Fernando Solar nació en Mexico DF. en 1961. De abuelos cántabros, siempre ha seguido con interés la liga española. Sus primeros conocimientos de la Real Sociedad se remontan a los años 80 y el gol de Zamora. Dos ligas conquistadas por un pequeño equipo formado por jugadores locales. Poco más, y es que todavía no existía internet ni plataformas de fútbol digitales por lo que era del todo imposible seguir la actualidad de los clubs del Viejo Continente.
Siguió con interés el año del subcampeonato, aunque entonces todavía no era un enamorado de estos colores. Interés que se acrecentó cuando Carlos Vela recaló en la Real Sociedad en la temporada 2011/12. Como cualquier mexicano, siempre ha seguido las andanzas de compatriotas como Marquez, Giovanni, el vasco Agirre o Carlos Vela. Un asiduo a los foros, a este informático afincado en la provincia de San Luis de Potosi le cautivó la forma en que la afición txuri urdin acogió al de Cancún, y tiene la absoluta certeza que debido a ese cariño el jugador mexicano ha florecido en San Sebastián. Fernando recalca que tanto el club como la afición le han dado lo que Vela necesitaba, y que el rendimiento de éste responde a esa confianza, a ese cuidado y mimo con el que se le ha tratado.
Como cualquier aficionado de la Real, esta temporada está disfrutando de lo lindo. Tanto es así, que tras la remontada en Anoeta ante el Barça tuvo, por primera vez, consciencia de que era un realzale más al estallar de alegría con el gol de Agirretxe que suponía el 3-2 y la primera derrota del todopoderoso FC. Barcelona. David había derrotado a Goliath, y el mundo había sido testigo de ello. Ese día se empezó a fraguar algo en su interior. Seducido a su vez por la filosofía del club, devora a diario a través de internet la actualidad que rodea a la Real Sociedad. Amante del buen fútbol, disfruta con los espectáculos que ofrece la Real semana tras semana, a la que ya siente como suya. Un mexicano que afirma con rotundidad que el mejor fútbol de la liga lo practican los txuri urdin. Viva el fútbol, viva el espectáculo, viva la Real, viva Vela, ¡viva México!
Y así llegamos hasta el partido ante el Valladolid, en el que, preso de la euforia ante tan magno espectáculo, tomo la decisión: "Me voy a España a ver a la Real Sociedad y a conocer a sus gentes". Miró fechas, compró un billete de avión solo de ida, y voló hasta París. Antes, se había puesto en contacto conmigo por Twitter manifestándome su intención de viajar a Vallecas con la afición local. Sin conocerle de nada, informé a mis compañeros de viaje de sus intenciones, y le ofrecimos formar parte de nuestra expedición.
El viernes hicimos de anfitriones a su llegada a San Sebastián, y le llevamos por la parte vieja: pintxo por aquí, txakoli por allá... El sábado por la mañana emprendimos el viaje a Vallecas, con un mexicano que había cruzado el charco para ver en vivo a la Real Sociedad. Conocedor del buen ambiente que impera entre la hinchada realista y vallecana, lo camaradería que contempló superó con creces la mejor de sus espectativas. Y llegó la hora del partido y el delirio, alucinando con la bienvenida del speaker y con el ambiente que se respira en el estadio vallecano, el cual fue inundado por una gran marea blanquiazul.
Tras la victoria, comimos en Vallecas rodeados de rayistas, como si estuviéramos en nuestra propia casa. Eso es lo más grande del fútbol, la hermandad y el respeto entre aficiones. "Vaya equipazo tenéis" fue la frase más repetida, ni una mala cara, ni una mala palabra pese a la derrota, y sin duda Fernando Solar, ese txuri urdin mexicano, hoy también es un poquito franjirrojo y vallecano.
Esta es la crónica de un viaje a vallecas acompañado por un realzale que vino de América. Pero no acaba aquí la historia de nuestro realista mexicano, ya que no tiene intención de regresar a su país por el momento y va a estar presente también en el Sadar animando a la Real este próximo fin de semana, para dentro de dos, asistir al Real-Valencia en el coliseo donostiarra. El sentimiento txuri urdin no entiende de distancias ni fronteras, y hoy tengo un nuevo hermano, un hermano mexicano. Finalizo estas líneas con una frase de Fernando que no se deja de repetir en mi mente: "la grandeza de un equipo no se la da los títulos, se la da sus gentes". Eskerrik asko Fernando, eskerrik asko Vallekas.
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