Que la temporada del Athletic de Bilbao no está siendo especialmente buena no se le escapa a nadie. La marcha de Javi Martínez, el ostracismo al que está condenado Llorente y la mala temporada de hombres como Munian, Iraizoz o Amorebieta han hecho que ni mucho menos la temporada esté siendo como se esperaba. Su 15º puesto en la clasificación asi lo indica, y si hay un problema grave en nuestros vecinos es la defensa.
47 goles encajados en 24 partidos hacen una media de casi dos goles recibidos por encuentro. Una barbaridad para un equipo cuyo objetivo era como minimo repetir la temporada pasada. Muchos son los motivos. El principal de ellos, que uno de sus hombres clave emigró hacia Alemania para ganar titulos y para dar un paso adelante en su carrera y les dejó un hueco muy difícil de llenar.
A la marcha de Javi Martínez hay que unirle la mala temporada de dos hombres especialmente. El primero de ellos es Amorebieta. El venezolano ha pasado de ser indiscutible hace justo un año a estar en el banquillo. Por si fuera poco el año que viene tiene que hacer las maletas al no llegar a un acuerdo con el Josu Urrutia para renovar. Un caso similar al de Llorente al que no se le ha dado tanto bombo mediático. La afición bilbaína no perdona a ambos y los dos tienen que escuchar pitadas cuando juegan, especialmente el de Rincón de Soto.
Otro jugador que no cuenta con el respaldo de la afición es Gorka Iraizoz. El meta no está teniendo una buena temporada e incluso ya ha sido relegado al banquillo la última jornada por Raúl. El punto álgido fue en el Athletic - Espanyol, cuando el guardameta fue silbado cada vez que tocaba el balón por una afición que siempre ha dicho apoyar a sus jugadores.
Ni la aparición de Aymeric Laporte, ni la incursión de Carlos Gurpegui, ni la titularidad de Borja Ekiza han sabido frenar la sangría de goles en contra. Salvando el Deportivo, los de Bielsa son el equipo más goleado de la categoría. Un problema que se iba visualizando desde el comienzo de liga, cuando el Betis le hizo cinco goles en San Mamés en el primer partido. La jornada siguiente fueron cuatro los que le endosó el Atlético de Madrid.
La palma en este sentido se la lleva el Espanyol. Los catalanes les hicieron tres goles en la ida y cuatro a la vuelta. Además, Barça y Real Madrid lograron una manita ante los vizcaínos y otros equipos como el Valencia o Levante también lograron tres goles ante ellos.
Datos más que suficientes para confiar en una Real Sociedad que, quitando los tres primeros clasificados, es el conjunto más goleador de la categoría. Los de Montanier llevan 38 goles, lo que supone una media de más de uno y medio por partido. San Mamés parece más accesible que nunca. A esto hay que añadir que La Catedral está siendo un feudo asequible para los rivales.
Betis, Getafe, Zaragoza, Rayo Vallecano y Espanyol ya saben lo que es ganar esta temporada allí, y Málaga y Deportivo empatar. Equipos a los que, al menos esta temporada, la Real Sociedad tiene poco o nada que envidiar.
Un derbi siempre es un derbi, y a buen seguro que es de las pocas cosas con las que los del otro lado de la A-8 pueden salvar un poquito la temporada. Pero los donostiarras tienen que seguir a lo suyo, sacando puntos y manteniendo la fantástica racha que ha hecho que de los últimos catorce partidos sólo hayan perdido uno. Ya va siendo hora de ganar en San Mamés y de darle lograr ganar el último derbi en dicho campo demostrando cual es el mejor equipo vasco.
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