El ex jugador tolosarra, titular y importante miembro del último equipo realista que alcanzó la Champions League, cumple hoy 39 años
Parecía ayer cuando la Real, con Raynald Denoueix al mando, alcanzó el subcampeonato de liga. Hoy, uno de los jugadores titulares de aquel equipo está de celebración. Igor Jauregi, quien formaba aquella temporada en el eje de la zaga junto a Gabi Schürrer, se hace un año mas viejo.
La carrera del tolosarra comenzó en el equipo de su pueblo, desde donde pasó a jugar dos temporadas en el Hernani. Justo entonces el Aurrerá de Vitoria le ofreció jugar en 2ªB. Aquella temporada los gasteiztarras quedaron primeros en su grupo y disputaron play-off para ascender a 2ª división. Con 22 años, Jauregi comenzaba a destacar. Finalmente el equipo no ascendió, pero la carrera de Igor comenzaba a ir hacia arriba gracias a su fichaje por el Eibar, que militaba en la categoría de plata.
Una temporada duró en el conjunto armero. 38 partidos disputados en el centro del campo le valieron su salto a la 1ª división, y más concretamente a la Real, debutando con 24 años en la máxima categoría. Tras tres temporadas y casi cincuenta partidos oficiales, vuelve al Eibar en calidad de cedido. En Ipurua duró medio año hasta que los txuriurdin volvieron a repescarlo. En aquel tramo final de temporada, con Roberto Olabe salvando al club del descenso, el de Tolosa retrasa su posición hasta el eje de la zaga. Una demarcación que al año siguiente le daría muchas alegrías.
Y es que por aquel entonces llegó Raynald Denoueix a Anoeta, quien le hizo fijo en el eje de la zaga de aquella impresionante campaña en la que disputó 36 partidos. No podían irle mejor las cosas, por lo que fueron a peor. La siguiente temporada Kvarme y Schürrer se hicieron dueños de la defensa y el guipuzcoano disputó 17 partidos. Eso si, debutó en Champions League jugando siete encuentros.
En abril de ese año, una tendinitis fue el inicio de un calvario de lesiones. Pese a recuperarse y empezar la siguiente temporada jugando, volvió a sufrirla en los isquiotibiales, obligándole a pasar finalmente por quirófano. La siguiente campaña, la 2005/2006, volvió con fuerza y disputó 23 encuentros. Tras lesionarse en marzo y recuperarse, llegó el mazazo final a su carrera. Le fue detectada una astenia crónica que le impedia realizar esfuerzos físicos y que le acabó retirando en junio de 2007.
Un final inmerecido para un jugador que ha dado muchas alegrías a la parroquia txuriurdin y que hubiese merecido despedirse desde el campo y no desde la enfermería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario