa de mejor o más próspera fortuna; Que vivirás ansiosa sin que pueda saciarte alguna cosa. ¡No anheles impaciente el bien futuro; Mira que ni el presente está seguro!
Como en el cuento de la lechera, a la Real se le ha caído varias veces esta temporada el cántaro, derramando de esta forma toda su contenido. Tras el buen inicio en Gijón y ante el Barcelona, nos las prometíamos muy felices, pero en Sevilla no conseguimos hacer negocio.
La cuarta jornada nos visitaba el Granada y logramos una victoria con aquel gol "antológico" de Dani Estrada. Pero no era suficiente, había que ordeñar la vaca si queríamos conseguir el suficiente dinero para poder comprar los huevos.
Nos fuimos a Mallorca pero tres palos nos impidieron obtener premio. Tras el viaje a la isla, teníamos una prueba de fuego ante el Athletic en casa, pero nada salió como esperábamos y nos la metieron ´doblada´.
Habría que ir a Zaragoza la semana siguiente con el cántaro vacío ¿cómo entonces conseguiríamos hacernos con la vaca y el ternero?
A continuación: Getafe, Levante, R. Madrid, Vallecas y Espanyol... ¡¡nada de nada!! La vaca estaba seca y nos comenzábamos a impacientar ¿habría que tomar alguna medida drástica? pues así no íbamos a ningún lado.
Armados de paciencia nos esmeramos en volver a rebosarlo: Betis, Málaga, Villarreal, Santander, Osasuna, Granada y Mallorca en Copa parecieron bastar para llenarlo de nuevo. Por fin podríamos venderlo y sacar un buen dinero para cumplir con el plan marcado: huevos; pollos; cochino, vaca y ternero!!
Pero no sabíamos lo que le esperaba. Ya habíamos tenido una mala experiencia en Granada y en Mallorca, y ahora volvíamos a la isla ¡¡maldita isla!!. Confiados e incautos, y pensando de nuevo en lo que haríamos después de haber vendido toda la leche, tropezamos de nuevo derramando en el suelo aquel líquido tan preciado. Esta vez el golpe fue tremendo, y el cántaro se rompió en seis pedazos. ¿Qué haríamos ahora? Ya había trascurrido media temporada y tanto esfuerzo todavía no se había visto recompensado.
De esta forma nos pusimos de nuevo manos a la obra: Valencia , Atlético de Madrid, Barcelona y Granada. Pero el camino resultó pedregoso y por enésima vez la leche se vio derramada; parece que no aprendemos, ni a base de fracasos.
¿Conseguiremos de una vez por todas vender el cántaro? ¿conseguiremos el dinero para poder comprar los huevos? ¿y conseguiremos que de los huevos salgan cien pollitos?...
Moraleja: no se puede llegar al tercer escalón sin haber subido el primero. Este equipo ha demostrado con creces que no tiene la regularidad ni la templanza necesaria para despegar de una vez, y San Mamés no es la plaza más adecuada para hacerlo. Solo espero que no nos pasen por encima y que no volvamos a caer con estrépito. Un gol en los primeros 15 minutos sería fatal. Me encantaría profanar ´La Catedral´, pero no confío demasiado en la victoria, las veces que me he ilusionado, me he dado de bruces con la realidad.
Sí, hay que ser ambicioso, pero cuando tienes una base sólida. Mientras eso no ocurra, cuanto más alta es la espectatíva, más dura es la caída. Por ello, aunque posible, no quiero hablar de ganar en Bilbao, y hablar de UEFA, por supuesto, me resulta una temeridad. Soy muy cauto, todo lo que no sea una derrota me hará feliz, aunque deseo con todo mi alma un gran triunfo, pero no quiero vender la piel de oso antes de cazarlo, le esperaré agazapado e intentaré sorprenderle. Si así ocurre, lo proclamaré a los cuatro vientos y durante toda la semana enseñaré orgulloso mi trofeo.
¡¡Que así sea!! GOAZEN ERREALA, GOAZEN TXAPELDUN
Para los que queráis refrescar la memoria y calentar un poco el derby aquí os dejo ATHLETIC CLUB DE BILBAO Y CANTERA; UN MUNDO DE FANTASÍA, artículo que escribí la temporada pasada y que a día de hoy es la entrada más vista de esta web.
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