El precio de mercado de los realistas marca la dificultad de la dirección deportiva para mejorar el equipo
El inesperado relevo en el banquillo txuri-urdin y la valiente apuesta realizada por el Consejo va a provocar que todos los focos estén encima de Jagoba Arrasate en el comienzo de la pretemporada. El técnico es consciente de que va a heredar un equipo muy hecho, pero, como confirmó en una entrevista concedida a este periódico poco después de su nombramiento, le gustaría que se notara la mano de su trabajo: "Quiero que se note en el equilibrio. Puedes ser muy ofensivo, jugar muy alegre en el campo del rival, pero creo en el equilibrio, en la presión, en el estar juntos... Y eso este año a veces le ha faltado al equipo".
La realidad refleja que la Real lo ha hecho tan bien esta temporada que incluso parece complicado reforzar el equipo esta campaña con fichajes que adquieran un rol de titulares seguros. Sobre todo si se tienen en cuenta las limitaciones económicas. Este es el principal problema que se está encontrando la dirección deportiva a la hora de intentar reforzar el plantel. Su clasificación para la Champions le otorga un estátus diferente, que también influye, y mucho, en las pretensiones de sus respectivos clubes.
Valor de mercado
La cuestión parece clara. La plantilla txuri-urdin está compuesta en su mayoría por canteranos que han alcanzado su mejor nivel esta campaña. Su éxito coral provoca que su valor individual se haya revalorizado enormemente. El Consejo se defiende de cualquier intento de abordaje sobre sus estrellas remitiendo a sus cláusulas de rescisión de contrato, que ascienden, salvo en el caso de Vela, a 30 millones. Es evidente que, salvo uno o dos, ninguno alcanzaría ese valor real en el mercado. Pero no se puede discutir que su evolución ha propiciado que sus precios se hayan encarecido notablemente.
La página de internet transfermarkt.es especula con el valor de los jugadores. Aunque no sea oficial, es una buena vara orientativa para hacerse una idea de lo que cuestan o deberían pagar los equipos interesados en algún futbolista. Los números de la Real confirman su sensacional temporada. Como es lógico, los precios de sus jugadores oscilan entre variables muy diferentes, como el millón de euros que vale Ros y los 16 millones a los que asciende Vela.
Pero no solo el mexicano adquiere máximos de estrella. Griezmann cuesta 15 millones; Illarramendi, doce; Xabi Prieto, ocho; Iñigo Martínez 7,5; o Agirretxe, seis... Esto convierte en muy complicada la tarea de reforzar la plantilla con la escasa capacidad finaciera del club txuri-urdin.
Inalcanzables
La dirección deportiva debería buscar futbolistas del mismo precio para asegurarles opciones de aspirar a entrar con asiduidad en el once, pero estos son absolutamente inalcanzables para su economía actualmente. Por mucho que, si consigue el pasaporte para la fase de grupos de la Champions, vaya a ingresar una cantidad mínima cercana a los 20 millones de euros.
El problema es que nadie le garantiza que vaya a superar el peaje de la eliminatoria de agosto. Incluso no se puede descartar que si se clasifica, como todavía le quedarán unos días de mercado, se atreva con una operación algo más ambiciosa.
El caso es que la dirección deportiva está hilando fino para apuntalar al equipo. Sus prioridades están marcadas y reconocidas y son un central zurdo, que también pueda desenvolverse con solvencia de lateral, y un delantero centro rematador, que compita por la titularidad con el indiscutible Imanol Agirretxe.
Ninguno de los dos son objetivos sencillos. El mercado de defensas zocatos es cada vez más reducido, lo que encarece el valor y los pretendientes de los que destacan. Mientras que para acudir al bazar de los delanteros centros hay que presentarse con mucho dinero.
Por lo tanto, no es descabellado imaginar que, por ahora y salvo alguna oportunidad improbable de oro, la Real prefiere moverse en el mercado de las cesiones. Y este, como todos sabemos, va mucho más lento.
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