Ni Un Domingo Sin Ti_ SIN POSTRE

Granada 0-0 Real

Hay días en que te despiertas sexy. Si. No sabes por qué pero te miras al espejo y dices ‘pero qué buenorra estás, coño’. Luego tu medio metro embutido en la 42 te devuelve a la realidad cuando tienes de devolver al fondo del armario ese vestido que te encantaba y que nunca podrás volver a ponerte. Pero tú te sientes sexy y bailas al ritmo de guaraná y otras melodías que incitan al deseo mientras pasas el aspirador.

Así empezó mi sábado, mocho en mano, con la mascarilla puesta y con uno de esos pijamas polares que son de ‘no son de enseñar’, anti erótico total, lo sabes,. pero tú te sientes sexy y te vienes arriba moviendo las caderas por shakira y otras diosas del género.

Quizás influyera en mi estado de ánimo las ganas que tenía de tener una nueva cita contigo y estaba preparada para disfrutar de otro encuentro virtual con final feliz. Sabía que no podría tocarte, ni sentirte cerca, ni tenerte a mi lado pero últimamente se nos da bien gozar sin rozarnos como el día de Valencia, en plan sexo tántrico dejándonos llevar por los sentidos conectando nuestras almas a través de la pantalla del PC

¿Cómo sería esta vez? Me imaginaba escuchando cascabeles, pífanos y timbales por las calles con duende de Granada, contemplando una preciosa puesta de sol en la Alhambra y dejándome embrujar por el hechizo de su historia nazarí. Cerré los ojos e intenté visualizarte saliendo victorioso de Los Cármenes y durmiendo juntitos en lo más alto. Con una sonrisa traviesa, pensé en lo de Málaga y Valencia, bajé la mirada recordando cómo lo hiciste y me puse hasta nerviosa imaginando cómo me lo harías esa noche.

Y llegó el momento y aunque me encantó tu carta de presentación, no me gustó que Rubén Pardo se quedara fuera. Empezaste lento, muy lento, tocándola una y otra vez y otra vez, y otra vez y… terminaste bailando solo porque tu juego no nos llevó a nada. ¡¡¡Cómo me aburrí!!! Tuve que esperar al 70’para tener un poquito de movimiento y aunque el cosquilleo en el estómago no se me fue hasta que el árbitro pitó el final, terminé suplicando clemencia ante la seria amenaza de encajar alguno en contra.

¡Con las ganas de ti que tenía y me dejaste sin postre y con hambre!. Quizás me hice demasiadas ilusiones y esperé de ti más de lo que me podías dar. Pero no creo que pida demasiado. Si queremos aspirar a algo más hay que marcar diferencias en este tipo de citas, sumar de tres en tres para llegar pronto a la meta. Aunque el ritmo pausado esté bien, de vez en cuando es bueno un buen meneo a tiempo para desengrasar motores y despegar hacia otros horizontes.

Y me quedé con el calentón y sin poder celebrar un triunfo glorioso con el que sumáramos 24 puntos dando un golpe sobre la mesa para irnos de vacaciones con un tres de tres fuera de casa. ¡¡¡Cómo te gusta calentar el horno sabiendo que no había bollos que meter!!!. ¡Eso no se hace!

Me quedé con el único consuelo que el que pude darme yo misma intentando dar por bueno el punto mientras miraba tus números. La verdad, hubiera firmado en octubre estar en el punto que estamos hoy… ¿Ves? No sé cómo lo haces pero siempre consigues que termine suspirando por ti con cara de tonta, volviendo a sentirme sexy y contando las horas que quedan para volver a verte y será el día 20, por si los mayas tienen razón y esto se acaba el 21…

Y si el mundo se acaba, ¡que nos pille gozando en Casa!