El triunfo a orillas del Manzanares le ha metido de lleno en la carrera por entrar en la Champions. Por primera vez, esta semana la plantilla ha hablado sin rodeos de lo real que es la opción de clasificarse para la próxima edición de la máxima competición de clubes del mundo. El problema estriba en que el ritmo para alcanzar dicha meta tiene que seguir siendo muy alto y no se puede permitir tropiezos en casa ante un visitante que no compite por metas tan ilusionantes como el Valladolid.
Montanier no tiene muchas novedades respecto al equipo que asaltó el fortín más inexpugnable de la Liga. El técnico recupera a Ifrán y Chory Castro, dos de los tres lesionados, pero el delantero se quedó fuera de la lista por una decisión puramente técnica. Por su parte, habrá que esperar hasta después del parón para volver a contar con Elustondo. El regreso del charrúa tiene más importancia de lo que parece para formar la alineación. Lo normal es que en esta ocasión prescinda de Zurutuza, que todavía no está a su mejor nivel, para retrasar la posición de Vela y dar entrada a Agirretxe en punta. Esto motivará la vuelta de Prieto a la mediapunta. No se esperan más cambios, sobre todo si se tiene en cuenta la confianza del técnico en su defensa y en su doble pivote, en el que Markel e Illarramendi son intocables.
El Valladolid ha dejado una gran imagen en casi todas las jornadas de la Liga. Una de las excepciones fue en la visita de la Real a Zorrilla, donde cuajó una pobre actuación, en parte motivada por las bajas, pero este recuerdo no debe engañar a la Real.
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