A decir verdad ni tan siquiera he sido capaz de ver el partido entero. Hacia el minuto 34 de la segunda parte, con 1-2 en el marcador, me he ido del campo porque me encontraba sin ganas ni fuerza. Ahora me acabo de enterar que al final habéis empatado, pero eso ni maquilla ni dignifica nada.
A pesar de la desapacible noche, esta afición es fiel a sus colores, y he visto un ambiente especial en Anoeta y a muchas personas jóvenes que animaban con más pasión de lo habitual. Quizás con la esperanza de ver al Barcelona en octavos y seguramente sin haber sentido muchas de las cicatrices de las humillaciones coperas que tenemos los aficionados curtidos en mil batallas.
Me han recordado a mí, cuando hace 17 años siendo todavía un niño, fui a Anoeta con toda la ilusión del mundo a ver a mi equipo del alma con la esperanza de remontar en la Copa, un 2-0 ante el Numancia. Aquella noche sufrí y derramé alguna lágrima, pero ahora ya no.
Habéis conseguido que casi no sienta ya dolor. Por primera vez en muchos años, viví con apatía por la radio aquel encuentro de ida en El Arcángel y hoy he ido por inercia y devoción a ver a la Real, pero sin apenas confianza.
El Córdoba se une a la lista de equipos humildes que han tenido la suerte de cruzarse en el camino de la Real desde finales del 95 (Numancia, Logroñés, Beasain, Hospitalet, Mirandés, Alavés, Zamora...) Todos ellos fueron episodios durísimos pero esta vez no pienso hacer un drama.
Ya no nos pilláis por sorpresa. Sabemos a qué debemos atenernos y que no podremos ilusionarnos con hacer algo grande en la Copa del Rey. La ilusionante campaña del club con el vídeo “Aurrera kopan”, ha quedado en nada.
Me han recordado a mí, cuando hace 17 años siendo todavía un niño, fui a Anoeta con toda la ilusión del mundo a ver a mi equipo del alma con la esperanza de remontar en la Copa, un 2-0 ante el Numancia. Aquella noche sufrí y derramé alguna lágrima, pero ahora ya no.
Habéis conseguido que casi no sienta ya dolor. Por primera vez en muchos años, viví con apatía por la radio aquel encuentro de ida en El Arcángel y hoy he ido por inercia y devoción a ver a la Real, pero sin apenas confianza.
El Córdoba se une a la lista de equipos humildes que han tenido la suerte de cruzarse en el camino de la Real desde finales del 95 (Numancia, Logroñés, Beasain, Hospitalet, Mirandés, Alavés, Zamora...) Todos ellos fueron episodios durísimos pero esta vez no pienso hacer un drama.
Ya no nos pilláis por sorpresa. Sabemos a qué debemos atenernos y que no podremos ilusionarnos con hacer algo grande en la Copa del Rey. La ilusionante campaña del club con el vídeo “Aurrera kopan”, ha quedado en nada.
Y si además, Montanier no os transmite carácter poco hay que hacer. No podemos luchar contra la falta de actitud y año tras año, seguís empecinados en hacer el ridículo en esta competición. Conmigo al menos lo habéis conseguido. He aprendido a no sufrir. Adiós Copa. El año que viene, más y ¿mejor?.
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