Minutos antes del encuentro conocíamos la alineación de la
Real y nos llevábamos la primera decepción: Montanier no alineaba a ningún
delantero centro nato, dejando en el banquillo a Agirretxe e Ifrán y poniendo
como única punta a Carlos Vela. El mexicano es un grandísimo
jugador pero todos menos Montanier coincidimos en que su puesto natural no es
el de delantero; el míster francés sigue teniendo sus propias teorías que
acaban dando resultados nefastos.
En los primeros diez minutos ni Getafe ni Real Sociedad fueron capaces de hilvanar jugadas de peligro. Una entrada dura en el centro del campo en la que Markel Bergara y Míchel resultaban lesionados, hacía presagiar un partido bronco. Sin embargo, la Real poco a poco
empezó a demostrar su superioridad y en el minuto 12 Carlos Vela tuvo una
ocasión de oro que la
nutrida parroquia blanquiazul que acudió al Coliseum cantaba ya el gol.
Sin llegar a practicar un buen
fútbol, los donostiarras se encontraban cómodos en el césped y acecharon
constantemente la portería de Moyá durante toda la primera parte.
Zurutuza tuvo dos claras ocasiones a la media hora de juego, de seguido, Griezmann en una posición inmejorable remató
fatal. La Real llegaba fácil al área, pero sin delanteros es muy difícil marcar. Antes del descanso de nuevo
Zurutuza tuvo el 0-1 pero Moyá lo impidió. El
Getafe por su parte, tuvo un par de ocasiones claras (sobre todo un lanzamiento de Miku en un
mano a mano frente a Bravo), pero fue la Real la que mereció irse al descanso con ventaja. Es difícil generar hasta cinco ocasiones claras de gol a domicilio en 45 minutos y la Real lo hizo, pero
faltaba pegada en los últimos metros.
Montanier, fiel a su filosofía de
no cambiar nada, no se atrevió a sacar ningún delantero para la segunda parte.
La historia tras la reanudación poco iba a variar. La calidad técnica del partido
seguía siendo escasa pero había muchos espacios y ambos equipos llegaban con
facilidad a las áreas rivales, aunque la clara dominadora seguía siendo la Real
Sociedad. Carlos Vela tuvo varias ocasiones claras más, pero el mexicano no es un killer nato y no supo definirlas. El
Getafe se acercaba más tímidamente al área de Bravo, y Alexis pudo adelantar a
los azulones.
Hubo que esperar al minuto 71
para que Montanier por fin sacara un delantero. Sin embargo, ya era tarde.
Físicamente la Real estaba tocada y ya no llegaba con tanta alegría al área
rival. El Getafe también movía el banquillo y sacaba a Dani Güiza (que estuvo
muy activo). Y en el minuto 80 llegaría el
único gol del partido en un centro sin aparente peligro que Bravo, ante la
presencia de Güiza , despejó mal con la mala suerte de que el balón rebotó en
Iñigo Martínez y se coló en las redes.
1-0 y todo el dominio de la Real
se iba a la basura. A la desesperada, Montanier sacaba a Agirretxe pero ya no
había nada que hacer a pesar de la buena voluntad de los jugadores realistas en
los últimos minutos.
La Real creo que es mejor equipo que el Getafe, y ayer lo demostró, pero nuestro club tiene a mi juicio, dos grandes problemas que me
temo van a evitar que este año obtengamos un premio al final de liga:
- Una acusada inocencia fuera de Anoeta que a veces se
manifiesta en expulsiones tontas, y otras, en la incapacidad de definir
las oportunidades.
- Un
entrenador que en momentos puntuales de la temporada ha adoptado decisiones
desquiciantes que nos han costado muchos puntos.
Montanier está haciendo un
trabajo serio pero alguien le tendría que dar un toque porque ayer volvió a fallar con la alineación. Tampoco se entiende que de nuevo prescindiera de Rubén Pardo para que jugara el derby de 2ªB. Se supone que el Sanse está al
servicio de la Real y no al revés, pero dentro de esta mentalidad conformista
que invade nuestro club, se valora más que el Sanse siga en 2ºB a que la Real
intente aspirar a Europa.
Espero equivocarme, pero he
llegado a la conclusión de que ésta no va a ser la temporada en que la Real dé
ese paso ambicioso que tanto anhelamos. Quizás la temporada que viene con
más madurez en el campo y en el banquillo, podamos soñar con altas cotas. Los equipos que están arriba
siguen mostrando síntomas de mediocridad (el empate agónico de Osasuna en
Zaragoza es un ejemplo) pero la Real no ha sabido aprovecharlo, dejando escapar una de sus últimas
oportunidades de aspirar a Europa.
Por otra parte, la distancia con
el descenso sigue siendo muy grande aunque bien haríamos en ganar al Levante el
próximo miércoles porque teniendo en el horizonte la visita al Bernabeu, la
Real necesita la victoria si no quiere que resurjan fantasmas que ya parecían
enterrados.
El tren de los equipos nobles ya
ha partido, y el club txuriurdin no se ha atrevido a montar en él. Una pena porque esta Real tiene
mimbres para soñar, pero la inocencia y la pésima dirección en el banquillo se
empeñan en fulminar nuestras ilusiones y en tejer un presente de conformismo.
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