sábado, 25 de agosto de 2012
105 DÍAS DE ESPERA
105 días han pasado desde la última vez que tuvimos la oportunidad de ver un partido de fútbol de la Real Sociedad en Anoeta. Fue aquel lejano 12 de mayo de 2012, cuando disfrutamos del emotivo y merecido homenaje que se dispensó a Mikel Aranburu, y que supuso el cierre del telón de nuestra discreta andadura en la liga 2011-2012. Este sábado a partir de las siete de la tarde, volverá por fin el fútbol a San Sebastián con un incierto encuentro entre la Real Sociedad y el Celta de Vigo, en el que buscaremos sumar nuestros primeros puntos en esta liga.
Todavía sigue escociendo el penoso espectáculo que ofreció el equipo txuri urdin en el Nou Camp, pero no queda más remedio que ser pragmáticos y centrarnos en la verdadera liga que comenzará este sábado. Dolió mucho la imagen indolente que ofreció el equipo realista, víctima de la primera “montanierada” de la temporada, pero era casi un hecho inevitable comenzar la liga perdiendo.
Ahora es el momento de centrarnos en el tramo de encuentros que precederán al esperado derby contra el Athletic del 30 de septiembre. Antes de que llegue ese día, recibiremos en Anoeta al Celta y al Zaragoza y rendiremos visita al Mallorca y al Levante. A mi juicio, un objetivo razonable sería sumar entre 8 y 12 puntos (ganar los dos encuentros en casa y puntuar en el Iberostar Estadi y en el Ciutat de Valencia o al menos ganar uno de esos dos duelos a domicilio).
Ha llegado la hora de demostrar en los duelos terrenales, que la Real Sociedad va a hacer de Anoeta una fortaleza casi infranqueable y que fuera de casa tenemos veneno ofensivo suficiente como para dar más de un susto.
El primer compromiso liguero en Donosti, no será nada fácil. El Celta llega con la piel de cordero al ser un recién ascendido que de la mano de Paco Herrera, acaba de volver a la élite tras un largo lustro en Segunda. En su debut liguero cayó en Balaídos ante el Málaga. Sin embargo, todos conocemos los peligros del histórico equipo celeste que a pesar de su reciente pasado en Segunda, sigue siendo un rival con mucho pedigrí.
Los vigueses al igual que la Real apuestan por un modelo de cantera hasta el punto de que 11 jugadores de su primera plantilla nacieron en Galicia. Lejos quedan los años en los que jugadores del carisma de Mostovoi, Karpin, Mazinho, o Gustavo López, llevaban las riendas de ese club que vivió muchas noches de gloria. El Celta está ahora inmerso en un proceso de reconversión y sus objetivos son más humildes, pero sigue teniendo esa aureola de grandeza que se ganó con merecimiento no hace muchos años.
Además, este equipo siempre estará grabado en la mente de los aficionados de la Real. Posiblemente, los dos encuentros más intensos desde el punto de vista emocional que la parroquia txuri urdin ha vivido en este siglo han tenido al Celta como protagonista:
1- La inolvidable noche del 15 de junio de 2003, en la que la Real desperdició la oportunidad histórica de proclamarse campeona de liga, tras caer por 3-2 en Vigo.
2- El ascenso a Primera del 13 de junio de 2010, con la victoria frente al Celta en Anoeta.
Aunque parezca extraño, una vez que han pasado ya unos años, guardo mejor recuerdo de aquel partido de la temporada 2002-2003 que del ascenso, porque aunque nuestro sueño de ser campeones se esfumara, la Real sintió en aquella noche viguesa esa sensación inolvidable de luchar por una liga, y eso siempre permanecerá en nuestro corazón.
Muchos comparan el obligado ascenso a Primera con el título de liga en Gijón, pero lo más semejante que nuestra generación ha vivido a aquel éxito en El Molinón, fue sin duda lo que vivimos en Balaídos en 2003. Pero en tiempos de guerra parece que vale todo, y parte de la prensa, cuan fieles vasallos de esta directiva, no dudó en ensalzar vergonzosamente ese ascenso, para que Aperribay y compañía se ganaran más adeptos.
Por otra parte, el Celta de Vigo suele generar muchos dolores de cabeza a la Real en Anoeta, hasta el punto de que desde la fatídica temporada 1999-2000 (la primera en la que la Real jugó con fuego y en la que por cierto sumó 47 puntos), el equipo gallego ha puntuado en 7 de sus 10 visitas, computando también los encuentros disputados entre ambas escuadras en Segunda.
También es cierto que de esos 7 partidos, 6 acabaron en empate y que la última victoria del Celta en Donosti se remonta al 26 de septiembre de 1999, cuando ganaron 0-2 ante la impertérrita actitud de Krauss en un encuentro en el que el alemán quizás empezó a cavar su tumba deportiva en la Real Sociedad.
Desde el punto de vista estrictamente deportivo, Elustondo es duda para este partido. Veremos si Montanier alinea por fin a Rubén Pardo, aunque lo dudo mucho después de sus estrambóticas declaraciones del pasado lunes en Teledonosti. El míster galo no dudó en decir textualmente “muchos hablan de Rubén Pardo cuando en realidad pocos le han visto jugar”. Sorprendentes palabras de un entrenador que parece desconocer que todo el mundo del fútbol salvo él, siguen con atención la evolución del jugador riojano que está en la órbita del Real Madrid, y que de desconocido tiene bien poco.
El primer partido de cada equipo en casa, suele servir de termómetro para medir el grado de pasión y de conexión que puede existir entre el equipo y la afición a lo largo de la temporada. Esperemos que la crispación brille por su ausencia en esta liga para la Real, pero para ello será necesario un compromiso sincero de jugadores, entrenador y directiva para que las aguas vayan por su cauce.
En definitiva, este sábado será un día especial. 105 días después volveremos a sentir esa emoción de desplazarnos a nuestro querido estadio de Anoeta, rencontrarnos con nuestros compañeros de fila, y vibrar con este sentimiento que tantas personas llevamos dentro.
La Real vuelve a casa y los aficionados un año más la acompañaremos en este viaje contra viento y marea, animando al equipo cuando más lo necesite pero exigiéndole también lo que está llamado a demostrar, en esta liga 2012-2013.
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